Volver al pasado... en tren

Por Gonzalo Peltzer
30 de Julio de 2017

Inauguraron por fin el tren de Buenos Aires a Mar del Plata. Sale de la terminal de Constitución y el viaje dura casi siete horas. La noticia podría ser de hace 150 años pero no, es de julio del 2017. Le aviso que, hace 60 años, ir a Mar del Plata en tren tomaba cinco horas y así fue hasta que un día amargo de la historia argentina, un presidente y su ministro de Economía decidieron que los ferrocarriles no son una inversión sino un negocio… y como no son un negocio desamortizaron en dos semanas la inversión de 150 años. Quedaron abandonados miles y miles de kilómetros de vías con sus sistemas de señales, estaciones, talleres, silos, puentes, terraplenes, barreras... que habían civilizado nuestra geografía entre 1850 y 1990. Bueno, algunos trenes sobrevivieron, pero porque los subsidios eran negocio para los degenerados que los explotaron fregándose en los usuarios, y para los señores feudales de los dos sindicatos, que se quedaron con varios de esos negocios subsidiados y hasta con antiguos talleres para construir malls y clubes privados.

El pasaje de primera clase a Mar del Plata cuesta 200 pesos (casi $ 12) de lunes a jueves y 450 (casi $ 26) de viernes a domingos. Todo bien y no es tan caro, pero a pesar de su nombre la primera clase es la última. La primera de verdad se llama pullman y es más cara, porque ya se sabe que hay un mundo mejor cuando hay más plata. El tren tiene bar y comedor y está nuevecito, recién traído de la China. Lo que se pregunta todo el mundo es por qué un tren cero kilómetro, con vías, balasto y durmientes nuevos, es más lento que hace 60 años. Le explico:

Después de unas dosis de corrupción, en el segundo intento consiguieron durmientes que no se doblan y vías en condiciones para los nuevos trenes, que no son de alta velocidad aunque podrían llegar a Mar del Plata en poco menos de tres horas. Renovaron todo, pero no cambiaron la traza que hace 155 años une Mar del Plata con Buenos Aires (y conste que solo había que elevarla un poco en algunos tramos). Hoy hay 300 veces más autos que hace 60 años y hace 155 solo cruzaba las vías algún carro tirado por caballos y uno que otro gaucho de vez en cuando. El trayecto actual tiene 114 pasos a nivel que obligan al maquinista a reducir la velocidad por si algún distraído cruza wasapeando desde su celular. Además el tren para en doce estaciones, cosa muy cómoda porque usted puede subirse en Chascomús y bajarse en Viboratá…

Está buenísimo que haya vuelto el tren a Mar del Plata, pero a estas alturas tendríamos que estar llegando en hora y media, después de un viaje relámpago a 300 kilómetros por la llanura bonaerense en trenes supermodernos que surcan unas vías casi sin curvas ni cuestas empinadas. Es increíble cómo, aun haciendo esfuerzos para llegar al futuro, los argentinos conseguimos volver al pasado... (O)

gonzalopeltzer@gmail.com

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