Regálese CALMA en esta Navidad

21 de Diciembre de 2014
Liliana Anchundia

Tratar de cumplir con todos los preparativos y compromisos puede ser estresante. Intente desacelerarse para disfrutar de una ‘Noche de paz’.

Solía decirse “la Navidad es para los niños”, en alusión a que eran ellos los que recibían obsequios en estas fechas, principalmente juguetes –eso ha cambiado–, pero luego se popularizó jugar al amigo secreto e intercambiar regalos, y en casa cada miembro de la familia ahora espera encontrar un obsequio debajo del árbol; además están los preparativos para la cena y el arreglo personal para aparecer espléndidos en las fotos.

Con tantas cosas que atender, el corre-corre, el tráfico, los compromisos adquiridos, los gastos y demás, terminamos agobiados a último momento, cuando lo importante es que la paz y la armonía reinen en nuestros hogares.

Según la encuesta de Rakuten.es, citada en el sitio web www.navidad.es, que se realiza en siete países europeos, en el Reino Unido, por ejemplo, el 51% de las personas afirma sentir ya en estos días la angustia de la Navidad; en Alemania, el 45% de los habitantes tiene este problema, y el 57% de los españoles experimenta esta sensación en mayor o menor medida durante las últimas semanas del año. Según las causas, algunas de las más importantes que se juntan para producir este sentimiento en Navidad, se señalan el dinero que se gasta en regalos, el tener que comprar algo para cada persona, o la imposibilidad de saber qué obsequio elegir para familiares y amigos.

Personas comunes consultadas para elaborar esta nota comentan cómo ellas evitan situaciones estresantes en estas festividades. Aunque resulta inevitable no angustiarse por alguna cosilla en particular, aquí van algunas sugerencias de quienes se animan a comentar su “receta” para no llegar extenuados a la Nochebuena.

Radiantes y relajados

No hay mejor manera de lucir radiante que habiendo descansado de manera apropiada. A partir de eso, todos los cuidados suman, como evitar los excesos en comidas y bebidas y procurar una adecuada presentación.

Ángela, de 46 años, gusta de cuidar su imagen. No es de aquellas personas que se arriesgan a no conseguir un turno en el gabinete por falta de previsión. Con una semana de anticipación se procura el corte de cabello y tinturado de raíces. La pedicura lo hace un par de días antes y deja la manicura para el último día, luego de preparar la cena.

También de manera previsora se asegura de escoger la ropa que va a lucir, y de esta manera ha educado a sus hijos. No es recomendable comprar ropa al apuro, dice, pues así no hay tiempo de probarse o elegir lo que realmente te vaya bien.

Para quienes desean ir un poco más allá y quieren mimarse, se puede optar, con mucha más antelación, por un tratamiento de belleza en un spa, luego una salida a un lugar agradable donde le plazca estar y disfrutar realmente de un tiempo para sí mismo.

Alternativas a los obsequios

No se debe perder la perspectiva de que es una época para disfrutar de la familia, de la armonía en el hogar. Visto de esta manera, no son imprescindibles los regalos ni los gastos excesivos.

Carlos, de 32 años, reflexiona sobre la importancia de apegarse al presupuesto para que la angustia no llegue después de las fiestas.

Él dice que la mayoría de la gente suma al sueldo de diciembre el ‘decimotercero’, pero se olvida de que el sueldo ya está comprometido para los gastos corrientes de cada mes, como son los servicios básicos, educación, alimentación, etcétera.

Por eso, dice, él tiene la precaución de coger papel y pluma para hacer una lista real de qué cosas debe adquirir. Y cuida de no alocarse cuando ya está en los centros de comercio, donde la gente parece comprar de manera compulsiva sin reparar en las deudas con las que empezará el nuevo año.

Si el presupuesto no alcanza para dar regalos a todos, o por lo menos no para complacer todas las pretensiones o pedidos, se debe conversar con los hijos y la pareja para acordar quizás darse un regalo que pueda disfrutar toda la familia u obsequios simbólicos, incluso algunos que pueden ser elaborados de manera artesanal.

Pregúntese qué es lo mejor que tiene para brindar y delo con sinceridad y entusiasmo.

¿Es posible una Navidad sin estrés? Coméntenos

Reuniones prorrogadas

Porque resulta difícil decir ‘no’ muchas veces terminamos con más compromisos de los que podemos cumplir, como la reunión de la oficina, del amigo secreto, del reencuentro de las amistades del colegio o la universidad... y estos se multiplican si tenemos hijos crecidos.

Hay que armarse de valor para comprometernos sin sacrificar la tranquilidad, no solo por el factor tiempo, sino también de costos.

En caso de que la agenda social sea muy diversa, procure prorrogar los encuentros para fechas posteriores a las festividades.

Organizar los traslados

Cuando se opta por las grandes reuniones familiares, si se tiene la dicha de contar con abuelitos, bisabuelos, etcétera, los traslados pueden ser una complicación, por lo que es recomendable hacerlo con tiempo.

José Mendoza, presidente de la Cooperativa de Taxis Paraíso, dice que en estos días el tráfico se intensifica al punto de “quedar atrapados” en medio de un congestionamiento. Sugiere que si se va solicitar una unidad, se lo haga con unos 20 o 30 minutos de antelación, teniendo en cuenta que seguramente va a demorar en llegar.

Muchas veces los familiares llegan de otras ciudades, incluso del exterior, esto también hay que tener en cuenta en la planificación.

Se puede acordar entre los familiares cercanos la tarea del traslado de los miembros mayores para que lleguen a tiempo, tranquilos y seguros.

La celebración religiosa

Jaime, de 62 años, previendo el tráfico vehicular y la falta de parqueo cercano a las iglesias, a más de la seguridad, acude temprano con su familia el día 24 a la misa de gallo, que celebra el alumbramiento de Jesús.

En el sitio web de la Arquidiócesis de Guayaquil se pueden consultar el calendario de Adviento y el horario de misas.

Cenar en casa o tal vez no

Yolanda, de 47 años, comenta que en su familia es una tradición tener una cena temprano en casa de los padres de su esposo. Son cuatro hermanos que, con sus respectivas familias, acuden a las ocho de la noche donde los abuelos llevando cada uno lo que ha acordado preparar para tener una breve ‘gran’ cena. Es una enorme alegría para los abuelos ver reunidos en su casa a sus hijos, nueras, yernos, los hijos de estos y hasta bisnietos.

La denominan cena exprés, porque comparten todos juntos: hermanos, cuñados, primos, sobrinos y nietos por un par de horas y luego cada familia celebra en su casa la Nochebuena con sus respectivos preparativos.

Para Gaby, de 28 años, la reunión en casa de la bisabuela también es sagrada. Dice que a nadie de su familia se le ocurre anteponer ninguna otra. Y su primo, por ejemplo, va a la casa de la novia luego de la cena.

A veces, las ‘supermamás’ quieren echarse el mundo al hombro y se las arreglan para cargar con todo el peso de los preparativos, no solo de la cena, sino del arreglo de la casa y tener listos a los hijos, además del trabajo fuera del hogar y las compras, incluso a costa de terminar en calidad de paquete producto del agotamiento.

Mariela y su esposo, una pareja joven con dos hijos pequeños, luego de conversar y barajar la posibilidad de cenar en algún restaurante que brinde el servicio de cena navideña, o pedir el servicio a domicilio, acordaron compartir todas las tareas, desde el arreglo de la casa hasta el cuidado de los niños y la preparación de la comida.

Mirar las estrellas en la playa

Desde hace varios años, Cecilia decidió no agobiarse con el estrés de la ciudad el 24 de diciembre; acordó con su familia que después de la jornada laboral, que en esa fecha se cumple solo hasta el mediodía, todos partirán rumbo a la playa para disfrutar en completa calma de la Navidad.

Elija disfrutar

Es posible que pensar en algún ser querido que se encuentra lejos pueda poner una nota de tristeza a la celebración. Dedíquele un tiempo previo para expresarle sus sentimientos, envíele una tarjeta virtual o llámelo un par de días antes, para evitar la congestión en las telecomunicaciones. Y procure estar presente en cuerpo y alma para los seres queridos que se encuentran con usted durante la Nochebuena.

El sitio web es.wikihow.com sugiere tomarse el tiempo para considerar que uno no es la única persona que lidia con una gran cantidad de estrés; de hecho, los demás también andan estresados. Reparar en esto hará que usted sea más amable y menos propenso a acabar en un conflicto.

Sea tolerante, pero tampoco a costa de perjudicar su estado de ánimo. Si por alguna razón le toca alternar con una persona que le resulta agobiante, lo mejor es ser prudente, cordial y mantenerse a una cierta distancia para preservar la armonía.

Si sabe que va a salir con amigos o familiares que simplemente no se llevan bien, trate de evitar la situación si es posible. Si está obligado a asistir al evento, manténgase alejado de las fuentes de conflicto y se sentirá menos estresado.

Procure rodearse de personas más positivas. Contrarrestar a los amigos que producen estrés con gente apasionada y que está entusiasmada con la vida, puede hacer que usted se sienta mejor acerca de sus circunstancias. Muchas veces una compañía agradable torna también agradables los ambientes.

Siguiendo la pauta de las personas que han compartido sus truquitos para enfrentar el estrés, toca empezar por reconocer cuáles son las situaciones que lo generan, afrontarlas y decididamente corregirlas.

No hay que perder la perspectiva de que esta es una época para disfrutar en paz y armonía. ¡Felices fiestas! (I)

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