Borges, identidad y olvido
Uno de los cuentos más fascinantes que escribió Jorge Luis Borges gira alrededor de ese intrigante fenómeno que es la memoria. El cuento (Funes, el memorioso) relata su encuentro con Ireno Funes, un joven uruguayo que gozaba de una rara destreza: era capaz de saber la hora exacta sin tener a la mano un reloj.
Un día, Funes sufre un accidente que le causa la pérdida de la memoria y de todo conocimiento. Pero luego logra superar su problema aunque en demasía, pues sucede que el joven ahora goza de una memoria asombrosa. Funes es capaz de recordarlo todo, hasta el más mínimo detalle.
Ireno no solo que había recobrado su habilidad de saber la hora exacta sin ver el reloj, sino que es capaz de recordar hasta el infinito. No conoce lo que es olvidar alguna cosa, una persona o un suceso por muy lejanos en el tiempo; todo, absolutamente todo, yace en su memoria. (“Más recuerdos tengo yo que los que habrán tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo”). Además, en su memoria, Funes almacenaba las características individuales de cada uno de sus recuerdos. (“Mi memoria es como un vaciadero de basura”) Era incapaz de abstraerlos en un concepto.
“No solo le costaba comprender que el símbolo genérico ‘perro’ abarcaba tantos individuos dispares de diversos tamaños y diversa forma; le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente)”. En su soledad Funes llega a catalogar cada recuerdo asignándole un número hasta que después fallece.
Para Borges, Funes realmente no tuvo la capacidad de pensar. “Pensar es olvidar las diferencias, generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos”.
Esta “larga metáfora del insomnio”, como la calificó Borges, ha sido objeto de algunas reflexiones. El filósofo italiano Vincenzo Vitielli, por ejemplo, escribió en el 2007 un interesante ensayo (Jorge Luis Borges, Tempo e memoria) inspirado en el cuento. En él concluye que todo lo inteligente ya se ha dicho, y que solo falta recordarlo. Hay una versión en español de la editorial Círculo de Bellas Artes de Madrid.
Un reciente análisis del cuento de Borges ha sido publicado este año (Borges y la Memoria, editorial Suramericana, Buenos Aires) escrito por Rodrigo Quian Quiroga. Lo interesante de esta obra es que estudia al cuento desde la óptica de la neurociencia. El autor sostiene que Borges se adelantó en muchos aspectos a los recientes avances científicos sobre la interacción entre pensamiento y memoria.
