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E especial

Visiones de Guayaquil
Por fuera, la Casa Pentimento posee una apariencia hermética que se confunde con la vegetación, pero por dentro es un espacio confortable con un estilo arquitectónico que devela una libertad para crear cosas distintas.
MITOS DE LA PERLA

““Dentro del proceso de modernización de la ciudad, sus edificaciones cuentan diversidad de historias, entre ellas algunos mitos.

Mito: El Mercado Sur (foto) fue construido por los Ing. Francisco Manrique y Carlos Van Ischot, quienes trabajaban para Gustave Eiffel, constructor de la Torre Eiffel de París.

Verdad: Efectivamente Manrique y Van Ischot diseñaron y construyeron el Mercado Sur, en 1907. Sin embargo, no existe registro que los vincule a Alexandre Gustave Eiffel. La empresa Verhaeren Ca. De Jager Ingenieurs - Constructeurs, según documentos municipales, proveyó las piezas metálicas del edificio.
Mito: El barrio Las Peñas conserva arquitectura colonial.

Verdad: El Gran Incendio de 1896 no solo devastó la ciudad, sino también mermó su historia colonial. Las actuales edificaciones del tradicional barrio Las Peñas se construyeron a partir del siglo XX por lo que no existe ningún vestigio colonial en esa zona; es más bien una muestra de la vida republicana de la época”.


LOS RESTOS DEL GRAN INCENDIO


“El incendio del 5 y 6 de octubre de 1896 es un punto de referencia en la configuración física de Guayaquil. El área de la catástrofe fue de 606.725 m², que corresponde a 87 manzanas limitadas al sur por la calle Aguirre, hasta llegar al norte al cerro Santa Ana (única valla que pudo detenerlo) y desde el Malecón al este, llegando a las actuales calles García Avilés y Rumichaca, en el oeste.

Todo se quemó, salvo pequeñas edificaciones de mampostería como lo eran los hornos de las panaderías y bóvedas de los bancos. También sobrevivieron la estatua de Vicente Rocafuerte y su pedestal, que seguimos admirando en la plaza frente a la iglesia San Francisco, y el muro de piedra y cal de la iglesia de Santo Domingo, próxima al barrio Las Peñas.

Con este incendio se eliminó todo vestigio de construcciones que databan del periodo colonial y de los primeros años de vida republicana, que comenzó en 1830.
El primer templo de Santo Domingo (1576), como todos los edificios de la ciudad primitiva, fue de madera con techo de paja. Fue reducido a cenizas en el incendio del 6 de junio de 1624, provocado por los piratas holandeses. El muro sobreviviente perteneció al segundo templo construido de mampostería. Luego del incendio se daría la reconstrucción del templo con dos primeros intentos antes de la definitiva que se conserva hasta hoy (foto superior)”.


EL CEMENTERIO, MODELO DE LA CIUDAD


“En el cementerio de Guayaquil se trazó la ciudad ideal que, a principios del siglo XX, los mentalizadores de los proyectos de modernización de la ciudad de Guayaquil intentaron pero no lograron hacer realidad. Trataron desde el proyecto de una “New Guayaquil” (1906) frente al actual asentamiento de nuestra urbe hasta los proyectos de remodelación del trazado y la creación de nuevos monumentos para celebrar el centenario de la independencia de la ciudad (1920), todos bajo el ideal del urbanismo parisino del Plan Hausmann (1850-1870).

Pero quienes no lograron disfrutar en vida de un urbanismo de amplios “boulevares”, trazados diagonales, simétricas arboledas y arquitecturas concebidas como monumentos, de alguna manera lo concretaron en la ciudad de los difuntos.

El cementerio de Guayaquil en su sector más antiguo, declarado Patrimonio Cultural de la Nación (2003), surgió en su forma actual a fines del siglo XIX, cuyos monumentos, esculturas y arquitecturas bajo el influjo predominante de la estética neoclásica y los códigos clasicistas configuran uno de los panteones más hermosos de Latinoamérica”.
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