Una gran sátira

Por Clara Medina
22 de Marzo de 2015

Un fresco de la marginalidad y la pobreza, de la demagogia y de la corrupción, del poder avasallador y oportunista y quizá también de la esperanza, es Poso Wells, novela de la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán –publicada originalmente en el 2007 y de la cual se han hecho algunas reediciones–, que para edificarse echa mano de varios recursos narrativos y que da como resultado una historia que puede leerse en clave policial y fantástica, con un lenguaje cercano al periodismo. Podría ser catalogada como una gran crónica. No es gratuito que el personaje principal sea Varas, un periodista que en un mitin político, en la cooperativa Poso Wells –un barrio marginal de Guayaquil–, es testigo de un cortocircuito que acaba con la vida del candidato presidencial y su comitiva, y que ve cómo uno de los sobrevivientes, en medio del caos y la oscuridad, es raptado por un grupo de hombres ciegos.

Varas investiga este caso y para ello se traslada a vivir a esa cooperativa, donde le alquila una pequeña habitación al primer habitante del barrio, un anciano de apellido Montenegro. De este territorio asolado por la violencia –y controlado por un abogado inescrupuloso llamado Salem– desaparecen no solo electrodomésticos y demás pertenencias, sino también mujeres, que nadie ha podido encontrar. A estos acontecimientos se suma la desaparición del hombre que integraba la comitiva del candidato presidencial fallecido y que de no mediar por el secuestro, sería su seguro sucesor.

Conversando con Montenegro, Varas se entera de una antigua crónica realizada por un extranjero y publicada en un diario, que hablaba de la existencia de la estirpe de unos hombres ciegos. El periodista conecta esa conversación con el secuestro del hombre y va a los archivos en busca de la crónica. Tras leerla, Varas intuye que en esa nota está la pista, pero ¿dónde buscar?, ¿cómo indagar? El azar lo lleva al lugar preciso. Jugando con el perro que ha adoptado, este cae en un hueco y baja a rescatarlo. Así descubre que ese hueco, que está en un espacio desolado, es la puerta de ingreso a un mundo subterráneo, regido por una diezmada y envejecida población de hombres ciegos, cuya preocupación es que su estirpe no desaparezca. Por ese motivo raptan a mujeres, a las que violan una y otra vez, con el fin de embarazarlas, para asegurarse la continuación de la especie.

Todo esto sucede en un lugar que nadie conoce, mientras en la superficie, la policía y el ejército revisan casa por casa para dar con el paradero del desaparecido. Estas instituciones se han movilizado para hallar al poderoso. A las mujeres pobres solo sus familiares las buscan, sin ayuda de nadie, y muchos ya han desistido. El ambiente de caos y confusión es preciso para que Salem quiera sacar provecho y los socios del secuestrado traten de apropiarse de los negocios. Junto a estos personajes que buscan el lucro personal, a través del soborno, la traición o la corrupción, existen otros que son la antítesis, que optan por la honestidad y que se convierten en un soplo de esperanza en medio de tanta podredumbre.

Poso Wells es una novela que no obstante tocar temas marginales y conflictivos, logra un nivel de humor y grandes dosis de ironía. Es una sátira. Todo ello sazonado con una escritura dinámica y un lenguaje lleno de ritmo, que hacen de esta una propuesta cercana a lo circense, que se convierte también en una crítica a la destrucción medioambiental, al capitalismo explotador, a los populismos y a esa forma de hacer política rayana en lo ridículo.

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