Marcelo y Francisco Pinoargotti

12 de Agosto de 2012

A usted lo crio una tía. ¿Fue aquello una ganga porque con créditos económicos lo ayudó a montar un conjunto de rock cuando apenas tenía 12 años de edad?
Ella no me compró ningún ‘artefacta’ musical, pero sí me facilitó la vida siendo el ‘comandato’ de mis pasos.

A los 15, cuando tocaba en el Santa Ana Music Hall, usted fumaba y bebía. Es decir que de chico no era un buen muchacho.
Mire cómo es la vida. Ahora que tengo 37 ya no hago lo que hacía a los 15. Viví de chico para aprender de grande.

Actualmente, a pesar de que aún es chico, pero por su estatura, ¿se siente un grande de la comedia?
El público me agranda, me estira, me ensancha con sus aplausos y ovaciones, y aquello agiganta a cualquiera, pero sigo siendo chico, como usted dice.

Enrique Jardiel Poncela dijo que “el amor es una comedia en un solo acto: el sexual”. ¿Comparte esta idea?
No tanto. El amor pudiera ser un drama de un solo acto: el matrimonio. Pero me gustan más estas otras frases de Enrique Jardiel Poncela: “Cuando tiene que decidir el corazón es mejor que decida la cabeza” y “El que no se atreve a ser inteligente se hace político”.

Hablando de política, ¿cuáles monólogos son más divertidos: los suyos o los del presidente Correa?
Los del presidente me parecen interesantes pero repetitivos, y no sé si paguen por verlo como sí ocurre en mi caso. De cualquier forma, pienso que ya es hora de que Rafael gane un premio ITV.

Al nacer todos ya sabemos llorar. ¿Es posible que existan personas que nunca aprendieron a reír?
Quien no ríe no tiene alma y quien no tiene alma es político. ¿Estamos hablando de alguien en especial?

¿A qué se debe que hoy la alta fidelidad solo se ve en los equipos de sonido?
Se debe a los bajos valores de lealtad. No obstante, hay equipos que vienen con daños de fábrica.

¿Es peligroso que un diabético se vaya de luna de miel?
Por supuesto que sí; y si la esposa resulta melcocha, lo mata. ¡Mucho ojo con el seguro de vida!

¿Por qué será que a las cuatro de la mañana uno nunca sabe si es demasiado tarde o demasiado temprano?
Todo depende de la forma de verlo. Un vaso puede estar medio vacío o medio lleno. En todo caso, las cuatro de la mañana es una buena hora para dormir o levantarse.

Gracias a su vena humorística, ¿se siente inexpugnable a la amargura?
No. Para qué me voy a amargar por la amargura. Si la amargura me amarga, es seguro que termine amargado como candidato presidencial perdedor.

¿El negocio más expuesto a la quiebra es el de la cristalería?
Cualquier negocio que no esté al margen de los principios es más frágil que el cristal. Sin embargo, me gusta el cristal de… Bohemia.

¿El poder de la creación reside fundamentalmente en la soledad?
El de la escritura sí como parte del proceso creativo, pero el de la creación en sí se basa en lo que se vive, en lo que se ve;  uno se convierte en un recolector de anécdotas y a estas se las une con la goma de tu esencia (soné a Arjona, ja, ja).

¿Qué quisiera que escriban en su epitafio?
Nada. Mi voluntad es no tener tumba.

¿Cuál será su alegato en el Día del Juicio Final?
Ninguno. Cantaría de Albert Hammond: “Échame a mí la culpa de lo que pase…”.

¿Qué piensa hacer después de muerto?
Tengo algunas ideas, entre ellas sumarme a las almas que dicen que penan en Carondelet, para que el presidente de turno no se apene de mi ausencia terrenal.

Hágase una pregunta y contéstela.
Si  pudiera cambiar algo en mi vida, ¿qué sería?... Nada, hasta de mis más terribles y grandes errores aprendí.

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