Rincón italiano: Venturoso futuro

Por Epicuro
27 de Marzo de 2016

“En L’Italiano las porciones son abundantes y podrán ustedes almorzar o cenar sin temer el momento de pagar la cuenta”.

Sin bombos ni platillos, sin publicidad ni promociones, L’Italiano Ristorante hizo su camino, tiene solo cinco meses de existencia, ostenta cierto encanto. Marco Accardo y Geanina, su hermosa esposa, manejan solos el negocio, sin camareros, sin maître. Marco es siciliano, de Trapani, lugar que recuerdo por haber almorzado una vez en un restaurante llamado La Caupona con quesos caciocavallo, canestrato, vastedda (sándwich) del Belice y un regio vino tinto cuyo nombre no recuerdo.

Casados desde hace cuatro años, Geanina y Marco atienden con extrema gentileza. Pude notar que aquel local, algo íntimo, tiene detalles que revelan la mano de una mujer, la sal y la pimienta llegan en frascos en forma de bombillas, se respira un aire fresco gracias a un poderoso aunque silencioso split, las mesas llevan manteles negros, las servilletas son del mismo color, la decoración es sobria pero acertada, el ambiente es luminoso contrastando con plantitas verdes ubicadas al pie de falsas
ventanitas.

La carta es muy amplia, pero no encontrará jamones o embutidos importados, eso sí una cantidad de posibilidades, mariscos, ternera (vitello), pollo, lomo. Las pastas ofrecen las recetas clásicas: Alfredo (mantequilla, queso parmesano, crema), alla carbonara (tocino, huevo, aceite de oliva), alla matriciana (tomate, tocino, cebolla, pecorino, aceite de oliva, vino blanco,) alla bolognesa (tomate, carne de cerdo molida, cebolla, aceite, vino), alla putanesca (pimiento, anchoas, perejil, orégano, aceitunas negras, puré de tomate, cebolla) o simplemente con tomate fresco, con mantequilla.

Mi acompañante se sirvió unos espaguetis con mariscos  (pulpo, mejillones, langostinos). Es interesante notar que las pastas frescas se hacen en el mismo restaurante, así como el pan baguette, crujiente, sabroso. Muchos clientes llevan uno o dos a su casa. El café expreso lo hacen con una máquina  italiana Bacio. Todos los restaurantes deberían ahora poder servir un expreso verdadero. Si no quieren hacer un gasto de varios miles, Bondolfi tiene una práctica cafetera a un buen precio. Las cápsulas permiten un café intenso, ligero o descafeinado.

Pienso que L’Italiano tendrá un venturoso futuro porque sin sacrificar la calidad ofrece precios sumamente moderados. Las pastas frescas alla Alfredo salen a $ 9,96, el plato que lleva mariscos, camarones, langostinos, pulpo y mejillones está en $19,95. Las porciones son abundantes y podrán  almorzar o cenar sin temer el momento de pagar la cuenta. La mía para dos personas fue de $ 52,73 con IVA y servicio incluidos. Tienen un surtido suficiente de vinos con uno que otro italiano.

Marco Accardo se formó como panadero y pastelero profesional, lo que puede explicar por qué su tiramisú es tan sabroso, esponjoso, de gran suavidad. A pesar de su nombre que suena algo japonés, aquel postre nació en el Véneto (región italiana), lleva mascarpone, azúcar impalpable, huevos, amareto, bizcochos, chocolate y cacao, aunque existen variaciones sobre la receta clásica. El de Marco es uno de los mejores que haya comido.

Por los trabajos que se están llevando en la vía pública se ha puesto un puentecito para facilitar el acceso y superar el inconveniente. Si bien es cierto que Riviera y Carlo Colombara guardan el liderazgo en comida italiana, Marco y Geanina ofrecen platos de calidad a un precio de combate. (O)

epicuro44@gmail.com

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