Artistas del café

18 de Agosto de 2013

Ellos transforman el beber una taza de café en una verdadera experiencia y con sus diseños, dibujos y frases alegran el día de más de un cliente. Tres baristas locales relatan sus experiencias en esta profesión.

 

Lissette Villacís: fascinada por el café

Gracias a su trabajo, Lissette Villacís, barista y coordinadora de entrenamiento de la franquicia colombiana Juan Valdez, ha podido descubrir todos los detalles y secretos que se esconden detrás de una taza de café. Asimismo, su profesión le ha permitido adentrarse en un mundo de sabores y combinaciones que antes le resultaba desconocido.

“Además del arte latte, nuestro objetivo es lograr que el proceso del grano del café sea el más óptimo para conseguir el sabor y aroma ideales”, comenta. “El mundo del café es muy amplio, un lugar donde se aprende bastante y que requiere de mucha paciencia y técnica”, explica. Los diseños se realizan sobre cafés calientes o fríos, dependiendo del gusto del cliente. “Jugamos con la salsa de chocolate y con el manjar. Nos gusta hacer estas combinaciones para decorar nuestras bebidas”, expresa.

Luis Baquerizo: joven máster

Tiene solo 24 años de edad, pero Luis Baquerizo ya ocupa el cargo de barista máster en la cadena ecuatoriana de cafeterías Sweet & Coffee. Luis trabaja desde hace tres años para esta empresa y hace un mes fue ascendido a este nuevo puesto. 

Su habilidad para realizar estos diseños también lo han hecho popular entre los clientes que visitan los locales y le solicitan que les diseñe alguna imagen en sus cafés. “Me dicen: ¡Usted es el de los dibujitos! Yo quiero un corazón o una carita feliz en mi café”, relata Luis.

Sin embargo, a él también le gusta tener detalles espontáneos con los clientes. “Aquí siempre tenemos la costumbre de pedir el nombre del cliente para entregarle la orden, entonces a veces les escribo el nombre en el café, y eso les encanta”, dice.

javier barzola: el café en la sangre

Lleva diez años trabajando en esta profesión, pero para Javier Barzola, de 30 años, la pasión por el café corre por sus venas. “Mis abuelos son de Jipijapa, que es conocida como la Sultana del café.

Ellos son cafetaleros y me enseñaron todo, desde cómo se procesa el grano para obtener un buen café”, dice. Javier trabaja actualmente en el hotel Palace de Guayaquil, donde ha podido compartir gratas experiencias con sus clientes. “En una ocasión, un cliente me pidió que escribiera en el café de su novia la frase ‘Cásate conmigo’”, recuerda.

Este diseño fue un reto para él, pues tuvo que calcular el tamaño de la letra para que se entendiera claramente, pero el esfuerzo valió la pena. “Cuando llevé el café a la mesa, fue algo impresionante porque la señorita no se esperaba esta propuesta. Le dije que esa era una petición del caballero y presencié cuando le respondió que sí aceptaba casarse con él”, relata.

Javier estudió un año en el Colegio de Bellas Artes y por eso, dice, se le facilita hacer diseños como notas musicales, corazones, árboles en época navideña, etcétera. Además también tuvo la oportunidad de recibir una capacitación con el maestro italiano Luigi Lupi. “Esta es mi vocación, lo que me gusta hacer y no cambiaría por nada mi trabajo”, expresa.

 

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