Invitación a repensar: Chicos y grandes

Por Connie Hunter
19 de Octubre de 2014

“Su interés por encontrar soluciones a problemas actuales que afectan a chicos como ella, hicieron que Google la considerara entre las finalistas de la Feria de Ciencias 2014”.

Hablar de acoso virtual o cyber bullying ya es común, aunque no se lo haya experimentado en carne propia. Muchos han incorporado el término y conocen el significado, hablan de prevenir, de estar atentos ante cualquier indicio y, especialmente quienes lo han padecido y superado, buscan ayudar a otros. Su compromiso llega a ser su razón de vida, crean fundaciones y una serie de estrategias para dar soporte a las víctimas.

Del acoso virtual se conocen muchas historias con finales atroces. Se habla de consecuencias como la depresión, baja autoestima y, en casos extremos, el suicidio. Hay pocas anécdotas felices y constructivas a partir de este tema. De ahí que consideré importante realzar la historia de Trisha Prabhu.

Se trata de una menor de 13 años que vive en el estado de Illinois, Estados Unidos, quien desarrolló un sistema que hace que los usuarios de las redes reflexionen sobre lo que van a publicar. La aplicación llamada Rethink fue finalista en la feria de ciencias de Google este año.

Según explica Trisha, ella partió de la hipótesis de que si los adolescentes entre los 12 y 18 años tuvieran un mecanismo de alerta que les sugiriera replantear su mensaje en las redes para hacerlos menos hirientes, ellos lo corregirían. De esta forma se reduciría el acoso virtual.

De su hipótesis surgieron dos sistemas de software, el baseline y el rethink. Este último midió el número de mensajes hirientes que los adolescentes estaban dispuestos a publicar luego de ser alertados a replantearlos. El primero, en cambio, mide lo mismo sin dar una alerta. El resultado fue que el 93,43% de los adolescentes estuvo menos dispuesto a publicar un mensaje dañino luego de que pasara por este filtro. No así con el que no daba la alerta. Luego de haber notado el éxito de su propuesta, la menor aplicó un prototipo de Rethink en internet y en plataformas móviles.

Una niña que a los 6 años se inspiró en un libro sobre los daños del calentamiento global y a partir de eso pasó semanas diseñando carros que se movieran con viento y agua; que se fascina con las ciencias, la psicología, la tecnología y el deseo de ayudar a otros con sus ideas nos da un ejemplo admirable. Su interés por encontrar soluciones a problemas actuales que afectan a chicos como ella hicieron que Google la considerara entre las finalistas.

Aunque no haya ganado su idea, su conclusión es motivo de reconocimiento. Volver a pensar sobre una cosa y hacerlo con reflexión y detenimiento. Eso es repensar. El mundo virtual nos motiva muchas veces a actuar por impulso. Y ahí, como aquí, no hay “undo o “deshacer”. Lo que se dice queda, así lo haya borrado el autor posteriormente. No falta quien haga una captura de pantalla para darle más tiempo de vida a un tuit. Trisha invitó a repensar a los adolescentes sus mensajes hirientes. Extiendo esa invitación a los adultos.

En el sitio web www.googlesciencefair.com se puede conocer más sobre el proyecto de Trisha, así como el de los ganadores.

chunter@eluniverso.com
@conniehunterdg

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