Una esposa en París

Por Hernán Pérez Loose
01 de Septiembre de 2013

En A movable feast (París era una fiesta, editorial Lumen. Barcelona, 2013), la obra póstuma de Ernest Hemingway publicada en 1964, y que en forma de autobiografía narra sus primeros años en París, el célebre escritor dice, refiriéndose a su entonces esposa, Hadley Richardson, “hubiera preferido morir antes de no haber podido amar a otra persona que no sea Hadley”. Un hermoso pensamiento que parece desentonar con la imagen de virilidad y dureza que proyectaba el autor de El viejo y el mar.

La frase capturó la atención de la escritora estadounidense Paula McLain, que luego de investigar aquí y allá por los archivos, cartas y documentos familiares se decidió a escribir en forma novelada sobre la vida de Hadley Richardson, especialmente los años en que vivió con Hemingway en París, un interesante libro bajo el título The Paris wife. La obra ha sido traducida al español como Mrs. Hemingway en Paris (editorial Alianza. Madrid, 2012).

Corría el año 1920 y Hadley, que a la sazón tenía 28 años, vivía en Chicago una existencia relativamente estable, rutinaria y de escasas sorpresas en cuanto al amor y la felicidad. Un mundo que terminaría abruptamente cuando conoce a un joven escritor de 21 años, lleno de ambiciones literarias aunque no haya publicado nada aún. Luego de un intenso noviazgo, la pareja contrae matrimonio y ambos parten para la capital francesa.

Allí vivirán intensamente, como solo se vivía en París en aquellos años. Rodeados de Gertrude Stein, Erza Pound, Scott Fitgerald, Pablo Picasso y otros protagonistas de la llamada “generación perdida”, Ernest y Hadley experimentaran los abismos y las estepas de sus primeros años de esposos y compañeros.

Pero así como París fue el fermento del amor entre los Hemingways, también terminó siendo su punto de quiebre. A la pareja le fue difícil lidiar con el ambiente de licor, jazz y estilo de amor libre que se respiraba por doquier. Mientras Ernest –quien logró trabajar como corresponsal del Toronto Star– luchaba por realizar sus sueños de marcar un hito en la historia de la literatura, Hadley se esforzaba por definir su papel junto al hombre que amaba, el escritor que admiraba y la ciudad que la embrujaba.

Al final los jóvenes Hemingways terminaron derrotados. Es como si nunca estuvieron preparados para toda esa avalancha de experiencias dulces, intensas y amargas que les aguardaban en el París de los años veinte. Los detalles los encontrará el lector en esta novela que hoy recomendamos.

hernanperezloose@gmail.com

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