Gloria Hooper: Una baronesa en tierras manabitas

11 de Octubre de 2015
Susana Cárdenas Overstall | Fotos: Fabrizzio Cañizares

Gloria Hooper es miembro de la Casa de los Lores del Parlamento británico. Su vínculo con Ecuador va más allá de una visita oficial.

Gloria Hooper.Era una invitación pendiente. Una forma de retribuirle sus atenciones cuando la visitaba en Westminster a raíz de una amistad que surgió hace casi 10 años. Esta vez no estamos bebiendo el té de las tres de la tarde en los salones del Parlamento británico, ni en la campiña inglesa disfrutando de un Sunday Roast. Tengo el gusto de recibirla en mi tierra, Manabí, y ofrecerle un cebiche estilo Jipijapa preparado en casa y un pastel de chocolate con rosas con el más puro sabor manabita.

La baronesa Gloria Hooper, miembro de la Casa de los Lores (House of Lords) del Parlamento británico, celebra este año algunas fechas importantes: 50 años desde que estudió Derecho Internacional en la Universidad Central de Quito, 30 años desde que se convirtió en parlamentaria de Westminster y 20 años desde que fundó el Colegio Británico en Quito. Y es por este último motivo que visitó el país hace pocos días.

“Fui invitada a regresar a Ecuador a celebrar los 20 años del aniversario del Colegio Británico que inauguré cuando fui ministra de Educación de la Cámara de los Lores. Ese fue la razón original de mi viaje a Ecuador”, explica.

Pero también quiso aprovechar la oportunidad de visitar otras partes de Ecuador que no conocía y descubrir la relevancia del sector pesquero en Manta, las exhuberantes plantaciones de cacao Arriba Nacional en el Alto Manabí, admirar y comprar los finos sombreros de paja toquilla de Montecristi y comprobar la labor de fundaciones sociales como el hogar de ancianos de Funteman y la fundación de niños Shekinah, ambas en Manta. Un recorrido imparable para mostrarle el Manabí profundo y real que como anfitriona me correspondía.

Latinoamérica y Reino Unido

En un perfecto español, con voz baja y pausada, la baronesa Hooper tiene la capacidad de entablar conversación con las tejedoras de sombreros, con los campesinos de cacao, con las voluntarias de las ONG que visita. Es quizás una de los miembros de la Casa de los Lores que más vínculos tiene con América Latina. Tal vez su experiencia de vivir en Quito un año como estudiante y ser miembro activo de la Anglo-Ecuadorian y Anglo-Latin American Society de Londres, además de The Galápagos Trust, la convierte en una embajadora de la región en tierras británicas.

En el Parlamento británico existen dos cámaras. La Cámara Alta (House of Lords), en la que ella es miembro y la Cámara Baja, la de los Comunes que son elegidos por votación popular. El primer ministro británico y los diputados se sientan en esta última cámara. Pero los proyectos de ley deben pasar por la Cámara de Comunes a la Cámara de los Lores donde se los escrutinan de manera rigurosa y muy a menudo se los enmienda. “Cuando fui ministra de Educación de la Cámara de los Lores tuve que reformar la legislación educativa, un proyecto de ley que introducía una nueva disciplina en los colegios del gobierno y fondos para las universidades. Y el Colegio Británico de Quito surgió en ese momento, como un proyecto original del Consejo británico que serviría como ejemplo para replicar en otros países. Empezó con 24 alumnos. Hoy tiene 350”, explica.

Latinoamérica se la ve un poco distante desde el Reino Unido. ¿A qué se debe ese alejamiento?

Encuentro algo un poco difícil de entender porque el Reino Unido tuvo mucha participación con los movimientos independentistas de América Latina. Esto es recordado en muchos países de Latinoamérica, pero en Inglaterra, no.

El Gobierno británico de esa época y George Canning quien fue el ministro de Relaciones Exteriores y luego se convirtió en primer ministro apoyó financieramente e incluso hubo un regimiento británico que siguió a Simón Bolívar en su viaje independentista. Francisco de Miranda y Simón Bolívar vivieron en Londres y consiguieron dinero de fondos del sector privado y del Gobierno. Lo mismo pasó con San Martín y O’Higgins. Los vínculos se remontan a 200 años.

Tal vez otro de los problemas en las relaciones sea la barrera del idioma porque los británicos miran más a África o a otros países del commonwealth (mancomunidad de naciones) con quienes comparten lazos históricos con Reino Unido.

La situación en Europa es frágil. ¿Cómo enfrenta el primer ministro británico, David Cameron, este momento?

Debemos decir que existe una crisis económica mundial y el mundo se está recuperando. En el Reino Unido las cosas van bien. Acabamos de tener elecciones, donde ganaron los conservadores con una gran mayoría. En las elecciones previas los conservadores formaron una coalición los demócratas liberales y fue la primera vez en la historia que se dio esa coalición, a excepción de la Segunda Guerra Mundial. De momento, los conservadores tienen cinco años más para mejorar la economía que no está mal, el desempleo ha reducido, la inflación es baja. Y el precio del petróleo nos beneficia.

Con respecto a la Unión Europea existe un sentimiento en un sector de la población de no ser miembros de la Unión Europea por la crisis que afecta a la zona. La situación en Grecia es un claro ejemplo y España tiene severos problemas. Pero Reino Unido no comparte la misma moneda.

La Unión Europea empieza a salir airosa de la crisis, pero ahora tenemos este dramático aumento de inmigrantes. Nosotros siempre hemos recibido inmigrantes de los países del commonwealth (África, Jamaica, India, Paquistán), pero ahora con la guerra en Siria y los inmigrantes que vienen de África, motivados por los traficantes, se convierte en un fenómeno que afecta a toda Europa. Creo que cada miembro de la Unión Europea debería hacer su contribución y tratar de ayudar. Hemos incrementado el número de personas que recibiremos, pero la cifra se incrementa día a día, lo cual es triste.

Se conoce que el Reino Unido recibirá 30 mil refugiados en los próximos cinco años…

Así es. Nos concentraremos en personas vulnerables y familias.

¿Cuál es su opinión sobre Jeremy Corbyn, quien fue electo como el nuevo líder del partido laborista hace poco?

Fue algo extraordinario. Los candidatos que esperaban ganar, no tuvieron suerte. Jeremy Corbyn arrasó con un postura claramente de izquierda y triunfó ante los llamados Nuevos Laboristas que eran más de centro. A todos nos tomó de sorpresa, incluso a él mismo. Lo conozco muy bien porque tiene un especial interés en Latinoamérica (su esposa es mexicana). Y tiene una clara agenda en derechos humanos.

¿Tiene oportunidad de convertirse en el próximo primer ministro británico?

Es dificil decirlo. Teníamos un primer ministro que decía –“en política una semana es mucho tiempo, muchas pueden cambiar”–. Imagínese en cinco años cualquier cosa puede pasar. Al momento, parece poco probable que el país elegiría un primer ministro de extrema izquierda, pero nunca se sabe cuáles serán las circunstancias en cinco años.

Julian Assange en la Embajada ecuatoriana en Londres. ¿Cuál es su opinión?

Su presencia debe ser muy difícil para el embajador y su equipo. A eso súmele el costo de la vigilancia policial que es muy alto. Espero que las autoridades suecas logren entrevistar al señor Assange en la Embajada ecuatoriana y pongan un punto final a este episodio.

¿Qué recuerdo se lleva de Ecuador?

La exquisita cocina manabita, descubrir que el chocolate manabita es uno de los mejores del mundo y presenciar el triunfo en las elecciones donde La Manga del Cura decidió ser parte de Manabí. (I)

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