La nueva calle Panamá
Una ‘regeneración diferente’ es lo que constituye la transformación de la calle Panamá, en el centro de la ciudad. El titular de la DUAR comenta algunos de sus cambios.
Hace tres meses se inició la regeneración urbana de la calle Panamá (desde Loja hasta Junín), en el centro de la ciudad. Y sobre esta, en abril pasado, la web de la Alcaldía de Guayaquil mencionaba en una de sus noticias que era “el inicio de la transformación arquitectónica, urbana y turística con la que el Municipio de Guayaquil comienza el rescate de esta emblemática vía que conecta no solo con la avenida 9 de Octubre, sino también con el tradicional barrio Las Peñas”.
El director de Urbanismo, Avalúos y Registros (DUAR) del Municipio porteño, arquitecto José Núñez Cristiansen, explica que este es un proyecto que el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, identificó hace más de tres años y cuya regeneración tiene un costo aproximado de tres millones de dólares.
“El alcalde dijo que necesitamos darles una visión, un incentivo a estas zonas grises de la ciudad alrededor del hipercentro de la urbe, a fin de que se desarrollen las actividades que nosotros vemos que los habitantes están requiriendo. Una de esas era la identificación de la calle Panamá, que antes era una vía de penetración importante a la zona bancaria”.
Además que históricamente tuvo un importante papel. Así lo resume una publicación de La Revista en el 2011: La zona cacaotera de la urbe se llamó en la época de la Colonia calle Real. Luego, en el siglo XVIII, se la conoció como La Libertad. Décadas más tarde, en 1924, se la denominó calle Panamá.
Los comerciantes y exportadores también estaban asentados en el malecón de la ría (río Guayas), donde tenían sus casas de comercio con amplias bodegas para almacenar el fruto hasta su exportación.
Por ello, Núñez indica que uno de los objetivos de este proyecto es crear un escenario para rescatar y presentar remembranzas históricas, costumbristas, folclóricas, cívicas, entre otras, de la urbe porteña; y que estas, de forma especial, las reconozcan y conozcan las viejas y nuevas generaciones.
Asimismo, que “sea el camino acompañando al malecón para ir al cerrito”, “que se desarrollen expresiones artísticas urbanas” y “que pueda complementarse con la Zona Rosa”.
Artes y educación
“La gente preguntaba si había un lugar para que el centro tradicional siguiera viviendo… y el alcalde pensó en la calle Panamá, donde hay casas patrimoniales muy lindas, aparte de que está cerca del río, tiene su historia. Entonces dispuso hacer un proyecto que combine nuestra obra de infraestructura de la regeneración, pero una regeneración diferente con una visión más dirigida al rescate de ciertos valores de orden costumbrista, cívico, folclórico. En definitiva, que pueda ser un agregado de valor más a la ciudad y para el turismo interno y externo…”, cuenta Núñez.
Un Museo del Cacao, una Casa de las Artes y un Museo de Historia Natural son proyectos que tienen la intención de estar presentes en esta zona a la que algunas personas han denominado “El Paseo de las Artes”.
También un Museo Municipal de Arte Moderno y Contemporáneo, que se ubicará en Loja y Rocafuerte. “Esa casa la expropiamos, es una casa patrimonial, no obstante ustedes la conocen que está hundida, pueden ir a verla, pero está totalmente estabilizada, consolidada (…). Contará con patios interiores, vistas desde arriba hacia abajo… y con ambientes integrados”, menciona Núñez.
“Los proyectos son intenciones, no siempre el Municipio expresa ‘los vamos a hacer’, salvo este, es un museo de la ciudad. Los otros el Municipio los impulsa, alienta, hace alianzas públicas privadas, quiere que la ciudadanía los comparta”, expresa Núñez.
Sobre el Museo del Cacao, comenta que existe el propósito de que esté situado en la Casa de Vicente Rocafuerte, en Imbabura y Panamá.
Asimismo, la Casa de las Artes estaría en una vivienda que la están expropiando (la Casa Guzmán), al frente del Museo del Cacao. En esta se tiene pensado llevar a cabo actividades artísticas de toda índole. “Queremos que allí los artistas puedan dejar sus instrumentos, hacer sus actividades, foros… luego salgan a la calle y comiencen a interactuar con los ciudadanos, turistas”, dice Núñez.
“Una cosa interesante acá es algo que incluso el Gobierno, en coordinación con el Municipio, quiere impulsar, es lo que ellos denominan el Circo Social (proyecto cuyo objetivo es que, a través de las risas, malabares, piruetas y equilibrio, entre otras artes circenses, busca rescatar a niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad)…, pues aquí está un escenario para hacerlo. El Circo Social también puede estar en la calle de las artes”, agrega.
El Museo de Historia Natural de Guayaquil recogería una “colección espectacular”. “Esta la desarrollaron por años los hermanos cristianos del colegio San José La Salle”.
En cuanto a otro tipo de obras están los proyectos del Swissôtel Guayaquil (calle Luzárraga, frente al Hotel Ramada) y el del Hotel Boutique y Residencias Giardini (Malecón Simón Bolívar entre Imbabura y Panamá).
El Swissôtel contaría con dos torres de 40 pisos cada una que se conectarían por un “paso vehicular aéreo” sobre la calle Roca. “Los accionistas de este gran proyecto ya se lo presentaron al alcalde, a nosotros, y está en proceso de aprobación”.
Mientras que el Hotel Boutique y Residencias Giardini es “el resultado de un arduo trabajo de un equipo de constructores, ingenieros, arquitectos, hoteleros y desarrolladores” (texto de la presentación del proyecto). Manejaría el concepto de jardín vertical que es el punto de partida para el diseño de arquitectura verde integrado a la naturaleza y la construcción domótica con sistemas de protección sísmica ‘Sismofuse’.
Detalles diferentes
Núñez cuenta que la regeneración urbana de la calle Panamá comprende una infraestructura diferenciadora que busca rescatar más espacios públicos.
“Se va a convertir en una calle de un solo carril –de norte a sur– con espacios de parqueo hacia el este. Es decir, cuando una vía cuenta con estas características, nadie puede hacer doble columna, para que tenga fluidez durante los periodos del día que será vehicular”, dice. “Esto nos permite que ganemos el espacio de la vereda del lado este en más de tres metros y medio a la ya existente más el por tal. Va a quedar una vereda de aproximadamente seis metros más el portal y en ciertas partes hasta más ancha (…). La intención es que la podamos peatonalizar, cerrar el tráfico a partir de la hora vespertina, desde las seis y media, siete, porque a esa hora no hay demanda vehicular (...). Se pondrá una cadena o un elemento especial para esto y será resguardada”, agrega.
Sin embargo, en las calles transversales a la Panamá existirán áreas de parqueo. Además, para que la gente cruce de un lado a otro, habrá en algunas calles pasos peatonales sobreelevados.
Todo el ancho de la calle tendrá asfalto, pero los portales y las veredas del lado este estarán adoquinados. “Son adoquines de cemento, supercompactos, de 30 por 30 cm y de 30 por 60 cm, de color gris combinado con terracota”, señala.
Lámparas de ledes formarán parte del alumbrado, al igual que paneles fotovoltaicos. También, como parte de sus recursos, utilizarán cámaras para controlar la seguridad y el tránsito. “Va a ser un espacio público muy lindo. Lo vamos a arborizar, el inmobiliario urbano va a ser profuso de bancas y otros elementos como jardineras, basureros, etc.”, dice.
Hasta el momento conoce que moradores y externos están interesados en implementar restaurantes, locales de artesanía, agencias de viajes y demás. “Se espera que los artistas estén por las veredas mostrando su talento rodeados de árboles, se paren a pintar, hacer música... que las personas lo vean (…). También la calle tendrá distintas alegorías de luces por las festividades”, anota.
Esculturas urbanas
Y alrededor de todo esto estarían colocadas esculturas a escala humana de personajes cívicos, costumbristas y folclóricos como José Joaquín de Olmedo, Vicente Rocafuerte, Medardo Ángel Silva, Juan Pueblo, el canillita, niñitos jugando al pepo, Juan Montalvo, Julio Jaramillo, Alberto Spencer, el Rey de la Galleta y demás.
“Queremos rescatar lo que era la calle de antaño para que especialmente los niños y jóvenes conozcan a estas figuras, se les acerquen, pregunten quiénes son, se tomen fotos… Por eso es que no queremos que estén solo en un pedestal, sino sentadas, paradas, como seguramente andaban por Guayaquil. Entonces, a Vicente Rocafuerte usted lo verá por ahí mirando las nuevas obras y preguntándose: ¿Dónde estoy?”.
Aún no está confirmado, pero quieren que las esculturas cuenten con una grabadora que reproduzca “las voces, frases y demás” de estos personajes. Además, se prevé que también estén en otros lugares de la ciudad. “Estamos muy entusiasmados. Creo que es un proyecto icónico que el alcalde ha madurado por varios años. Es un reto, un desafío para todos los guayaquileños. Pero creo que el ambiente que va a haber nos va a dar la oportunidad de poder expresarnos”, finaliza Núñez.