Buscando al rey

Por Hernán Pérez Loose
02 de Marzo de 2014

Muchos admiradores y seguidores de Robin Hood o de Ivanhoe han de recordar la mención que allí se hace a los problemas que enfrentó el rey Ricardo, conocido también con el mote de Corazón de León. Ricardo había sido encarcelado por el duque Leopoldo de Austria cuando el primero regresaba como un héroe de la Tercera Cruzada.

El duque exigiría una recompensa dineraria por la libertad de Ricardo como forma de dar por saldada una cuenta de honor que aquel alegaba a su favor por actos de Ricardo. Mientras tanto Juan, conocido también como Juan sin Tierra, el hermano menor de Ricardo, en ausencia de este último no ocultaba sus deseos de asumir el trono para sí.

La leyenda –que data del siglo XIII– da cuenta de las complicadas peripecias que le sucedieron a Blondel, un gran trovador y amigo de Ricardo, en su búsqueda de este por Europa; una tarea que otros habían renunciado por los peligros que entrañaba, cansancio, simple resignación o incluso cálculo interesado.

Es a partir de este punto del que arranca la novela de Gore Vidal En búsqueda del rey (A search for the king, editorial Edhasa, Barcelona, 288 páginas). La obra sigue una línea narrativa directa y sencilla, libre de complejidades. El autor prefirió seguir de cerca la leyenda en desmedro de la realidad. El lector se encontrará en el camino con dragones, gigantes, hombres lobos, vampiros, unicornios y otras bestias míticas.

Pero a Blondel le sobreviene una suerte de crisis existencial en su empeñosa y admirable búsqueda de Ricardo. En esta búsqueda el trovador terminará conociéndose quién es él, cuáles son sus límites y cuál su puesto en el universo. En este sentido, la narración nos surge más moderna que su argumento. Vidal, un consumado observador de las sutilezas del espíritu humano, recurre para ello a una sucesión de meditaciones, monólogos y reflexiones, especialmente al finalizar la novela.

No espere el lector encontrar en esta obra de Vidal ese rigor histórico que uno encuentra en novelas como Lincoln (hay una reciente edición de Edhasa, 2013) o Juliano, el Apóstata (Edhasa, 2008). En la que hoy comentamos abundan sus aventuras narradas a un ritmo intenso.

En búsqueda del rey es también un homenaje a la amistad, a la verdadera amistad. La infatigable búsqueda de Ricardo, su rescate y su regreso a Inglaterra para reclamar fue un testimonio profundo de ese misterioso lazo de fraternidad que se despliega entre dos personas.

hernanperezloose@gmail.com

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