Accidente fatal destaca división de clases
La muerte de un estibador en Río de Janeiro despertó la lucha de clases sociales en Brasil. El causante es el hijo de uno de los hombres más ricos de ese país. ¿La justicia es para todos?
Empezó como otra noche de sábado en Brasil. Thor Batista, el hijo de 20 años de edad del hombre más rico de Brasil, conducía una noche de marzo de regreso de una cena en una churrasquería en las montañas por encima de Río. Iba en una autopista al volante del auto deportivo de $ 1,3 millones de su padre, un Mercedes-Benz SLR McLaren.
Wanderson Pereira dos Santos, de 30 años de edad, que vivía en una choza al lado de la carretera y trabajaba descargando camiones, iba en su bicicleta, en camino para comprar harina. Su esposa estaba horneando un pastel. Celebraban el cumpleaños de ella.
Cuando el McLaren de Batista repentinamente arrolló a Pereira dos Santos, matándolo de manera instantánea, fue evidente que el choque en ese tramo de la autopista representaba más que el encuentro entre los dos hombres.
Dos brasiles también chocaron de frente: uno en el cual una pequeña élite vive con una riqueza casi inconmensurable, y otro en el cual millones se ganan la vida a duras penas al margen de esa abundancia. “Ha habido tantas personas arrolladas que he perdido la cuenta”, dijo Caubi Lopes, de 49 años de edad, un trabajador manual que conocía a Pereira dos Santos y vive cerca del sitio del accidente automovilístico, en Duque de Caxias, en las afueras de Río. Unas 100 familias viven ahí en casuchas ubicadas en una ladera cerca de la autopista.
“Solo este caso ha atraído tanta atención debido a ese hombre”, dijo Lopes, refiriéndose al padre de Batista, Eike Batista, un magnate minero con una fortuna de $ 30.000 millones que acostumbraba estacionar el McLaren en la sala de su mansión.
Investigadores dijeron que Thor Batista no conducía a más de 100 kilómetros por hora (kph), por debajo del límite de velocidad de 110 kph.
Distintas versiones
Las muertes al lado del camino son tan comunes que rara vez alcanzan esa prominencia nacional. Según varias mediciones, Brasil hace frente a un gran aumento en las víctimas del tránsito. El país registró más de 40.600 muertes en el 2010, un incremento de casi 25% respecto del 2002.
Solo en la autopista donde murió Pereira dos Santos, al menos 391 personas fueron arrolladas por autos en los últimos cinco años, dijo una portavoz de la Policía.
Pero el accidente que mató a Pereira dos Santos el 17 de marzo ha despertado un debate en torno a la riqueza, la influencia y las muertes de tránsito, similar a un caso chino en el 2010, en el cual el hijo de un funcionario poderoso arrolló a una campesina, provocando indignación.
Brasil ha hecho grandes avances en reducir su desigualdad de ingresos, elevando a 40 millones de personas a la clase media en los últimos años, pero sigue clasificándose como la desigual de las naciones. “No comprendo por qué los padres ricos alientan a sus hijos jóvenes e inexpertos a conducir máquinas incompatibles con nuestras carreteras”, dijo Ruth de Aquino, una columnista de la revista Época, en un ensayo sobre Thor Batista. “No estamos en Alemania; no tenemos autobahns (autovías, en alemán)”.
Cléber Carvalho Rumbelsperger, el abogado de la familia de la víctima en este caso, dijo en los días posteriores al accidente que testigos afirmaban que Pereira dos Santos fue golpeado en el acotamiento de la autopista cuando Batista trataba de rebasar un autobús. Pero tanto Batista como su padre ofrecieron una versión muy diferente de lo que sucedió.
“El descuido del ciclista pudo haber causado tres muertes”, dijo Batista padre, de 55 años de edad, en un mensaje de Twitter al día siguiente de que Pereira dos Santos fuera sepultado. Dijo que tanto su hijo como un amigo que iban en el McLaren de dos asientos podían haber muerto.
Usando una nueva cuenta promovida por su padre, que tiene casi 700.000 seguidores en Twitter, Batista hijo también aprovechó el sitio web. Publicó docenas de mensajes, afirmando que Pereira dos Santos había estado en el carril izquierdo de la autopista. También dijo que él conducía dentro del límite de velocidad, mientras se jactaba de sus habilidades como conductor.
“Conduzco autos con transmisión automática con un pie en el acelerador y el otro en el freno, lo cual hace posible una reacción mucho más rápida”, dijo Thor Batista en un mensaje.
Explicó en otros mensajes que sufrió cortes después de que el cuerpo de Pereira dos Santos se estrelló en el parabrisas, y ordenó a su abogado que contactara a la familia de la víctima para ofrecerle ayuda, incluso el pago del funeral.
También dijo que nunca había estado en un accidente automovilístico. Pero el periódico O Globo informó que en realidad había chocado con un ciclista en Río el año pasado mientras conducía un Audi, fracturando la pelvis a un octogenario.
Thor Batista también describió en Twitter cómo dejó la escena del accidente más reciente, dejando a un guardaespaldas para representarlo. Señaló que un enfermero le dijo que necesitaba ser examinado en un hospital. Afirmó que más bien fue a su casa en el distrito exclusivo de Jardim Botânico, por sugerencia del médico de su familia.
Una vez en casa, Batista dijo que optó por regresar al tramo de la autopista donde Pereira dos Santos había muerto. Al llegar a una estación de Policía pidió tomar un examen de alcoholímetro, que reveló que no tenía alcohol en su sistema. Después de llenar un reporte, la policía le autorizó para regresar a casa.
Reincidencia
Foro
¿Debe permitirse ciclistas en autopistas? Participe
Pero algunos brasileños se preguntan por qué se le permitió a Batista conducir ese día de marzo, en primer lugar. La cadena de televisión Globo reportó que en el transcurso de 18 meses había recibido más de 50 multas asociadas con su licencia de conducir, incluidas numerosas penalidades por violaciones de velocidad, un total que normalmente resultaría en una suspensión de la licencia.
La investigación continúa. Aun cuando no se habían presentado cargos contra Thor Batista hasta principios de abril y habían sido contratados algunos de los principales abogados de Brasil para defenderlo, insistiendo en que es inocente. Los abogados también señalan una autopsia que demuestra que Pereira dos Santos había consumido alcohol antes del accidente.
“Thor Batista cumplió con todos los deberes de un buen ciudadano”, dijo Celso Vilardi, uno de los abogados de Batista.
Quienes sobreviven a Pereira dos Santos, incluidas su esposa y una tía, declinaron hacer comentarios, citando el consejo de su abogado, quien dijo que estaba buscando un arreglo financiero. Se reunieron personalmente con Batista hijo el 22 de marzo. Eike Batista dijo en una declaración que su hijo y él compartían la tristeza de la familia y les ayudarían con “toda la asistencia necesaria”.
La colisión ha enfocado la atención en el heredero de una de las fortunas más grandes de Brasil. Un perfil del 2011 de Batista hijo en la revista noticiosa Veja describió excursiones a Sao Paulo para visitar un club tras otro a bordo de un jet Gulfstream. Él dijo que era relativamente moderado en sus gastos, no destinando más de unos $ 3.300 por noche, y expresó su falta de interés en la lectura a menos que los temas incluyeran autos, fisicoculturismo y finanzas.
“Nunca he leído un libro completo”, dijo a la revista.
Eike Batista, mientras tanto, está defendiendo vehementemente a su hijo, poniendo en claro en Twitter que usaría todos los medios a su disposición en el caso. “Solo contrato a los mejores”, dijo, refiriéndose a su decisión de contratar a un exministro de Justicia para representar a su hijo. “¿Eso es un problema?”.