La escritura y la felicidad

08 de Marzo de 2015
The New York Times

¿Existe una actividad más barata y más agradecida? Estudios demuestran que ayuda a quienes la practican.

Niña escribiendo: El jilguero mascota (1870) del artista Henriette Browne (1829

La investigación científica sobre los beneficios de la escritura expresiva es sorprendentemente amplia. Estudios han demostrado que escribir sobre uno mismo y sobre experiencias personales puede mejorar padecimientos del estado de ánimo, ayudar a reducir los síntomas entre los pacientes de cáncer, mejorar la salud de una persona tras un ataque cardiaco, reducir las visitas al médico e incluso mejorar la memoria.

Ahora los investigadores están estudiando si el poder de escribir —y luego reescribir— la historia personal puede conducir a cambios conductuales y mejorar la felicidad. El concepto se basa en la idea de que todos tenemos una narrativa personal que da forma a nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Pero en ocasiones nuestra voz interior no lo comprende totalmente bien.

Algunos especialistas creen que al escribir y luego editar nuestras propias historias, podemos cambiar nuestras percepciones de nosotros mismos e identificar obstáculos que se interpongan en el camino de una salud mejor. Quizá suene a tonterías de autoayuda, pero la investigación sugiere que los efectos son reales.

En uno de los primeros estudios sobre la edición de la vida personal, los investigadores reunieron a un grupo de 40 estudiantes universitarios de primer año en la Universidad de Duke, que estaban pasando apuros académicamente. No solo les preocupaban las calificaciones, sino que cuestionaban si eran intelectualmente iguales a otros estudiantes en su escuela. Los estudiantes fueron divididos en grupos de intervención y grupos de control.

Los universitarios en el grupo de intervención recibieron información que demostraba que es común que los estudiantes tengan problemas en su primer año. Vieron videos de estudiantes universitarios de tercero y último año que hablaban sobre cómo sus propias calificaciones habían mejorado conforme se adaptaron a la universidad.

El objetivo era motivarlos a editar sus propias narrativas sobre la universidad. En vez de pensar que no estaban hechos para la universidad, fueron alentados a pensar que solo necesitaban más tiempo para adaptarse. Los resultados de esta intervención, publicados en la revista especializada Journal of Personlity and Social Psychology, fueron asombrosos.

Mejores calificaciones

A corto plazo, los estudiantes que habían pasado por la intervención para cambiar su historia mejoraron de calificaciones en un examen de muestra. Pero los resultados a largo plazo fueron más impresionantes. Los estudiantes que habían sido motivados a cambiar sus historias personales mejoraron sus promedios de calificación y tuvieron menos probabilidad de desertar en el siguiente año que aquellos que no recibieron ninguna información.

En el grupo de control, que no había recibido consejos sobre las calificaciones, 20 por ciento de ellos había desertado en un año, pero en el grupo de intervención, solo un estudiante —o apenas un 5 por ciento— abandonó la escuela.

En otro estudio, los investigadores de Stanford se enfocaron en los estudiantes afroamericanos que estaban pasando apuros para adaptarse a la universidad. Se pidió a algunos de los estudiantes que crearan un ensayo o video que hablara sobre la vida universitaria para que fuera visto por futuros estudiantes.

El estudio encontró que los estudiantes que tomaron parte en la redacción o video recibieron mejores calificaciones en los meses siguientes que aquellos en un grupo de control. Otro estudio sobre la escritura pidió a parejas casadas que escribieran sobre un conflicto como un observador neutral. Entre 120 parejas, quienes exploraron sus problemas a través de la escritura mostraron una mayor mejoría en la felicidad marital que quienes no escribieron sobre sus problemas.

“Esas intervenciones de escritura realmente pueden empujar a las personas de una forma autoderrotista de pensar a un ciclo más optimista que se refuerza”, dijo Timothy D. Wilson, profesor de Psicología de la Universidad de Virginia.

“La escritura obliga a las personas a reconstruir cualquier cosa que les esté inquietando y a encontrarle nuevo significado”, dijo. (I)

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