El gavilán de Galápagos: Conocer su comportamiento

Por Paula Tagle
17 de Febrero de 2013

“Son cazadores de campo abierto, sus presas en condiciones normales son roedores, pájaros pequeños, reptiles e insectos. En la época en que los chivos devoraban plantas, los territorios de los gavilanes se extendieron a toda la isla”.

No son abundantes, a lo mucho llegan a 500 individuos. Sin embargo, últimamente, cada vez que vamos a Espumilla, en la isla San Salvador, encontramos hasta una docena de gavilanes de Galápagos, entre adultos y juveniles, que nos miran curiosos desde árboles y rocas del sendero.

Durante el programa de erradicación de chivos, el gavilán de San Salvador contó con alimento extra, y esto seguramente contribuyó a que sus números aumentaran. Porque el Buteo galapagoensis también come carroña. Para el 2006, San Salvador se convertía en la isla más grande del mundo donde se ha logrado la completa erradicación de ungulados introducidos. Desde entonces ya no cuentan con carne de chivo como fuente excedente de sustento. Pero el problema real al que se enfrentan es que la vegetación crece sin control.

Ocurre que en San Salvador los herbívoros naturales eran iguanas y tortugas terrestres. Las iguanas se extinguieron hace más de un siglo, por depredación de parte de cerdos y competencia con los chivos. Casi ocurrió igual con las tortugas, que no pasan de 2.000 individuos, número insuficiente para mantener la vegetación en equilibrio.

Son cazadores de campo abierto, sus presas en condiciones normales son roedores (hay una especie de rata de arroz única en San Salvador), pájaros pequeños, reptiles e incluso insectos. En la época en que los chivos devoraban cualquier tipo de planta, los territorios de los gavilanes se extendieron a toda la isla.

Hoy, en que las partes más elevadas de San Salvador se vuelven a cubrir de denso follaje, los gavilanes seguramente tendrán que redistribuir sus dominios, y básicamente reducirlos.

Mi hipótesis (no soy experta en el tema) es que vemos más gavilanes en Espumilla porque este sitio de visita se encuentra en la zona árida, un hábitat abierto, donde las presas son bastante visibles. A lo mejor los gavilanes que antes cazaban en zonas altas hoy buscan nuevos territorios, habrá mayor competencia, las áreas por familia de gavilanes se verán reducidas, y menor número de crías podrá alcanzar la edad de madurez sexual. Pero existe un grupo haciendo justamente este tipo de investigación. Es el estudio de tesis que se inició en el 2010, para la maestría de una estudiante ecuatoriana, el título: Ecología en la alimentación de gavilanes luego de la erradicación de chivos de San Salvador.

Estamos también aprendiendo sobre el comportamiento de los gavilanes a través del proyecto de restauración de Pinzón, una isla de 1.800 hectáreas de extensión. Aquí, el Parque Nacional Galápagos trabaja con el Centro de Raptores de la Universidad de Minnesota, la Fundación Charles Darwin, Island Conservation y laboratorios Bell.

Julia Ponder, doctora de la Universidad de Minnesota, pasó las últimas semanas del 2012 capturando los 60 gavilanes que habitan la isla. La idea era marcarlos, tomar muestras de ADN a la vez que guardarlos en cautiverio mientras se exterminaban las ratas. Si los roedores introducidos llegan a eliminarse por completo, no habrá ningún impedimento para que las tortugas que eclosionan en la isla Pinzón puedan alcanzar la madurez sexual y repoblar su isla.

Pero los gavilanes se alimentan de ratas, y el veneno utilizado para erradicarlas podría afectarlos. Por eso se los resguardó en alojamientos temporales. Entendiendo cómo funciona su ecología, podremos plantear eficientes programas de conservación.

nalutagle@yahoo.com

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