Cannabis sativa: Mitos y verdades

09 de Febrero de 2014
Liliana Anchundia

¿Por qué quienes defienden el consumo de la marihuana o aquellos que la comercializan no se la dan a probar a sus hijos o hermanos menores?

Hola. Me llamo José. (“José, 13 años”, se lee a un lado de la pantalla). “Hola, José”, responde en coro una decena de chicos de su edad sentados en torno suyo. “Yo llevo cinco meses y tres días sin consumir ninguna droga”. Sus compañeros de grupo lo aplauden con empatía. “Hay veces que tengo muchas ganas. Pero cuando estoy a punto de caer, saco fuerzas y tiro pa’ lante. Pero para mí, haber consumido droga ha sido un infierno”, culmina su presentación en el grupo de apoyo y baja la mirada.

Así comienza el video educativo Drogadicción.flv – YouTube http://www.youtube.com/watch?v=mDveai6qqz0 colgado en internet, que expone ante la mirada del mundo, más bien de quien desee enterarse, cuál es la realidad de los niños y adolescentes con las drogas en el presente.

Ellos viven en un ambiente en el que la droga los circunda, les es ofrecida y hasta impuesta. Con el agravante de que actualmente esta es modificada o mezclada para hacerla más potente, por tanto mucho más adictiva.

El negocio de los dealers (comerciantes) es hacer que la demanda crezca, por eso ofrecen drogas a los menores, para crearles adicción y asegurar las ventas, así como sus enormes ganancias.

A inicios de este año se publicó una noticia que decía: “... Luego de que la Policía los viera distribuir unas fundas con una sustancia blanca en las cercanías de un plantel educativo, los agentes les decomisaron 200 paquetitos de cocaína, sobres de marihuana, $ 150 en monedas, celulares y un arma de fuego. Tres menores de edad también fueron aislados”.

Una profesora de secundaria, quien pidió la reserva de su nombre, dice que en los alrededores del colegio comercializan dosis de un dólar y hasta de cincuenta centavos.

Otra nota daba cuenta de que en enero del 2014, enfocados en el microtráfico, se ha logrado detener a 134 personas, aislado a 50 menores y sacado de circulación 60 armas de fuego. Se incautaron 6.800 dosis de cocaína, 19.455 dosis de marihuana y 4.092 dosis de heroína.

Escuchar de la boca de un niño que a sus 13 años ya ha vivido un infierno, por su experiencia con las drogas, es algo que debe movernos a reaccionar.

La marihuana
Es obtenida de la trituración de flores, hojas y tallos secos de la planta cannabis sativa. Sus efectos sobre el cerebro se deben principalmente al Tetrahidrocannabinol o THC.

Se la llama marihuana cuando tiene una concentración de THC entre el 1 y el 5%. El hachís es elaborado a partir de la resina almacenada en las flores de la planta hembra, tiene una concentración de THC del 15 al 50%. En la actualidad, se puede encontrar marihuana con una concentración de THC de más del 25 y 50%.

Droga puente y adictiva
El Dr. Fernando Valarezo Crespo, médico neuropsiquiatra y presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psiquiatría, núcleo del Guayas, explica que la marihuana, como cualquiera de las otras drogas ilegales, produce adicción, especialmente dependiendo de la calidad de cannabis que se utilice, ya que cannabis con más altos niveles de THC inducirán mecanismos neurobiológicos específicos más rápidamente, para dejar una huella bioquímica en los núcleos de la base del cerebro, que se pueden “despertar” en cualquier momento, cuando los factores sociales, familiares, ambientales y genéticos son proclives al consumo.

“Hoy en día vivimos un ambiente proclive a la adicción; hay spots televisivos de algunas marcas de licores y tabaco que promueven deportes; además, no hay fiesta si primero no se consigue el licor”, sostiene Valarezo.

En la etapa experimental, la persona prueba por curiosidad. Cuando es consumidor ocasional, consume una o varias drogas de vez en cuando, sin continuidad, o cuando se le presenta la ocasión. Al consumidor habitual ya se le ha transformado en un hábito y se preocupa de obtenerla. Y el dependiente es la persona que tiene la necesidad de consumir de forma continuada la sustancia.

Valarezo sostiene que la marihuana es una “droga puente”, pues la mayoría de los adictos inició su proceso adictivo probando, por diversión, un porro de marihuana y una cerveza, pero los mecanismos de compulsión que se producen inmediatamente hacen que de manera progresiva el individuo pase de la “natural marihuana” a las drogas más fuertes y tóxicas.

Los efectos en el cerebro
Definitivamente, fumar cannabis produce una alta toxicidad, sostiene Valarezo, ya que fácilmente llega al cerebro, especialmente aquellos que tienen derivados del 9 tetra hidrocannabinol, sustancia contenida en la planta de marihuana, que tiene alta afinidad para cruzar la barrera hematoencefálica y depositarse en las bases lipídicas, agravando los efectos tóxicos así como retardando su eliminación.

Experiencia negativa
Promoción genera duda

En el documental La marihuana en carne viva, del canal chileno TVN, una periodista experimenta durante 21 días los efectos negativos que produce fumar marihuana, para abordar “con conocimiento propio” el controversial debate sobre si se debe o no legalizarla, pues hay una corriente prolegalización.

Entrevista a consumidores y comerciantes que defienden el consumo de la marihuana y abogan porque se legisle para regular el cultivo, la comercialización y el consumo de esta droga. Entre ellos están una familia rastafari y una pareja que fuman “con fines medicinales”, pero esta última no permite que el humo le llegue a su hija, pues cree que a los menores les hace daño.

 

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