No se indigeste

24 de Diciembre de 2017

Cuatro consejos para evitar que las intoxicaciones sean un invitado en las cenas de Navidad y Año Nuevo.

Navidad, comida. Montones de comida. Año nuevo, igual... Pero con tanta oferta sobre la mesa, ¿cómo podemos hacer para que esta fiesta de sabores no se transforme en caldo de cultivo de bacterias y acabemos con el estómago revuelto?

¡Espere!

Se acerca la hora: bañarse, peinarse, vestirse y dejar la mesa preparada, para no correr a último momento justo cuando empiezan a llegar los invitados.

Kevin Hargin, director de control de enfermedades alimentarias de la Agencia de Normas Alimentarias de Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés) recomienda poner la comida en la mesa cuando la necesite. No la deje allí todo el tiempo.

Compras

Cuando haga las compras para la cena de Navidad, recuerde llevar al menos dos bolsas. De este modo puede separar la comida cruda de la que está lista y así evitar la contaminación cruzada.

Si cocina pavo...

Descongelar un ave de 6 o 7 kilos puede demorar 3 días si la deja en la nevera, así que dele suficiente tiempo. Si no se descongela bien, corre el riesgo de que aunque lo cocine el centro quede crudo, y acabe sirviendo a sus comensales un poquito de Salmonella o Campylobacter.

Y, nunca cocine el pavo (lo mismo vale para carnes y aves en general) mitad en la noche mitad al día siguiente.

Atento a lo que pone en el congelador

La gran tentación es recoger todo lo que sobró y guardarlo en el congelador hasta la fiesta de Año Nuevo. Así ahorra tiempo y dinero. Es una buena idea pero fíjese qué cosas puede congelar y qué no. Si son cosas que han salido del congelador, no las puede volver a poner allí, a menos de que sean alimentos crudos que luego haya cocinado.

En el caso de las carnes o el pavo, puede hacerlo. “Es seguro guardar en el congelador lo que le sobró del pavo, así lo puede comer en el Año Nuevo. Pero cuando lo descongelas, debe comerlo en las siguientes 24 horas”, explica Hargin.

Bacterias culpables

Campylobacter, está en la carne cruda o a medio cocer, la leche no pasteurizada y el agua sin tratar. Salmonella, en huevos crudos y productos lácteos. Listeria, en comida preparada y refrigerada, como en los sánduches congelados, embutidos, patés o quesos blandos.
 

Atentos a ella también

La infección por escherichia coli ocurre en la mayoría de los casos por comer carne de vaca a medio cocinar (hamburguesas, carne picada y albóndigas), o por beber leche no pasteurizada.
 

 

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