Después de los supletorios...

09 de Marzo de 2014
Liliana Anchundia

Las calificaciones insuficientes son un suplicio tanto para los estudiantes como para sus padres. Cómo  evitar que se repitan en el nuevo año lectivo.

Mientras los demás se van de vacaciones, los estudiantes que no obtuvieron un promedio anual de 7 deberán vérselas entre repasos y angustias para no perder el año. Y con ellos, también sus padres sufren las consecuencias.

Causas

Son varios los factores que influyen para que los alumnos se queden suspensos. El psicólogo clínico Juan Diego Almeida menciona los que considera de mayor trascendencia:

-La falta de organización desde el inicio del periodo lectivo.
-El desinterés por los estudios, que  puede deberse a falta de motivación, conflictos familiares, conflictos personales o algún tipo de enfermedad o afección física.
-La falta de apoyo en el hogar, generalmente por parte de los padres, que usualmente delegan esta responsabilidad a terceros o esperan que sus hijos desarrollen por sí solos la autonomía necesaria para hacerse responsables de sus tareas.

-La falta de compromiso como “formadores” que tienen algunos docentes debido a que aún se manejan discursos autocráticos, en cuyas clases  los estudiantes pasan a formar parte de un condicionamiento parco como meros receptores de un saber pasivo y el profesor se convierte en el dueño y poseedor del único saber. Actualmente, el desafío de docentes y comunidades educativas en general es poder valorar a cada estudiante como un sujeto único y dinámico que está inmerso en un ambiente viciado de información, pero que no sabe qué hacer con ella.

La psicopedadoga Miriam Muñoz de Pazmiño observa que en la actualidad se impone la ley del mínimo esfuerzo; “muchos padres y estudiantes se conforman solo con aprobar el año”. A su juicio, incluso el discurso ha cambiado: ahora los padres preguntan “cómo hago para que mi hijo saque mejor nota”, en lugar de preguntar “cómo hago para que mi hijo aprenda”.

 

Más oportunidades

El Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural señala que si un estudiante no aprueba la o las materias en supletorio tiene una oportunidad conocida como “examen remedial” (art. 213), explica Almeida. “El docente de la asignatura deberá realizar un cronograma de actividades académicas que cada estudiante deberá cumplir  con la ayuda de un familiar, y 15 días antes del inicio de clases deberá rendir la prueba”. En ambos casos, el puntaje mínimo a obtener es 7 sobre 10.

Si reprueba 2 o más remediales, el estudiante deberá  repetir el curso. En caso de que  solo repruebe un remedial, puede rendir el examen de gracia y sacar mínimo 7. De no aprobar este examen, deberá repetir el año escolar.

Correctivos

Muñoz sostiene que el proceso educativo se basa en la trilogía alumno-profesor-padres, y esta debe tener constante comunicación. Recomienda  a los padres acercarse a  cada uno de los profesores y, de ser necesario, a los tutores u orientadores, y les pidan que  con sinceridad les hablen sobre el comportamiento y el desempeño en clase de su hijo o hija. Pues algunos no quieren oír que es indisciplinado o piensan que su aprendizaje  es tarea solo de la institución educativa. Luego,  hablar con el estudiante para detectar cuáles han sido sus dificultades y remediarlas.

Y agrega que hace falta que los profesores incentiven el amor al aprendizaje y al conocimiento. E insiste en que las clases deben comenzar con una realimentación del contenido y finalizar con una evaluación oral, para asegurarse de que los estudiantes han asimilado lo enseñado.

Mientras, Almeida les pide a los padres que comprendan que los primeros años de vida de sus hijos, tanto en la infancia como en la adolescencia, ellos deberían ser y convertirse en el referente principal de valores y disciplina de sus hijos. Es por esto que es vital que las relaciones entre padre e hijos logren mantener ese equilibrio que va a hacer que los hijos desarrollen seguridad y más confianza en ellos y puedan así poco a poco desarrollar su independencia.

“La organización es una habilidad, pero también se puede convertir en un hábito, y solo se puede dar cuando existe disciplina en la persona que la busca, es por esto que es imperante que los padres establezcan normas y hábitos, en común acuerdo con sus hijos, para lograr cumplir las metas que cada inicio de año trae”, indica Almeida.

¿Se puede lograr que  menos estudiantes reprueben? Coméntenos

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