Las arenas del surf

10 de Noviembre de 2013

La adrenalina es el ingrediente que agita el corazón de los practicantes del llamado sandboard. Aquí algunos de los destinos.

Aunque los estadounidenses reclaman el crédito por la creación de esta actividad, el sandboard apareció en Sudamérica a mediados de la década del ochenta en Brasil, en la isla de Santa Catarina (Florianópolis), practicado por los surfistas de esta zona como una alternativa para seguir gozando en los días sin olas.

A partir de entonces, los aficionados a ese deporte se han multiplicado en el mundo como granos de arena (bueno, no tanto) para conquistar escenarios que hoy son vistos como seductores destinos.

El sitio más cercano para los ecuatorianos es posiblemente Huacachina, en el departamento de Ica, localizado a unos 300 kilómetros al sur de Lima. La experiencia comienza con la visita a este lugar que parece un oasis sembrado en medio del desierto, exhibiendo una gran laguna natural rodeada de palmeras y abundante vegetación.

Alrededor de la laguna funcionan restaurantes y operadoras de turismo que alquilan buggies para recorrer las dunas que se levantan en la zona. Pero el rey de los deportes allá es el surf sobre la arena, que invita a los visitantes a usar en los pies una especie de esquí ancho (similar al usado en la nieve) que permite los deslizamientos desde las cumbres de estas colinas amarillas que se levantan hasta los 150 metros de altura.

Los principiantes suelen tomarse las cosas con calma, pero los más experimentados (los jóvenes residentes) asombran con velocidades que superan los 60 km/h.

Toda esta región es turística, ya que cerca se localiza la reserva natural de Paracas, que junto a la costa permite observar animales marinos y disfrutar de sus playas en hoteles cinco estrellas, y la ciudad de Pisco, cuna del famoso licor de uva y hogar de los viñedos y empresas (muchas familiares) productoras (M.P.).

 

FloriAniápolis (Brasil)
El culto por el desierto

Es la cuna sudamericana del sandboard. Dentro de las distintas playas de esta isla del suroriente brasileño, Joaquina es conocida como el sitio donde aquel grupo de frustrados surfistas agarró sus tablas para comenzar a deslizarse por primera vez por las dunas, ya que no quería desperdiciar sus vacaciones en los días sin olas.

Hoy, Joaquina es el principal refugio de estos aficionados en el país gigante de Sudamérica, adonde acuden legiones de jóvenes para practicar el surf en la arena. Las dunas de Joaquina son un lugar excelente para pasar el fin de la tarde divirtiéndose en la arena y contemplando las evoluciones de quienes se animan a realizar saltos y malabares sobre el esquí.

El grupo asiduo de jóvenes que acude a Joaquina se considera prácticamente un culto de amantes del desierto, una especie de escorpiones o navegantes de las dunas que sienten el privilegio de sentir la naturaleza a la velocidad que les brindan las pendientes.

Esta es una de las actividades turísticas que presenta Florianiápolis, destino de playa famoso en Brasil también adecuado para practicar buceo, parapente, surf, windsurf y senderismo.

Florence (Oregón, EE.UU.)
Territorio del Doctor Duna

Conocido como el Doctor Duna, Lon Beale es considerado un pionero de este deporte que asegura comenzó a practicar desde hace unos 40 años.

El sandboard empezó como un pasatiempo y se convirtió en su vida, ya que en el 2000 compró un terreno de 14 hectáreas en Oregón para abrir el Sand Master Park, el cual puede alquilar unas 300 tablas al día.

Al igual que en el mar, el surf de la arena también cuenta con sus campeonatos mundiales y sus lugares privilegiados. “Hemos surfeado sobre arena en el mundo entero: en Dubái, Arabia Saudí, Alemania, Francia, Perú, Chile, Australia… Existen alrededor de 700 lugares”, donde se puede practicar este deporte que es totalmente seguro, indica Beale.

Además, el Doctor Duna afirma que este deporte tiene muy poco impacto en el ambiente. “No utilizamos ningún artefacto con motor, no contaminamos, no arrancamos vegetación”.

Beale subraya que esta actividad puede ser practicada “todo el año. En el mar, cuando no hay olas, no se puede hacer nada. En la montaña, cuando se funde la nieve, no hay nada que hacer. Pero la arena siempre está ahí”.

Desierto de Atacama (Chile)
El norte más extremo

En un territorio desértico como Chile, con campos de gigantescas dunas de arena fina y con majestuosas vistas, el sandboard es una actividad en alza especialmente en el norte del país. Aquí aún es posible descender estas dunas en solitario, sin hordas de deportistas.

El lugar más popular es el Valle de la Muerte, a 2 km de San Pedro de Atacama, donde agencias turísticas ofrecen tours que incluyen tabla de sandboard, guías y transporte para llegar a esas gigantescas colinas de arena. Los deportistas disfrutan especialmente de los atardeceres de colores y texturas únicas del desierto de Atacama, sitio en que también es posible surfear de noche, bajo las estrellas.

Para disfrutar de emocionantes descensos, otro destino es el Cerro Dragón, en Iquique, con suaves lomas, mucho viento y una vista panorámica al oceáno Pacífico. Otro lugar imperdible del norte es el cerro Medanoso, cerca de Copiapó, la duna más alta de Chile, que supera los 1.600 metros.

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