El rincón joven de Madrid

25 de Mayo de 2014
  • La recepción del hotel se llena de jóvenes de diversas nacionalidades.
  • En la calle Don Ramón de la Cruz 94, en pleno barrio Salamanca, se encuentra el hotel NeoMagna.
  • Mercedes Morales, Álex Mairata (pasante) y Olga Tovar (estratega de precios) son parte del equipo del hotel NeoMagna.
  • La sala de videojuegos es muy visitada por los huéspedes
Connie Hunter

Mercedes Morales, directora de marketing y ventas del hotel NeoMagna, asegura haber creado el primer hotel para jóvenes.

Los jóvenes, a partir de los 18 años, se mueven cada vez más por el mundo y, ya sea por estudios o simplemente para conocer, lo recorren con bajo presupuesto, pero con todas las ganas de descubrirlo y tener nuevas experiencias. Esos aspectos los tuvo muy claros Mercedes Morales cuando planteó la evolución de residencia a hotel NeoMagna.

Ahora, este edificio del barrio Salamanca es un cómodo, moderno y acogedor hotel de precio módico (alrededor de 50 euros diarios para turistas y precios especiales para larga estancia) para que los jóvenes dispongan de un ambiente seguro y los servicios acordes con su edad.

Un equipo de profesionales, jóvenes también, atiende y guía a sus huéspedes, ayudándolos a aprovechar mejor su tiempo en la ciudad. NeoMagna ha realizado alianzas con marcas de bares, restaurantes y locales comerciales para darles un “plus”, como descuentos especiales o un pequeño obsequio por su visita. A la característica amabilidad de quien recibe al cliente en el mostrador de la recepción de un clásico hotel, NeoMagna le suma la capacidad de apoyarlo ante cualquier necesidad. Un mapa no puede faltar, así como la asesoría sobre dónde y cómo ir a tal o cual punto de Madrid.

Habitaciones sencillas, dobles y triples, con internet y baño privado, restaurante, cafetería, área de estudio, sala de videojuegos, gimnasio las 24 horas, lavandería y próximamente una terraza chill out. La lista de servicios básicos está cubierta. Pero a esta, NeoMagna le añade valores para los huéspedes que permanecen más tiempo por sus actividades académicas.

Entre los proyectos a corto plazo, por ejemplo, está el apoyo de un coach que hará sesiones grupales para ayudar a los chicos a desenvolverse mejor en sus estudios. Al adaptarse mejor a las actividades que fueron a realizar a Madrid, los hará tener una mejor calidad de vida durante su estancia. Esto se traduce en una grata experiencia y las ganas de volver alguna o algunas veces más.

Una de las debilidades de las residencias es el horario de entrada y salida de los huéspedes, así como las limitaciones en su capacidad de servir al público. Estas, en cambio, son las fortalezas del NeoMagna, que busca convertirse en un referente a nivel internacional. Con capacidad para 182 huéspedes, acoge también a familiares que suelen acompañar a sus hijos en los periodos de inicio de clases o para seleccionar universidad. Así como a clientes que, aunque no son precisamente jóvenes, hallan en este lugar la jovialidad y cordialidad que en otros hoteles no han encontrado.

De esta forma, NeoMagna demostró que el concepto de residencia de estudiantes se ha quedado corto. Su transformación a hotel es un camino estratégico que marca nuevos rumbos para muchos que buscan ampliar su abanico de servicios. Es, además, una audaz manera de sobresalir y generar nuevas posibilidades en una ciudad como Madrid, que hasta el año pasado registraba un descenso en el movimiento turístico, según los registros del Instituto de Estudios Turísticos (www.iet.tourspain.es).

 

Una huéspedA especial

María Ángeles Larrucea tiene 78 años, es de Bilbao y ha hecho de este hotel su hogar en Madrid. Aunque no es precisamente una veinteañera, su espíritu jovial la llevó a encontrar este lugar para sus largas y constantes visitas a la capital.

Allí aprovecha para visitar a sus amigas sin tener que molestar a nadie. Además, aprende de los jóvenes cosas como manejar mejor la tecnología. Para muchos de ellos, María Ángeles es ya un personaje que no puede faltar.

 

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