'Un largo camino' es película
Después de 55 años, On the Road es finalmente una película basada en el libro de Jack Kerouac. Fueron el director brasileño Walter Salles y el guionista puertorriqueño José Rivera quienes lo lograron.
Desde Marlon Brando hasta Jean-Luc Godard y Brad Pitt. Ellos trataron de llevar al cine la novela de culto de Jack Kerouac, En el camino (On the Road). Ha sido una larga espera que no fue por falta de deseo: Kerouac quería apasionadamente ver su libro llevado al cine, e incluso llegó a escribirle una carta a Brando prometiéndole que transformaría los pasajes líricos de su libro en una “estructura estilo película”.
El nuevo filme, adaptación de una novela, pertenece a los títulos míticos de la literatura estadounidense. Un viaje desenfrenado a finales de los años cuarenta que se convirtió en el libro clave de la Generación Beat (Beat Generation).
El guión estuvo a cargo del portorriqueño José Rivera, que ya trabajó con Salles en Diarios de Motocicleta. En el camino debutó en el Festival de Cine de Cannes, donde se estrenó muy lejos de las carreteras estadounidenses recorridas por Sal Paradise y Dean Moriarty, los personajes inspirados en Kerouac y Neal Cassady, respectivamente.
Ha sido un largo camino para On the Road. Aunque hubo interés en una adaptación de Hollywood tan pronto como se publicó, las varias negociaciones y guiones adaptados resultaron infructuosos. Francis Ford Coppola adquirió los derechos de la novela en 1979, pero tampoco logró su cometido. Su hijo, el director Roman Coppola, fue quien produjo On the Road.
Salles se involucró con el proyecto cuando realizaba Diarios de Motocicleta (2004), el viaje por Sudamérica que realizó el joven Ernesto Che Guevara. “Ambos filmes”, dijo Salles, “hablan de un despertar social y político. Es sobre la búsqueda de esa última frontera que nunca encontrarán. También es el descubrimiento de que este es el final del camino y el final del sueño americano”.
Para los especialistas, gran parte del problema de adaptar On the Road fue una narrativa llena de divagaciones en la que Paradise y Moriarty realizan una serie de viajes en auto en el EE.UU. de la posguerra, donde su estilo intelectual y bohemio (y copiosa cantidad de cigarrillos, alcohol y marihuana) a veces choca con una sociedad más conservadora. Hay muchas mujeres en el camino.
Kerouac escribe: “La única gente para mí es la loca, aquella que está loca por vivir, loca por hablar, loca por ser rescatada, deseosa de todo al mismo tiempo, aquella que jamás bosteza o dice un lugar común, sino arde, arde, arde como fabulosas velas amarillas romanas”.
Pero para revivir los primeros días de la Generación Beat, Salles hizo todo lo que pudo en busca de realismo. Pasó cinco años haciendo un documental inédito sobre el libro y dice que en total la realización del filme cubrió casi 100.000 kilómetros. “Esos personajes en el libro tuvieron la valentía de experimentarlo todo en carne propia”, destacó Salles.
El director
Walter Salles, nacido en Río de Janeiro en 1956, empezó a rodarla a mediados del 2010. “Es una historia sobre una amistad rota (la de Kerouac y Cassady), pero es también el relato de la escritura de un libro sobre estos personajes, que viven la vida intensamente... Habla de la pérdida de la inocencia”, dijo Salles.
El director, que ya filmó historias en forma de road movie en Estación Central y Diarios de motocicleta, arma en On the Road su viaje por tierras norteamericanas. “La historia tiene el ritmo del be-bop (estilo musical del jazz), construida por capas. Era necesario traducir esto al guion sin que perdiera su espontaneidad”, explicó el realizador.
“Quería, sobre todo, darle una profundidad tridimensional a los personajes”, confió el cineasta, que recordó que había descubierto este libro a los 17 años, en la época de la dictadura militar en Brasil, y había empezado a pensar en su adaptación hace ocho años.
Pero el proyecto no vio la luz por falta de financiación. Luego, hace dos años, en una conversación con Salles, el productor francés Marin Karmitz mostró su interés por esta adaptación al cine del mítico libro.
Los actores
Los protagonistas sintieron el peso de las expectativas de los millones de admiradores del libro, pero dijeron que esto les ayudó a crear un lazo, aunque no es tan erótico como el de sus personajes.
El actor Garret Hedlund encarna a Dean Moriarty, inspirado en el escritor Neal Cassady; Kristen Stewart (Crepúsculo) interpreta a Marylou (Luanne, la primera esposa de Cassady), y Kirsten Dunst a Carolyn Cassady, la segunda esposa de este. Los tres jóvenes actores interpretan un triángulo amoroso.
Kristen Stewart entiende el atractivo de la libertad de viajar. Dijo que la forma como captura el sentimiento embriagador de los primeros años de la edad adulta es atemporal. “Estás tan lleno de algo que es difícil de identificar a esta edad. Esa celebración de juventud y exploración es algo que se envidia”, dijo Stewart (22 años).
Hedlund, quien ha actuado en Troy y Tron: Legacy, interpreta al carnal y vital Moriarty. El actor, oriundo de Minnesota, dijo que algunas cosas han cambiado desde que Kerouac escribió su historia desenfrenada e impresionista. “En ese entonces un auto costaba unos 100 dólares y todo lo que podías elegir era entre un radio y un calentador. Las cosas parecían un poco más libres”, dijo Hedlund de 27 años.
“Las carreteras parecían más abiertas que ahora, pero las ambiciones de los jóvenes eran las mismas. Todos entre los 17 y los 21 o 22 años sienten que pueden alcanzar lo que quieran en la vida si son suficientemente ambiciosos”.
El británico Sam Riley (32 años), cuyo papel revelación fue en Control como el vocalista de Joy Division, Ian Curtis, sintió que encajó muy bien en su papel de Sal Paradise. “Garrett y yo pasamos seis meses al lado del otro. Tengo amigos con los que no sé si podría pasar todo ese tiempo. Para un tipo de Yorkshire y un chico de Minnesota, dos actores jóvenes que tienen su propias ambiciones, pudo ser un desastre total, un choque de egos. Pero en todo momento Garrett me apoyó y
yo a él”.
El gran escritor William Burroughs es encarnado por Viggo Mortensen. “A menos que uno lo reviva releyéndolo, reimaginándolo, actuándolo, es algo muerto. Uno tiene que releerlo para traerlo a la vida de nuevo. La historia tiene una resonancia contemporánea particular en una época en la que los jóvenes protestan por el colapso de la economía y la Primavera Árabe. Creo que la espera valió la pena”, destacó Mortensen. (A.C.J.)
“Es una historia sobre una amistad rota, pero es también el relato de la escritura de un libro sobre estos personajes, que viven la vida intensamente... Habla de la pérdida de la inocencia”.
Walter Salles
Fuente: Agencias
autor de un movimiento
Jack Kerouac nació en EE.UU. en 1922 y murió en 1969. Fue hijo de una familia de emigrantes franceses de Canadá que se asentó en EE.UU. Tras su formación secundaria fue requerido por varias universidades para su ingreso, por ser buen practicante del fútbol americano, e ingresó en la Universidad de Columbia. Abandonó el deporte y la universidad como consecuencia de una fractura de pierna, y trabajó poco tiempo como marino mercante.
Comenzó a escribir desde muy joven y toda su producción la realizó en muy pocos años, caracterizados por una vida nómada y marcada por el alcohol. A partir de 1957 conoció a una serie de escritores de su época, con los que formó la llamada Generación Beat y por la cual obtuvo reconocimiento público.
Empezó a escribir a los 17 años y entre sus primeras influencias sobresalieron Ernest Hemingway, William Saroyan, Thomas Wolfe y Jack London, hasta el descubrimiento de Henry Miller, al que consideró su auténtico maestro.
Desde muy joven estuvo influenciado por las filosofías orientales, convirtiéndose en un practicante budista. Murió por las consecuencias de una cirrosis. Fue autor de poemas y novelas, entre los que, como él decía, no encontraba diferencia. Además de fundar un movimiento literario, la prosa de Kerouac inspiró como ninguna otra a los jóvenes americanos de la época, para quienes la carretera se convirtió en sinónimo de libertad y aventura.
Poco después empezó a interesarse por el budismo y viajó con el poeta Gary Snyder a Yosemite, California, en busca de la unidad con la naturaleza; de esta experiencia saldría otro de sus libros más conocidos, Los vagabundos del Dharma (1958), en el que describe las etapas del acceso a una nueva espiritualidad.
‘BEAT’ EN SU APOGEO
“Un joven de 21 años me preguntó el otro día lo que había ocurrido con la Generación Beat. Él se vestía y peinaba como quería, estaba contra la guerra en Irak, se interesaba en la ecología y el budismo... Le hice la misma pregunta: ¿Dónde está la Beat Generation? Estaba dentro de él. No es fácil explicarle eso a la gente. Además, no es necesario”, declaró Salles al momento de presentar su filme en Cannes.
En el camino, de Jack Kerouac; Howl (Aullido), de Allen Ginsberg; y El almuerzo desnudo, de William S. Burroughs, son las principales obras literarias de la Generación Beat, un grupo de escritores iconoclastas estadounidenses de la década del cincuenta que influyó en la contracultura o movimiento hippie mundial.
El término beat comenzó a sonar de tal manera que en 1959 Kerouac trató de definir la palabra relacionándola con beatitud y beatífico. Todos los miembros del grupo eran contemplativos, amaban la naturaleza, meditaban.
Kerouac, apodado King of the Beats, aparece en su propia novela bajo el nombre de Sal Paradise, un personaje un tanto en segundo plano, fascinado por Dean Moriarty, que en la realidad era el ícono de los poetas de la época, Neal Cassady, un hombre con un gran carisma, ávido de libertad y enamorado de mil mujeres.
El escritor William S. Burroughs, llamado en el libro de Kerouac Old Bull Lee, era un gurú que se drogaba con heroína, anfetaminas, marihuana y otras drogas. Era el mayor de todos y el más sombrío de los beats. Su obra El almuerzo desnudo propone una metáfora de la condición humana a través de la adicción a las drogas.
Joan Vollmer, bautizada Jane en la célebre novela de Kerouac, antes de convertirse en la compañera de Burroughs era uno de los miembros fundadores del círculo beat en su capítulo neoyorquino.
Joan Vollmer conoció un fin trágico en México, donde Burroughs la mató por accidente cuando practicaba el tiro al blanco sobre una manzana que ella tenía puesta sobre su cabeza.
Otro miembro célebre de ese grupo de amigos escritores es el poeta Allen Ginsberg (interpretado por Tom Sturridge), quien en On the Road aparece bajo el nombre de Carlo Marx.