Subida Alta en Puná: Paraíso escondido

21 de Agosto de 2016
  • Playa tranquila. Al final, la punta saliente de la isla Puná.
  • Durante la travesía disfrutará del avistamiento de delfines.
  • Pelícanos y piqueros de patas azules habitan en islotes.
  • Barcos pesqueros en Posorja. Desde allí se sale hacia Puná.
Belén Zapata para La Revista

Tranquilidad, bellas playas, brisa marina y platos típicos ofrece la comuna Subida Alta, en la isla Puná.

Eran las 13:00 y el sol intenso cubría la isla Puná y sus encantos. Uno de ellos, lejano del continente y cerca del Golfo de Guayaquil, es la comuna Subida Alta, perteneciente a la tercera isla más grande del Ecuador.

Oleaje tranquilo y finas arenas son cualidades que este precioso balneario, que se pinta en el mar de varias tonalidades de azul, deja en el turista como una inigualable experiencia por su majestuosa naturaleza.

La brisa marina y el calor reciben a los visitantes que se aventuran a subirse en embarcaciones desde Posorja, para emprender el viaje desde el río Guayas hasta el océano Pacífico, donde se ubica.

Puná posee principalmente cuatro comunas turísticas: Bellavista, Estero de Boca, Cauchiche y Subida Alta. La última ofrece el escape perfecto para disfrutar del clima, flora, fauna, buena comida y hospitalidad de su gente.

A solo cuarenta minutos de Posorja por vía fluvial se olvidará de la bulla citadina y escuchará el sonido de pelícanos, piqueros de patas azules, gaviotas y podrá ver delfines en su estado natural.

Durante la travesía la embarcación se detiene para que los turistas puedan fotografiar a estas especies que viven en islotes con sus crías y alimentándose de peces.

La punta sur de la isla es la señal de estar cerca para arribar a tierra. Una hermosa playa de olas pasivas y arena lisa es el primer lugar que pisará. A su alrededor llegarán más lanchas que son utilizadas para transportar víveres y, sobre todo, agua embotellada para el consumo de los habitantes.

Una pequeña caminata le espera, primero los comuneros dentro o fuera de sus casas de madera, caña y cemento se muestran muy amables; luego está el mirador, donde se ven gran parte de la isla, Posorja y el mar.

Unos metros después del mirador se encuentra la punta saliente, lugar perfecto para recibir la brisa, escuchar el canto de las aves y el sonido del mar.

Es imposible después o antes de bañarse en la playa no probar los platos típicos de Subida Alta. Cebiche, camarones apanados, pescado frito, entre otros, son las delicias preparadas por las mujeres de la comuna.

Las horas pasan y el sol empieza a esconderse, algunos retornan y otros prefieren quedarse uno o dos días más en cabañas exclusivas para hospedaje. El turista es bien recibido, así afirma Bolívar Quinde, expresidente de la comuna Subida Alta y encargado de la directiva en ausencia de Grace Ramírez, la presidenta.

Cuenta que el lugar tiene mucho potencial, pero el problema que enfrentó el país por el terremoto del pasado 16 de abril afectó el turismo. Sin embargo, Quinde se mostró positivo e invitó a la ciudadanía a que vayan a la comuna, que lleva acogiendo a viajeros desde hace cuatro años.

Quinde, de 56 años y nacido en la isla, indicó que el lugar cuenta con los recursos naturales para ser explotado turísticamente, pero debido a la economía actual no se ha podido fortalecer esta actividad. Alrededor de 50 personas acuden cada mes y en los feriados la cifra aumenta.

Ante la espera de asistencia de las autoridades, señaló que hay un Centro de Turismo Comunitario aprobado por el Ministerio de Turismo.

La comunidad que no cuenta con el servicio de agua potable la obtiene a través de pozos o compra botellones en Posorja. Solo el 40% de 190 habitantes permanece en el lugar, entre ellos adultos mayores; la mayoría de jóvenes estudian y trabajan en el continente.

Quinde ve con agrado el muelle que está construyendo el Municipio de Guayaquil, que servirá como rompeolas y malecón. Sin embargo, no pierde las esperanzas de que su comunidad tenga lo esencial, que es el agua potable.

Sentado en su hamaca, don Bolívar espera la llegada de más turistas y la colaboración de las entidades. Cuenta que por nada del mundo dejaría el lugar que lo vio nacer, “su paraíso”. (I)

¿Cómo llegar?

Por vía fluvial: Se encuentra ubicada frente a Posorja a 40 minutos en lancha y desde Guayaquil a 3-4 horas por el malecón Simón Bolívar o el mercado Caraguay.

Vía terrestre: Si viene de la Sierra o Amazonía puede acudir directamente a Posorja o al Terminal Terrestre (Guayaquil). Luego se viaja en lancha.

Precio de tour: El paquete familiar cuesta $ 50 y $ 10 adicionales si se requiere de guía. Los valores varían según el número de integrantes.

Actividades: Avistamiento de aves, delfines, cabalgata, recorrido por la comuna Subida Alta, playa nudista (nombre debido a la llegada de extranjeros). Si desea alojarse en la isla, cuesta $ 10 por noche.

Alimentación: Cabañas rústicas ofrecen platos típicos a base de mariscos, cuyos precios fluctúan entre $ 5 y $ 8.

 

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