Ganar o perder: La Patria no es el fútbol

Por Gonzalo Peltzer
15 de Junio de 2014

“Se lo digo ahora que empieza el Mundial. No está en juego nada más que una copa que va y viene. No es un drama perder, ni ganar es la gloria inmortal; es apenas un deporte y es tan buen deportista el que gana como el que pierde”.

Imagine que el 6 de agosto de 1824 Simón Bolívar y José de Canterac (militar español que participó en las guerras de emancipación de los virreinatos de Nueva Granada y Perú) hubieran dirimido el pleito americano entre realistas y patriotas con una pelota, dos arcos y 9.000 soldados por bando en la pampa de Junín. Sería como esos sueños extraños en los que se mezcla el presente con el pasado. O un buen comercial para anunciar una cerveza o una pantalla de 130 pulgadas. Habrá visto que en la televisión o en el cine ya no hay ningún aviso que no tenga que ver con el Mundial de la FIFA. Ocurre siempre antes del campeonato, cuando todos tienen las esperanzas intactas. Justo lo que sentimos esta mañana, antes de que Ecuador juegue contra Suiza.

Hace ya dos semanas que no hay otro tema en la agenda del mundo. Todo se ensordece cada cuatro años ante el Campeonato Mundial de Fútbol que se ha convertido en el acontecimiento social más importante de la humanidad. Desde el jueves pasado, miles de millones de personas están pendientes de la pelota brazuca y de lo que pasa en unos estadios que terminaron a marcha forzada. Esta vez estar cerca nos favorecerá por la hora en la que nos instalaremos en el sofá a ver los partidos en directo, además de la fiesta inaugural y la de clausura.

Esta mañana de domingo Ecuador está en el mejor momento, antes de empezar, todos somos campeones. Por eso le propongo que piense ahora que Ecuador es apenas uno de los 32 equipos que se enfrentarán. Aunque tenga grandes jugadores y posibilidades ciertas de estar entre los mejores, le aseguro que todos quieren ganarla y van a hacer todo lo posible. Una vez en el Mundial, la suerte será el más habilidoso jugador de cada selección; juega mucho mejor que Lionel Messi, Felipe Caicedo y el Rey Pelé juntos.

El Mundial no es el campo de batalla de Pichincha, Riobamba o Ayacucho, ni los estadios son el Palacio de Carondelet. Aunque cantemos el himno nacional con tonos épicos antes de cada partido, aunque alguien suelte un lagrimón o se le escape un pucherito, no está en juego la Patria, ni la bandera, ni nuestra libertad. No es una buena idea someter a la Patria a la posibilidad de ganar o perder por una gran jugada o una zancadilla artera, o quizá por un golpe de suerte o una sustancia prohibida en el pis del arquero.

Se lo digo ahora que empieza el Mundial. No está en juego nada más que una copa que va y viene. No es un drama perder, ni ganar es la gloria inmortal; es apenas un deporte y es tan buen deportista el que gana como el que pierde.

Y déjeme que le diga una cosa más. Mientras dura el Mundial hay que seguir trabajando: eso sí que es por la Patria.

gonzalopeltzer@gmail.com

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