Almodóvar en el micro: Cine y teatro

Por Mercucio
18 de Febrero de 2018

“Aquí entra en juego un aspecto muy importante  y es la capacidad que cada grupo ha tenido para extraer un detalle de cada película y explotarlo!

Las chicas del montón, con Ana Belén Durán, Ana Rivas y Jonathan Estrella.

Mis lectores, espectadores y también amantes de las artes escénicas, han de estar esperando que el (o la) que escribe esta columna, piense en otros formatos de teatro y salir de lo “micro”, pero esta modalidad es lo que más teatro produce: todo el año, casi todos los días, de todo tipo y calidad. Esta vez no podemos dejar pasar por alto una propuesta valiosísima que el Microteatro de Guayaquil trae el mes de febrero.

En aquel lugar, ubicado en el malecón del Salado, se ha optado hasta el 3 de marzo por hacer una temporada de adaptaciones de las películas de Pedro Almodóvar. Hoy es más que necesario hablar de las líneas de interconexión que hacen posibles estas propuestas artísticas: hay una ayuda institucional que da apertura a teatros, da trabajo a los actores, beneficia al arte en general y la cadena de beneficios se puede extender aún más.

Es una verdadera revolución artística, la que, al menos en lo que respecta al teatro, no puede ser posible desde la individualidad y el autofinanciamiento. Las ciudades con más teatro son más seguras y por ende más felices.

Amado por unos y rechazado por otros, Pedro Almodóvar no deja de ser un referente importante en la forma de mostrar a un ser humano “monstruo”. No por una cuestión estética, sino por un excesivo miramiento y búsqueda de los rincones más oscuros e intrincados que conforman la complejidad de las personas.

Almodóvar dijo: “Las mujeres tienen una mayor capacidad para fingir”, tema que lo intrigaba desde muy pequeño al darse cuenta de cómo las mujeres de su familia se relacionaban y al mismo tiempo gracias a su “capacidad” evitaban muchos problemas. Es así que vemos cómo ganan en número los personajes femeninos en esta cartelera: Amárrame (Juan José Jaramillo y Scarlet Ortiz) - Viva Kika (Carolina Jaume, Alejandra Paredes, Jaime Tamariz) - Mujeres al borde (Itzel Cuevas) - La agrado (Víctor Acebedo) – Amor en tiempos de Almodóvar (Carolina Piechestein, Michelle Prendes, Isaac Garcés).

La homosexualidad, las perversiones sexuales, las heroínas cotidianas, los playbacks, lo kitsch con sus departamentos y vestuarios excesivamente coloridos y posmodernos, y las interrupciones a sus monólogos para dar paso a spots, conciertos u otras historias entrelazadas, son los temas que podrán ver en estas adaptaciones.

¿Por qué hacer “Almodóvar” en 15 minutos? ¿Qué tienen en común estas adaptaciones? Primero, es difícil imaginarse cómo sintetizar en tan poco tiempo la densidad de sus dramas o simplemente poder contar algo. Si ya está claro que el formato de “micro” es a veces insuficiente, se podría suponer que para un filme sería algo absurdo. Pero aquí entra en juego un aspecto muy importante y es la capacidad que cada grupo ha tenido para extraer un detalle de cada película y explotarlo.

Por último, una obra que me llamó mucho la atención Las chicas del montón, adaptación de la primera película comercial de Almodóvar Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón. Como se sabe, esta temporada es para un público adulto. En esta obra que dura alrededor de 25 minutos actúan Jonathan Estrella, Ana Belén Durán y Ana Rivas, quienes han utilizado los recursos que brinda la conformación de un grupo de teatro para autodirigirse; y atañe decir: es una obra muy bien montada. La obra hace cortes al espectador a cada momento y da risas para cada gusto a partir de ese juego de la comedia y la crudeza almodovariana. Durán se destaca como un excelente recurso actoral para la función. Al final de esta obra, más de un espectador se llevó un susto tremendo, que se apagó con risas nerviosas.

@_Mercucio_

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