Arte ‘degenerado’... rescatado

09 de Marzo de 2014
  • Don Quijote y Sancho Panza, Honoré Daumier.
  • Trabajo de Antonio Canaletto.
  • Pareja, Hans Christoph.
  • Jinete en la playa, Max Liebermann.
  • The Veiled, Otto Griebel.
  • Niño a la mesa, Otto Griebel.
  • Mujer sentada, Henri Matisse.
  • Hombre y mujer en la ventana, Wilhelm Lachnit.
  • Pintura de Otto Dix.

Cientos  de obras de arte halladas en Múnich son investigadas para determinar su origen.  Su expropietario  Cornelius Gurlitt espera que le sean devueltas.

Para Adolfo Hitler, no todo el arte que se producía en aquella época era digno de reconocimiento. Por eso llegó a etiquetar ciertos trabajos  como “arte degenerado”, pues su concepto se oponía al arte heroico e idealizado que impulsaba su régimen. Tal fue su rechazo que en julio de 1937 organizó la exposición Entartete Kunst, para ridiculizar todas las obras que no contaban con su aprobación. 

Un reciente hallazgo en Múnich permitió que muchas de estas piezas volvieran a ser mostradas al público, tras haber pasado  décadas ocultas  bajo el poder de Cornelius Gurlitt, hijo de  Hildebrand Gurlitt, quien trabajó para el imperio nazi.


 

La revista Focus sacó a la luz esta operación realizada por las autoridades alemanas, la cual se mantuvo en secreto por algunos meses, hasta  esclarecer el origen de las obras sin ningún tipo de presión mediática.

Sin embargo, tras la revelación del descubrimiento, en noviembre del año pasado, las autoridades  colgaron en Internet un listado de algunas de las obras halladas. Además advirtieron que no se hará una exhibición del material completo.

En el cine

The Monuments Men, escrito y dirigido por el actor George Clooney, recrea la operación del gobierno estadounidense  para rescatar importantes piezas de arte de las manos de los nazis.

La película se basa en el libro The Monuments Men: Allied Heroes, Nazi Thieves and the Greatest Treasure Hunt in History, de Robert M. Edsel.

Al enterarse del hallazgo de Múnich, Clooney declaró:  “Esto solo prueba que el arte robado es un negocio pendiente de la Segunda Guerra Mundial”. “No era suficiente que Hitler quisiera matarte; él  quería robar tu historia y para hacer eso se dedicaba a robar todo el arte”.

Gurlitt, de 81 años y quien padece del corazón, declaró en una entrevista para la revista Der Spiegel que esperaba que todos sus cuadros le fueran devueltos  y pidió a los medios que los dejaran de llamar “robados”, pues afirmó que él los heredó de su padre. “Con los cuadros podría haber esperado a la muerte. No hay nada en mi vida a lo que haya querido más que a mis cuadros”, dijo.  “Ahora habrán metido los cuadros en cualquier sótano y yo estoy solo. ¿Por qué no los dejaron donde estaban y no se llevaron solo los que querían examinar? Ahora no estaría todo tan vacío”.

Mientras, los abogados de Gurlitt cuestionaron a través de una carta publicada en el sitio www.gurlitt.info el marco legal en que se realizó la incautación y aseguraron que su cliente estaba convencido de que las obras eran una herencia legítima de su padre.

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