la revista
 

E especial

CHINA CROSSWATER ECOLODGE: Primer hotel en China diseñado con materiales biodegradables. Según explica Vélez, uno de sus principales artífices, se lo creó inyectando concreto dentro de las cañas de bambú.

Un mundo de bambú
Transformador de uno de los materiales más antiguos a uno de los más modernos, la guadúa, este arquitecto colombiano ha dejado el nombre de su país y de las buenas prácticas arquitectónicas en alto.
ARQ. SIMÓN VÉLEZ




Museo Nómada, en el Zócalo de la Ciudad de México
Edificio de 5.130 metros cuadrados, con cinco pisos de altura. Se construyó en el 2007 y sirvió como sede para la exposición Ashes and Snow del fotógrafo canadiense Gregory Colbert.
Considerada una de las más grandes estructuras construidas con bambú.
Conocido como el hombre del “acero vegetal”, el colombiano Simón Vélez ha llevado una vida llena de invenciones arquitectónicas gracias a la guadúa.

“Es acero natural, con la guadua yo puedo hacer cualquier cosa que un ingeniero construya con acero, porque ambos tienen la misma resistencia”, sostuvo Vélez en una entrevista para el diario británico The Financial Times.

La guadúa es una especie de bambú muy grueso y alto, con púas y canutos de cerca de medio metro. Construcciones con este recurso pueden durar más de 50 años, aunque algunos expertos aseguran que podría llegar a más de 70 o 100.

Este arquitecto, que inició su carrera hace más de 40 años, tiene en claro que la naturaleza juega un papel importante en su entorno. Y es que vive rodeado de jardines, casas campestres y de familiares que aman todo lo que tenga que ver con lo natural. Tuvo un abuelo promotor y constructor y un reconocido arquitecto como padre.

Sus obras se vislumbran en residencias, puentes, iglesias y todo tipo de estructuras. Incluso en las más sencillas (pero no menos admiradas) como casas de campo. Y es que su trabajo se basa en un sistema de unión creado por él, el cual incorpora la guadúa como un componente permanente en estructuras tanto comerciales como residenciales.


PABELLÓN ZERI
Vélez lo diseñó a propósito de la exposición Hannover 2000. En esta deslumbró en Alemania con la tecnología y belleza de su estructura.
En la mayoría de entrevistas que aparecen en la bibliografía internacional y publicaciones en la web, Vélez asegura que utilizar este “acero vegetal” tiene un objetivo que, incluso, va más allá de lo ecológico.

“Cuando compras un elemento de acero estás enriqueciendo a alguien que ya es muy rico; en tanto, cuando adquieres bambú, ese dinero se lo estás dando a los campesinos pobres que necesitan esos recursos”, expresó en el periódico mexicano El Universal.

Críticos arquitectónicos manifiestan que “ha sabido sintetizar con éxito el diseño indígena, la tecnología de vanguardia y los procesos ecológicos”.

Por ello, a nivel internacional ha sido reconocido, ya que ha realizado diseños en países como Panamá, Guatemala, China, Estados Unidos, Brasil, Francia, entre otros.

Pero su carrera se vio consolidada con el proyecto en guadúa que presentó en la Expo de Hannover del 2000: Pabellón Zeri.


TEMPLO SIN RELIGIÓN
La obra “se ve claramente gótica con su techo de inalcanzable altura y sus arcos altos y apuntado”, explica Vélez. El arquitecto, junto con otros amigos, creó esta iglesia buscando un entorno de espiritualidad.
Este arquitecto ha luchado para que en su país haya cambios en la profesión que lleva “impregnada en su corazón”. Gracias a gestiones realizadas por él y personas que apoyaron su iniciativa, Colombia se convirtió en el pionero en aceptar de forma oficial la guadúa como material de construcción.

No obstante, el arquitecto reconoce que es aún desconocida en otros lugares del mundo, ya que “pertenecemos ahora a una especie de colonialismo botánico, porque en Europa no hay bambú”,

Por ello sostiene que para que esta “joya natural” sea más utilizada “tiene que entrar en el circuito de la sociedad de consumo, que se basa en la moda”. Es decir que primero vea las cosas bellas que se pueden crear con esta, para que después se entere de las cualidades de un recurso que acompañará su nombre hasta siempre.

MÁS SOBRE VÉLEZ

•En el 2009 ganó el premio holandés Príncipe Claus, el cual reconoce el trabajo en cultura y desarrollo a nivel mundial a personas, instituciones, organismos, entre otros. De Vélez, exaltaron “su innovadora y estética forma de construir”. Además, el arquitecto recibió diez mil euros.

•La casa donde vive Vélez refleja su ideología “verde”. La vivienda está hecha en bajareque (pared de palos entretejidos con cañas y barro) y guadúa.

•Ha sido invitado en cuatro años consecutivos por el Museo de Diseño Vitra y el Centro George Pompidou a impartir talleres en Francia, en los cuales como ejercicio de aprendizaje construían en guadúa.


EN ECUADOR

La Arq. Daniela Loaiza de Ojeda


BAR NATIVA BAMBÚ EN MONTAÑITA.
Aunque no es ecuatoriana ha realizado en el país importantes obras “verdes”, entre las que se destacan el diseño y construcción del paradero turístico en Cauchiche, Puná; construcción de infraestructura turística campestre en Mundo San Rafael, Bucay, entre otros proyectos.

Recientemente esta edificación, obra de Daniela Loaiza, recibió un premio de la Municipalidad de Santa Elena con una mención de honor en el orden Urbanístico como la Mejor Construcción de la península de Santa Elena.

Arq. Robinson Vega Jaramillo


Minicentro de la reserva Churute.
Vega participó en su diseño al igual que otros profesionales del área.
Dedicado al diseño y construcción en caña guadúa desde hace más de 12 años. Sus trabajos se pueden observar en el Parque Histórico Guayaquil, en la Plaza de las Artes y Oficios, entre otros lugares (además de las dos obras que aparecen en la nota). En la actualidad participa de manera activa en el Proyecto de Eco Materiales de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y es parte de la Consultora Aldea 77.