El único filme de Anna Pavlova

26 de Marzo de 2017
  • En el set de grabación. La cinta fue una de las producciones más costosas de la época.
  • Desde la izquierda: Douglas Gerrard (Alfonso), Anna Pavlova (Fenella) y Edna Mason (Elvira). La trama se desata cuando el noble español seduce y luego abandona a la adolescente italiana.
  • The Dying Swan es el solo coreográfico, de 4 minutos, que le dio a Pavlova el reconocimiento mundial.
  • Seguir sus movimientos. La directora olvidó la cámara estática, famosa entonces, para seguir a Anna en su actuación.

The Dumb girl of Portici (1916) inmortalizó como actriz a la famosa bailarina y coreógrafa rusa. Fue dirigida por otra mujer, Lois Weber.

Se trató de la unión de dos íconos femeninos: la bailarina rusa de ballet Anna Pavlova (1881-1931) y la primera mujer en dirigir un largometraje en Estados Unidos, Lois Weber (1879-1939).

Para ambas, la producción silente The Dumb Girl of Portici (La chica tonta de Portici) se convertiría en una pieza única que permitiría que nuevas generaciones se acercaran a estas facetas suyas casi desconocidas.

Este año, el Museo de Bellas Artes de Houston desempolvó la producción hecha para Universal Films, en 1916, para presentarla, este mes de marzo, completamente restaurada como parte de su celebración del mes de la mujer en la historia.

La producción cinematográfica se inspiró en la ópera francesa La Muette de Portici, escrita por

Daniel-François Auber, en 1828, y cuya trama se desarrolla a mediados del siglo XVII, durante la ocupación española en Nápoles.

La protagonista es Fenella

(Pavlova), una pobre adolescente italiana, quien ha perdido la habilidad de hablar y que trabaja como pescadora. El drama empieza cuando Fenella se enamora de Alfonso, miembro de la nobleza española, quien la seduce y abandona. Este acto enardece a su hermano, quien agita a los ciudadanos a levantarse contra los invasores.

Esta ópera jugó un rol cultural muy importante al establecer los parámetros del género de la Grand Opera: una estructura de cinco actos, la secuencia de ballet obligatoria, el uso de efectos espectaculares en escena, la fijación en una pasión romántica sobre un trasfondo de problemas históricos serían los estándares del resto de producciones del mismo género, durante el siglo XIX.

“En el rol de Fenella, Pavlova convierte la danza en un gesto todavía más delicado y humilde, actúa con todo su cuerpo, con movimientos incluso en reposo antes de romperse en un ángulo de dramática agonía, aun sola, es contemplación, un anhelo solitario, Pavlova coreografía el mundo interior de Fenella”, escribió Richard Brody para The New Yorker.

Las versiones que sobreviven de esta producción están resguardas por el British Film Institute, y recientemente se localizaron nuevos minutos de la cinta en la Biblioteca Pública de Nueva York. Fue restaurada por la Librería del Congreso de Estados Unidos. (I)

The Dumb Girl of Portici. Official Trailer from Milestone Film & Video on Vimeo.

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