Imágenes de impacto: Fotoperiodistas ganadores
“Gracias a esos profesionales la sociedad se concientiza de los conflictos que afligen a la humanidad”.
El Museo Municipal de Guayaquil presenta en la Sala de Arte Polivalente, hasta el 20 de septiembre, las fotografías galardonadas de la edición 61 del icónico concurso internacional World Press Photo. Desde 1955 la Fundación World Press Photo es liderada por un grupo de fotógrafos holandeses y promueve la calidad en el fotoperiodismo, dedicándose también a la organización de concursos, exhibiciones, eventos públicos, producción editorial, promoción de la educación y más. La exhibición de fotografías galardonadas viaja a cien ciudades de 45 países del mundo, llegando a 4 millones de personas cada año.
En un banner se explica que existen ocho categorías: Deportes, Gente, Naturaleza, Temas de Actualidad, Temas Contemporáneos, Long-term Projects, Noticias de Actualidad y Medio Ambiente. Por cada categoría, excepto Long-term Projects, existen dos subcategorías: fotografía individual y reportajes gráficos (una o más fotografías). Asimismo, se premian el primero, segundo y tercer lugar de cada grupo antes mencionado.
Los nominados a World Press Photo of the Year fueron: Patrick Brown, Adam Ferguson, Toby Melville, Ivor Pricket, y Ronaldo Schemidt, este último se llevó el galardón por su fotografía de la categoría noticias de actualidad que muestra a un joven venezolano consumido en llamas durante una de las protestas en contra del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela en 2017.
Es mi responsabilidad exponer lo siguiente: algunas fotografías de la World Press Photo 2018 abordan la discriminación de género, la situación precaria de la prostitución femenina en Rusia, el tabú en las cirugías de reasignación de género y las prácticas tradicionales ejercidas en niñas de África para prevenir las violaciones; sin embargo, el mismo concurso es culpable de discriminación de género al proponer una proporción desfavorable para la representación de voces femeninas.
De alrededor de 40 fotógrafos, solo cinco son mujeres. Lo mismo es evidente al notar que los cinco nominados a foto del año son hombres. Cabe recalcar que por más que esta crítica no llegue al jurado de la World Press Photo, sí llega a ustedes los miles de lectores de esta revista, a quienes simplemente busco exponer este hecho.
En la Sala Polivalente del Museo Municipal de Guayaquil las fotografías son exhibidas tanto en el centro de la sala en una serie de biombos blancos que crean corredores de circulación un tanto laberínticos, así como en las paredes. La decisión curatorial no es evidente, las fotografías no están ordenadas ni por categoría, ni subcategoría, ni por premios; se aprecia un indicio de una curaduría por temática, pero esto no es certero especialmente en los biombos. Existen errores leves en la ubicación de las fotos de los reportajes gráficos en relación con las fichas técnicas, que de seguro es un problema fácil de resolver. Definitivamente, el montaje de la muestra en el Museo Municipal supera al de años anteriores en lugares como la Universidad de Especialidades Espíritu Santo.
Para finalizar, el fotoperiodismo es una profesión de riesgo, muchas veces los fotógrafos acuden a sitios de conflicto sin el apoyo oficial de los medios de comunicación por cuestiones de seguridad para realizar sus reportajes, poniendo sus propias vidas en peligro. Esta muestra requiere la atención que el espléndido trabajo de los fotoperiodistas se merece; dedicar el tiempo necesario a contemplar la estética y leer con tranquilidad el contexto que acompaña a cada fotografía. Gracias a esos profesionales la sociedad se concientiza de los conflictos que afligen a la humanidad. (O)