Puro sabor cartagenero

15 de Julio de 2012

El pintor Alejandro Elías siente una especial admiración por la mujer cartagenera de raza negra. “Como artista destaco su belleza, su carisma, su alegría”, señala este guayaquileño que hace dos años visitó esa urbe del Caribe colombiano para conocerla con la sensibilidad del hombre dedicado al arte y la cultura.

Elías considera que la gente de Cartagena de Indias posee un “sabor” único que se traduce, por ejemplo, en sus bailes. “Una noche me perdí por las calles y llegué a un parque donde unos niños bailaban mientras tocaban los tambores. ¡Bailaban hasta de cabeza! Es como si los cartageneros nacieran con un chip musical en el cuerpo”, indica este pintor que exhibe nueve cuadros pequeños y cinco grandes en la Feria Internacional del Libro en Ecuador (Expolibro), que hasta hoy se presenta en el Palacio de Cristal del malecón de Guayaquil.

Otra versión de aquel encanto humano se observa también en las vendedoras de frutas que deambulan por la zona histórica de la ciudad. “Son todo un atractivo. Los turistas se acercan para tomarse una foto con ellas, lo cual queda como el mejor recuerdo de su visita”, comenta sobre ese viaje que realizó con dos hermanas.

Esa riqueza humana se enmarca en el tallado de esta ciudad amurallada con más de 400 años de historia, considerada uno de los puertos más importantes de América en la colonia española. “Esos tiempos parecieron regresar cuando visité sus fortificaciones, los lugares donde vendían esclavos o mientras paseaba en carrozas haladas por caballos”, menciona sobre ese destino, famoso por sus playas, clima tropical y hotelería.

Debido a su admiración por Cartagena de Indias, Alejandro Elías sintió tristeza por el escándalo sobre el turismo sexual ocurrido en abril con miembros del Servicio Secreto de Estados Unidos. “Cartagena no se merece esa publicidad. Es una ciudad maravillosa en donde la gran mayoría de la gente es trabajadora, amable y honesta. Es el tipo de destino que todo el mundo estaría fascinado de visitar con la familia”. Por ello se propone volver muy pronto con su esposa y dos hijas.

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