JoJo Rocks: Para nuestros corazones

Por Paula Tagle
12 de Noviembre de 2017

“ Josie compra o encuentra las piedras, las pinta, y luego de decorarlas con siluetas de animales, o flores, o mariquitas, les graba un mensaje”.

Josefina Jalil de Martínez camina por una playa de la Florida absorta en problemas personales. De pronto ve en la arena una piedrita de colores. Alcanza a notar que es una carita feliz que le sonríe. Es como si el planeta la animara a ser positiva. Se inclina, la toma para sí, se siente agradecida.

Son los días del huracán Irma. Sin electricidad ni poder salir de casa, pinta sus primeras rocas, pero decide hacer algo distinto a los otros “rockers” que van surgiendo en los Estados Unidos; ella incluye un mensaje. Así comienza su proyecto, JoJo Rocks, dedicado a dispersar optimismo y belleza.

Algunas piedras son para Puerto Rico. Con la bandera del país, o los colores del mar de la isla, o de sus bosques tropicales, Josie inspira fuerza para que su gente salga adelante luego del huracán.

Ella compra o encuentra las piedras, las pinta, y luego de decorarlas con siluetas de animales, o flores, o mariquitas, les graba un mensaje.

Cuando tiene un paquete listo, sale a caminar por las playas, o por los barrios, regalando sus rocas de amor y esperanza.

Las coloca sobre la arena, o junto a una planta, en lugares que luzcan insólitos, para que la sorpresa de quien la encuentre se multiplique.

La madre de Josie, Asunción Herrera, empieza a tener problemas de motricidad fina, pero es la asistente asidua de su hija, y con el oficio de pintar y diseñar pasa las horas de jubilada de manera divertida, dulce. Se mantiene activa, crea y, sobre todo, da, ya que no puede haber mejor actividad para el espíritu humano que dar.

Las rocas y los acrílicos salen, por supuesto, del bolsillo de Josie, y no es que ella no trabaje. Tiene un horario muy exigente en el hospital donde labora; sin embargo, ella encuentra el tiempo para plasmar sus diseños, grabar los mensajes, y regarlos por el mundo.

Josie ha creado una página de Facebook para obtener testimonios sobre el destino de sus rocas. He podido repasar algunas historias. Está el caso de una señora recuperándose de una parálisis cerebral. La familia arrastraba su silla de ruedas por el malecón de una playa de la Florida, y de pronto, junto a una palmera, encontraron la piedrita. Estaba pintada con montañas y valles. En su parte anterior se leía: “sé fuerte, tú puedes lograrlo”. Una hermosa coincidencia para quien ha salido de una crisis médica e intenta recuperarse física y psicológicamente.

Otra persona le agradece por la roca que le diera respuestas en el momento adecuado, y le consulta si quedársela o regalarla. Josie le aconseja que cuando no la necesite más, la devuelva al camino para alegrar la vida de otros.

Josefina, o también Pepita, quien vive en los Estados Unidos, es ecuatoriana de nacimiento. Ella y sus piedras han llegado a nuestro país. Ha recorrido la Ruta del Spondylus dejando sus mensajes de amor y optimismo en Salango, San Pedro de Valdivia, Salinas, Punta Carnero. Las rocas también han llegado a los patios de un hospital de Guayaquil, donde se necesita de tanta fuerza y esperanza.

Me encanta este proyecto. Me conmueve que una persona dedique su tiempo y dinero a generosa y genuinamente regalar amor, belleza, arte y mensajes de optimismo.

Pero ocurre, Josie existe, las JoJo Rocks están esperando que las encontremos, y que ocurra cuando más precisemos de ellas.

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