Donando vida

18 de Noviembre de 2012

En Ecuador toda persona mayor de edad que fallece es donante de sus órganos, a no ser que exprese lo contrario en el Registro Civil.

Ser un donador de órganos es un acto humano, de amor y solidaridad. Con este se puede salvar la vida de muchos enfermos que lo necesitan como última alternativa de tratamiento.

Es una decisión muy importante que se debe tomar. “Si la gente no está de acuerdo con donar sus órganos cuando mueran o  dar los de un familiar fallecido, es porque no conoce de qué se trata”, asegura la cirujana María Candela Ceballos, jefa del Banco de Tejidos y coordinadora hospitalaria de la Unidad de Trasplante del Hospital Luis Vernaza de Guayaquil.

Igual piensa la oftalmóloga Diana Navia, coordinadora del Banco de Ojos del hospital Abel Gilbert Pontón. Las familias aún no están bien informadas de lo que es el acto de donación. No lo ven como un proceso natural o de ayuda al prójimo, sino que gira alrededor de mitos, pues temen que su familiar fallecido quede deforme al extraérsele algún órgano, cuando no es así, e incluso se niegan por asuntos religiosos.

Actualmente, dice Ceballos, no hay parte del cuerpo humano que no pueda ser utilizada para realizar un trasplante a un enfermo. Entre los órganos se encuentran el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones, el intestino o el páncreas; y entre los tejidos, la piel, la córnea, los huesos, los tendones, los ligamentos, las válvulas que están dentro del corazón, el pericardio (membrana que recubre el corazón) o la duramadre (membrana que recubre al cerebro).

Tipos de donación

Según el Instituto Nacional de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Indot), del Ministerio de Salud Pública, hay dos tipos de donación que se pueden realizar: en vida y cadavérica. La primera se la hace cuando una persona mayor de edad dona uno de sus órganos voluntariamente a un familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad o cuando se trata de su cónyuge o conviviente en unión libre.

La segunda se hace cuando alguien muere, pues el art. 29 de la Ley Orgánica de Donación y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células dice que los ecuatorianos mayores de 18 años y extranjeros que residan legalmente en el país son donantes al fallecer, a menos que en vida expresen una voluntad contraria en el Registro Civil.

La donación en vida se la hace siempre y cuando se cumpla lo establecido por la ley y cuando no signifique un riesgo para la vida futura del donante, ya que no se puede mejorar la salud de alguien causando una enfermedad a otra.

“Entonces se puede donar un riñón, un segmento de hígado, la placenta para procesar membrana amniótica y también médula ósea”, agrega el Indot.

Asimismo, dice Ceballos, una mamá embarazada puede donar en vida la placenta al dar a luz por cesárea a un bebé normal. “La membrana amniótica que recubre al niño se usa para pacientes quemados o que tienen úlceras o lesiones en la superficie del ojo”.

También, dice el artículo 29, las personas que fallecen por muerte encefálica (cerebral) pueden donar sus órganos y tejidos; pero si fue por un paro cardiaco, solo los tejidos.

La muerte encefálica, según  el Indot, se produce cuando el cerebro, que es el órgano que comanda todas las funciones corporales, deja de funcionar. Un paro es cuando el corazón se paraliza, deja de irrigar sangre al cuerpo y los órganos y tejidos cesan en sus funciones.
También indica que la donación cadavérica que se da bajo criterios encefálicos solo se cumple en las salas de terapia intensiva de los hospitales o en una unidad de cuidados críticos. 

Aceptados o rechazados

¿Pero es posible que un donante cadavérico sea rechazado? La doctora Ceballos asegura que sí. Si el paciente murió con cáncer o con ciertas enfermedades infectocontagiosas, como hepatitis B y  C,  VIH, toxoplasmosis o sífilis.  Incluso, si la causa de muerte fue un accidente de tránsito que lesionó los órganos.

También es aceptado el donante cadavérico que, por ejemplo, sufrió un derrame cerebrovascular, ya que la causa de muerte fue encefálica.  No obstante, asegura, se realiza al donante una valoración exhaustiva para descartar tales enfermedades.

En cambio, quien tuvo cáncer de mama, sin metástasis y fue declarado libre de la enfermedad por un periodo de por lo menos cinco años, y que además murió por otras causas como, por ejemplo, un trauma de cráneo. 

Ceballos también recalca que existen niños que sufren  actualmente de enfermedades cardiacas o malformación congénita y para que ellos puedan vivir requieren de un trasplante de corazón. En este caso, ellos necesitan que el donador sea un niño fallecido.

Donantes para todos

El doctor Byron Abad, cirujano de trasplante hepático, también considera importante que existan donantes para todos. “En el hospital Luis Vernaza estamos esperando la acreditación de la Indot para empezar a hacer los trasplantes de hígado,  ya que muchos pacientes lo necesitan.

“El año pasado se atendió a  cerca de 400 pacientes con cirrosis diagnosticada, y de ellos muchos podrían ser candidatos a un trasplante de hígado”, asegura.

En la actualidad, agrega, no solo se pueden hacer trasplantes de hígado cadavérico, sino también con donantes vivos que pueden ser de padres a hijos o de donante adulto a adulto.

“Un padre o una madre, por ejemplo, puede donarle el 25% del volumen de su hígado a su hijo enfermo. También es importante saber que en muchos países, en caso de que el donante adulto adulto fallezca o tenga complicaciones, esto puede ser causa del cierre del programa de trasplante.

Por último, el Indot  dice que la donación de órganos de donante vivo para fines de trasplante requerirá de la declaración del consentimiento informado del o la donante ante un notario público. Además debe tener incorporado el correspondiente informe psiquiátrico sobre la normalidad de sus facultades mentales y el informe médico de que está en buenas condiciones de salud otorgado por el Comité de Ética del hospital trasplantador.

Pacientes en espera

En Ecuador, la Ley establece la creación de la Lista de Espera Única Nacional, la cual es manejada y administrada únicamente por el Instituto Nacional de Donación y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (Indot). Este registro está conformado por todos los pacientes de las distintas unidades médicas acreditadas, sean públicas o privadas.

Los órganos o tejidos son asignados a los pacientes más compatibles con el donante en términos de peso, talla, edad, tipo de sangre y compatibilidad genética, así como tiempo de espera en lista y la gravedad en la salud del paciente.

Actualmente están en lista de espera 136 pacientes para trasplante renal, 6 para trasplante hepático, 4 para cardiaco y 350 para trasplante de córnea.

Según Diana Navia, en el país existen tres bancos de ojos situados en tres hospitales: en Guayaquil, el Abel Gilbert Pontón; en Quito, el Eugenio Espejo; y en Cuenca, el Vicente Corral. El banco es un laboratorio creado para obtener tejidos oculares y poderlos trasplantar a pacientes que necesiten por cualquier daño o lesión que tengan en la córnea.

Equipo de procuración

Está formado por especialistas que se encargan de diagnosticar la muerte y mantener los órganos con vida a pesar de que la persona está fallecida, y por otro grupo humano que se encarga de hablar con los familiares y solicitar la donación de los órganos.

 

 

Estadística

En el hospital Luis Vernaza hay 100 pacientes en lista de espera para recibir  un trasplante de riñón y 30 para recibir córneas.

Otros 100 están en el proceso de pretrasplante, que comprende todos los exámenes y consultas que tienen que hacerse   para saber si son aptos para recibir el órgano de otra persona.

 

 

  Deja tu comentario