Una revista de antología

20 de Marzo de 2016

Cuadernos del Guayas es la publicación insignia de la Casa de la Cultura, núcleo del Guayas. Nació en 1948, por iniciativa del entonces presidente de la institución, Carlos Zevallos Menéndez, y continuó todos estos años gracias a la apasionada labor de Cristóbal Garcés Larrea, un verdadero erudito, quien hasta la actualidad ejerce de director de esta revista de literatura y arte, parte fundamental de la historia del quehacer cultural.

Por estos días, el núcleo del Guayas de la Casa de la Cultura, presidido por la poeta Rosa Amelia Alvarado Roca, ha puesto en circulación una antología de la revista, a la que ha titulado Memorias de Cuadernos del Guayas. La editora es Matilde Ampuero, quien ha tenido la tarea de alistar una selección de las piezas y textos que configuran la publicación, que es un homenaje a los 70 años de creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y también a Cristóbal Garcés, puesto que no se podría pensar la existencia de la revista sin la gestión clave de este hombre. Por ello, la antología trae una entrevista con este artífice, que ya anciano, de manera lúcida y amena desgrana recuerdos, datos y anécdotas de sus andanzas por todos los continentes, con los Cuadernos bajo el brazo.

Estas Memorias de Cuadernos del Guayas son una muestra del valioso contenido que la revista ha brindado. Se reproducen los poemas que publicó en 1953, con el título de Jóvenes poetas ecuatorianos. También un material de 1971: un cuento de Gabriel García Márquez, titulado La noche de los Alcaravanes, con una ilustración realizada por el propio Gabo y una introducción de Garcés, que habla de la gratitud que debe tener Ecuador con el escritor colombiano, puesto que en 1970, cuando las universidades nacionales fueron clausuradas por decreto supremo, García Márquez escribió un texto solicitando al Gobierno la reapertura. Garcés cultivó una cercana amistad con el autor de Cien años de soledad.

Otro de los textos es uno de 1958, sobre la visita del poeta Pablo Neruda a Guayaquil. Ni la prensa ni nadie ha anunciado su llegada. El poeta Fernando Cazón va a la Casa de la Cultura y cuenta a sus amigos que Neruda está en la ciudad. Cuando le preguntan que cómo lo sabe, responde: “Un hombre que se parece a Neruda debe ser Pablo Neruda y anda con Enrique Gil Gilbert recorriendo la ciudad”.

El escultor Jorge Swett, hoy ya fallecido, es el autor de un texto que se publicó en 1949: una entrevista a la entonces jovensísima bailarina cubana Alicia Alonso, quien vino a Guayaquil. Este y otros muchos escritos forman parte de estas exquisitas memorias, de 164 páginas, que serán presentadas próximamente y de las que, según se ha comprometido en redes sociales la poeta Rosa Amelia Alvarado, habrá un nuevo
número. (O)

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