Con pinta nueva

19 de Julio de 2015

Estas huecas acaban de ser reinauguradas con arreglos y cambios para mejorar su atención y estar a la altura de las exigencias turísticas, ya que en Raíces 2014 obtuvieron ‘padrinos’ y clientelas que los hicieron crecer.

La Tradicional, 6 de Marzo y Gómez Rendón
Se cumplió su deseo

Rosita Amendaño.

La mayor aspiración de Rosita Amendaño fue crecer y modernizarse. Desde hace 17 años vende chicha de arroz y dulces típicos con su esposo, Ángel Barba. Ahora, ver que todo esto finalmente se concretó la tiene muy contenta. “Fue un privilegio ser parte del plan de mejoramientos de huecas que impulsa el Municipio, porque nuestro local lo necesitaba, esta bebida tradicional requería un lugar más bonito para los clientes y estar a la altura del turismo”, cuenta.

Las mejoras a su negocio fueron patrocinadas por Corporación El Rosado e incluyen la readecuación de un nuevo local, con instalación de cerámica en piso y paredes, tumbado gypsum, luminarias, mesón, vitrina de exhibición, tablero de menú con caja de luz; remodelación de baño y cocina y pintura, gracias a una inversión de $ 20.000. Lo más llamativo del sitio actual son los colores de las paredes (blanco y celeste de Guayaquil), y la decoración con chazas y faroles en la fachada, y fotos de la ciudad antigua, en el interior.

 

Gran Arrecife, Vacas Galindo y Coronel
Más clientes, nuevo ‘mar’

Óscar Jordán.

Gran Arrecife nadó más rápido tras Raíces. Tanto, que aumentó su capacidad para su creciente clientela y ahora cuenta con un nuevo local de dos pisos y terraza, para 90 personas. Antes ocupaba un sitio esquinero. Allí contó con la asesoría de la compañía Ambev. “Al principio era el galpón que poco a poco lo fuimos arreglando, pero nunca estuvo acondicionado para un restaurante. Nos ayudaron según nuestras necesidades... Requeríamos un letrero y un dispensador de hielo”, recuerda Óscar Jordán, chef y propietario. Gracias al evento, aclara, sus ventas se dispararon, razón por la cual luego alquiló otro establecimiento para satisfacer su demanda. “Las ventas aumentaron en 50-80%. Eso me permitió arriesgarme a pedir un préstamo en la CFN. Así nació el nuevo local. Hemos mantenido el mobiliario rústico, con mayor confort de espacio y luz”.

 

Picantería Ivis, Pascuales
Siempre mejorar

Mary Ruiz.

“Como Pascuales ahora es turístico gracias a la regeneración, la gente busca este destino para comer fritada, porque saben que aquí está esta hueca”, comenta Mary Ruiz, una de las propietarias de Ivis, picantería con más de 45 años de vida. El platillo es muy solicitado en esta parroquia guayaquileña, desde que los comensales la degustaron en Raíces 2014. El restaurante se ha revitalizado con la ayuda de almacenes Tía, la cual se encargó de la reparación y pintura de puertas metálicas y paredes, reubicación de luminarias, colocación de letrero y la instalación de un autoservicio. Adicionalmente, la compañía cedió a los dueños una tarjeta de crédito empresarial, para las compras necesarias del local. También se comprometió a la elaboración de mandiles y cofias para mejorar la presentación e higiene del personal y brindar capacitación de buenas prácticas de manufactura y manipulación de alimentos. La inversión fue de $ 5.000. “Y seguiremos mejorando”, dice Ruiz, porque quiere continuar ofreciendo la mejor fritada de Pascuales. (G.Q.) (I)

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