Golazo de Brasil

13 de Mayo de 2012
  • La playa de Ipanema es una de las más famosas de Río de Janeiro y escenario regular de juegos de fútbol en la arena.
  • El Maracaná está en reconstrucción y ahora abre sus puertas el primer sábado de cada mes para paseos guiados a grupos de 50 turistas.
  • La plaza Marco Zero, en Recife, acogerá una de las Fan fest. Su estilo arquitectónico la distingue como una joya urbana. Aquí se fundó esta urbe.
  • El encuentro de las aguas en Manaos convoca a viajeros del mundo para contemplar cómo se juntan los ríos Negro y Solimões (Amazonas).
  • El parque Baragüi, de Curitiba, acogerá otra de las Fan fest. Se caracteriza por su gran lago y por tener animales que deambulan libres.

El gigante de Sudamérica recibió el año pasado 5,43 millones de turistas extranjeros, y espera llegar a los 10 millones en el año 2020. Los brasileños confían que el Mundial del 2014 los ayudará en tal meta.

La fiesta está calentándose en Brasil. Todo con miras a la celebración de la próxima Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, que tendrá como sede ese país del 12 de junio al 13 de julio del 2014.

El evento permitirá a esta nación exhibirse como el mayor destino de viajes de Sudamérica, con un total de 8’514.877 km², es decir, 30 veces más grande que el Ecuador.

De tal manera que el mundo conocerá que este territorio de habla portuguesa es mucho más que las mundialmente conocidas playas de Río de Janeiro y la inmensidad urbana de Sao Paulo. Sino que de seguro se dejará sorprender de sus otras diez sedes: Belo Horizonte, Porto Alegre, Brasilia, Curitiba, Manaos, Natal, Fortaleza, Recife, Salvador de Bahía y Cuiabá. Son doce sedes en total.

Visitas al estadio glorioso

Los preparativos están en su apogeo, y ya convocan a miles de turistas curiosos.
El ejemplo más de moda es el  atractivo que hoy despierta el histórico estadio Maracaná, en Río de Janeiro, que está siendo sometido a una reforma criticada por los atrasos y su alto costo.

Este momento de renovación ha motivado que el Maracaná abriera sus puertas desde el sábado de la semana anterior a turistas y cariocas, que al recorrer sus escombros recordaron con nostalgia al viejo “templo del fútbol” y vislumbrar cómo quedará para el futuro. “Da miedo”, dijo Andrea Mayer con risa nerviosa en el primer día de los recorridos. “El Maracaná estaba tan bonito, tan enterito, y ahora así, todo destruido.

Me pregunto si estará listo” para febrero del 2013, fecha de entrega en cronograma, añadió esta mujer de 33 años, quien confiesa su “nostalgia” por esa estructura levantada para el Mundial de 1950, con capacidad entonces para más de 100.000 personas. “Se trata de una reconstrucción total. Tenemos cinco frentes trabajando, dos turnos de 12 horas. Solo paramos los domingos”, garantizó uno de los ingenieros de la obra a los turistas que llegaron ese primer sábado.

Las grandes fiestas

Las estrategias para garantizar el éxito del Mundial como fiesta turística son varias. Una de las más comentadas es la decisión de la FIFA de organizar doce Fan fest (Fiestas del Aficionado) en el país durante el Mundial de fútbol 2014 para aumentar el interés de los viajeros por Brasil en el evento.

Estas fiestas, organizadas directamente por la FIFA, concentran a los aficionados en locales públicos en los que son montados bares, restaurantes, juegos mecánicos y otras atracciones, y en que los partidos del Mundial son transmitidos en directo por pantallas gigantes de televisión.

Esta iniciativa apunta a democratizar el espectáculo, ya que permitirá que la fiesta no se limite a los estadios, permitiendo que aquellos que no hayan comprado boletos puedan apasionarse en ambiente especialmente preparados para la ocasión. También esperan captar la atención (y los billetes) de los visitantes que llegan para seguir a su selección o a su equipo favorito, pero que no cuentan con entradas para todos los juegos.

La FIFA organizó por primera vez fiestas para los aficionados en las ciudades alemanas que fueron sede del Mundial del 2006, pero en el de Sudáfrica 2010 optó por diversificarlas, llegando también a organizarlas en locales de Ciudad de México (Zócalo), Río de Janeiro (playa de Copacabana), Roma, París, Berlín y Sídney.

Los escenarios escogidos para las Fan Fest de Brasil resultan un resumen de la diversidad de atractivos del país anfitrión, siendo considerados un lugar en cada una de las sedes.

Los sitios elegidos son la plaza de la Estación de Belo Horizonte, la Explanada de los Ministerios en Brasilia, el Parque de Exposiciones de Cuiabá, el parque de Barigüi de Curitiba y la playa de Iracema en Fortaleza.

Igualmente habrá concentraciones en el Memorial del Encuentro de las Aguas en Manaos, en la playa del Forte en Natal, en la plaza Glenio Pérez de Porto Alegre, en el Marco Cero de Recife, en la playa de Copacabana en Río de Janeiro, en el Jardín de Aláh en Salvador y en el Valle del Anhangabaú en Sao Paulo.

La Embratur calcula que al menos 600.000 turistas extranjeros llegarán a Brasil durante el Mundial y que una cuarta parte de estos visitará otros locales turísticos además de la ciudad a la que acudirán a ver partidos.

Esa avalancha permitirá que Brasil concluya el 2014 con un récord de 7,2 millones de visitantes extranjeros, que generarían a la economía doméstica unos 9.400 millones de reales (unos 4.916 millones de dólares) durante el periodo del evento.

En medio de esa millonada se asoma otra riqueza quizás más apreciable: el afianciamento de Brasil como uno de los países más atractivos para el turismo global.
Fuentes AFP, EFE, Caribbean News Digital, FIFA, Wikipedia.

 

Mundial verde

Esta Copa Mundo de Fútbol manejará un programa para promover conciencia ecologista entre los turistas, impulsado por los ministerios de Ambiente y Turismo de Brasil.

La campaña Pasaporte Verde es un llamado a la práctica de la ciudadanía ambiental, dice Allan Milhomens, gerente de proyectos del Ministerio del Ambiente y coordinador de esta iniciativa a nivel nacional.

Estas indicaciones van más allá de las acciones pequeñas como la de echar la basura en los recipientes apropiados. La campaña anima a los turistas a contribuir con el desarrollo económico y social local, aprendiendo de su cultura e interactuando con las comunidades.

Ellos también aprenden que la elección que haga el visitante de su transporte tiene un impacto en la cantidad de dióxido de carbono en el ambiente, por lo que se les recomienda usar vehículos poco contaminantes.

Otra sugerencia es preferir restaurantes que practiquen una “gastronomía sustentable”, esto es, que utilicen productos orgánicos de agricultores y pescadores locales, de modo que no sirvan pescado o camarones fuera de temporada.

Desde el 2010 se ha llevado a cabo tal iniciativa en Paraty, una histórica ciudad en la costa sur del estado de Río de Janeiro.

 

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