Vacunarse: Más barato que enfermarse

24 de Noviembre de 2013
Sheyla Mosquera

Infectarse con la bacteria del neumococo puede traer complicaciones en los adultos mayores de 65 años. Pero inmunizarse a tiempo les evitará ingresar a terapia intensiva.

Hace cuatro meses murió Jorge. Un ecuatoriano de 69 años residente en Nueva Orleans-Estados Unidos, que había venido por un mes a vacacionar a su país natal.

Era miércoles 17 de julio cuando de manera urgente fue ingresado por un amigo a un hospital privado en Guayaquil. Dos días antes su dentista le había advertido que debía acudir al médico de inmediato, ya que su presión arterial estaba alta y notó que se cansaba al caminar.

Pero más pudo su deseo de ir a Baños de San Vicente, según relata su amigo, Jacinto: “Él apenas salió de las aguas termales, donde permaneció una hora, empezó a cansarse más y más. Fue ahí cuando a tanta insistencia regresamos a Guayaquil y lo llevé al hospital. Le insistí en que debía cuidarse por ser diabético, hipertenso y por tener una enfermedad cardiaca. Incluso, después me enteré de que un año antes, estuvo ingresado en un hospital en los EE.UU. por un problema pulmonar”.

Todo marchaba bien en su segundo día de internación e incluso le iban a dar el alta el día viernes 19. Pero empezó a tener síntomas de fiebre, sudoración, inquietud, latidos acelerados y tos con flema. El cardiólogo, agrega Jacinto, indicó que debía ingresar a terapia intensiva y ser tratado también por el médico infectólogo, quien horas después diagnosticaba que Jorge tenía neumonía. “Aunque recibió el tratamiento de rigor, tres días después no sobrevivió”, recuerda.

Así como Jorge existen otros adultos mayores con factores de riesgo para infecciones por neumococo. Estos son quienes padecen afecciones cardiacas, respiratorias (EPOC, asma) fumadores, inmunodeprimidos tipo VIH, pacientes con cáncer, diabetes e insuficiencia renal, entre otras patologías.

Por eso, dice la neumóloga Mireya Rodas, toda persona a partir de los 65 años o que presente algún factor de riesgo debería vacunarse contra el neumococo, porque cuando aumenta en edad las defensas del organismo empiezan a debilitarse un poco.

En esto coincide el geriatra Aldo Guevara D’Aniello. El no estar vacunado, agrega, representa un riesgo mayor para los ultrasexagenarios, porque son generalmente inmunodeprimidos y el más leve resfrío va a provocar una infección de mayores proporciones.

“Una neumonía por neumococos los conduce en muchas ocasiones a terapia intensiva y a otras complicaciones como broncoespasmo, paros cardiorrespiratorios e incluso a la muerte”.

Es más, el neumólogo José Cevallos Orozco, del Hospital de Especialidades Guayaquil, opina igual, ya que en consulta externa atiende alrededor de 25 pacientes tres días a la semana, es decir, un promedio de 72 pacientes, y de estos entre el 5% y el 10% tienen neumonía adquirida en la comunidad. “Por eso en este hospital y en mi consulta particular siempre hago conciencia de que los adultos mayores deben vacunarse contra el neumococo”.

Asimismo, el geriatra Patricio Buendía Gómez de la Torre, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Geriatría y Gerontología, cree que esa es la razón por la cual una de las principales acciones de prevención en geriatría es la vacunación contra el neumococo. Así lo determina la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Latinoamericana de Medicina del Adulto Mayor (ALMA).

La vacuna, dice Rodas, hace que el organismo produzca anticuerpos que protegen al paciente ante la eventualidad de estar expuesto al neumococo. “Si bien la respuesta a la vacuna en adultos mayores a veces no es la misma que en jóvenes, su beneficio está ampliamente demostrado”.

Salud pública

El infectólogo Washington Alemán, del hospital de Infectología José Daniel Rodríguez Maridueña, de Guayaquil, asegura que la bacteria del neumococo es un problema en salud pública, ya que todavía se la sigue considerando como la principal responsable de las infecciones de las vías respiratorias bajas y de afecciones extrapulmonares como meningitis, endocarditis, entre otras.

Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), se empezó a aplicar la vacuna contra el neumococo a los adultos mayores en el 2007, fecha en la cual se la incorporó al esquema regular de vacunación. Desde entonces cada año son inmunizados un promedio de 76.500 personas que cumplen los 65 años, además el Estado gasta $ 1’075.000 al año en adquirirlas.

El MSP aplica la vacuna contra 23 cepas del neumococo en una sola dosis y con un refuerzo cada 5 años. Esto reduce la incidencia de bacteriemia neumocócica entre el 50 y 70%.

Alemán considera que en este momento con la gratuidad de la vacuna contra el neumococo, el MSP también ha coadyuvado bastante para que haya un acceso universal para quien por determinadas circunstancias no cuenta con los recursos económicos para adquirirla.

Asimismo, dice la doctora Rocío Parada de Thomas, directora del hospital Teodoro Maldonado Carbo de Guayaquil, desde hace dos años en esta institución se aplica la vacuna antineumocócica no solo a los adultos mayores de 65 años, sino a pacientes ambulatorios con patologías crónicas como enfisema pulmonar agudo, bronquiectásicos y tuberculosos, así como a la población en riesgo y pacientes vulnerables. “La finalidad es protegerlos de infecciones mortales y que se presentan con más severidad. Actualmente tenemos un stock permanente de la vacuna Neumo 23”.

La adquisición de la vacuna, agrega, está dentro de la compra de medicamentos y se la aplica mediante el Programa de Inmunización cuya campaña es anual. Sin embargo, el uso de la misma está directamente en relación con la población en riesgo.

Costo de vacunas

Según la doctora Mary Sánchez López, del Centro y Banco de Vacunas, de Guayaquil, la Neumo 23 es manufacturada por el laboratorio Sanofi Pasteur, ubicado en Francia, y la Pneumovax 23 por MSD de Estados Unidos. “Ambas protegen al individuo contra las 23 variaciones de serotipos actuales. La diferencia es la presentación, la primera es una monodosis exacta para la protección individual y cuesta $ 25, mientras que la segunda es multidosis para 10 personas”.

También, agrega, existe en el mercado la vacuna Prevenar 13 del laboratorio Pfizer, que se comercializa a $ 75 y está indicada para niños y adultos.

En cambio, el doctor José Dueñas, de la distribuidora Pharmayaccine, comercializa la Neumo 23 entre $ 15 y $ 18; y la Prevenar 13, entre $ 62,50 y $ 75, las que son adquiridas por pediatras, neumólogos y geriatras.

Rodas asegura que las dos marcas de vacunas son efectivas. La diferencia entre las dos no se da tanto a nivel del grupo etario de mayores de 65 años, sino en los infantes. “En los pequeños, la Neumo 23 no producía realmente una respuesta inmunológica, sobre todo, en los menores de 2 a 6 años, sin embargo, la Prevenar 13 sí lo hacía e incluso está probada por la FDA, que también puede ser dada a los adultos mayores de 50 años.

Adultos sanos

Para la doctora Jeannete Zurita, médica microbióloga y jefa del Servicio de Microbiología y Tuberculosis del Hospital Vozandes de Quito, los adultos sanos que se vacunan contra el neumococo desarrollan protección contra la mayoría de estos tipos, o todos, dentro de las dos o tres semanas de haberse vacunado.

“Estoy de acuerdo con la vacunación a este grupo de edad. Sin embargo, actualmente es necesario hacer los estudios de costo-efectividad, especialmente relacionados con la situación de cada país y otras condiciones, pero considero que los resultados arrojados en otros países sobre la efectividad de la vacuna son una buena medida para proteger a este grupo poblacional”.

Terapia intensiva

Alemán menciona que las infecciones por neumococo en el adulto mayor pueden ir desde cuadros leves a severos, que ameriten internación en unidades de terapia intensiva, donde la mortalidad está relacionada con un diagnóstico adecuado y un manejo médico oportuno, en especial la indicación de antibióticos, ya que el aumento de neumococo resistente es cada vez más frecuente, requiriendo de laboratorios de microbiología con tecnología de punta y personal capacitado.

Además, menciona que la ausencia de diagnóstico microbiológico es la causa principal del subregistro del neumococo como responsable de muchas neumonías de la comunidad.

El manejo de los pacientes hospitalizados es multidisciplinario, donde participan médicos intensivistas, neumólogos, infectólogos, entre otros. Incluso, desde el punto de vista fármaco económico, no hay dudas de que la prevención con programas de vacunación para adultos mayores y población con factores de riesgo es más acertado y beneficioso para el presupuesto de las instituciones en comparación con el manejo asistencial de estos pacientes.

Para el Ministerio de Salud Pública, el costo de atención de la enfermedad neumocócica en terapia intensiva es en promedio de $ 9.243 para el sector público, $ 9.777,83 para el Seguro Social y $ 11.697,13 para el sector privado, según el estudio de costo-efectividad de la vacuna antineumocócica realizado por el MSP-PROVAC OPS en el año 2010. También determinó que el Estado ahorró $ 2.784, esto ajustado por año y por persona. De esta forma se evitó una mortalidad temprana o discapacidad en los pacientes.

 

Subregistro es enorme

La doctora Jeannete Zurita indica que la enfermedad neumocócica no es de notificación obligatoria como tal (se registra únicamente neumonía) y, por lo tanto, el subregistro es enorme no solo en Ecuador, sino en América Latina.

Una vez que los pacientes llegan al hospital con síntomas tienen que ser hospitalizados y el 30% debe ingresar a cuidados intensivos. La mortalidad en este grupo de edad es alta.

“Las investigaciones deben hacerse no solo en este grupo de edad, sino en todos los adultos porque es casi nula la información sobre el impacto de la neumonía adquirida en la comunidad”.

 

Enfermedad neumocócica

Es causada por el streptococcus penumoniae. En los adultos es la principal causa de enfermedades severas, incluyendo la meningitis, bacteriemia y la neumonía. También sinusitis y otitis media, según la Asociación Panamerican

 

 

Transmisión del ‘streptococcus’

Es de persona a persona por gotitas provenientes del tracto respiratorio como por contacto directo. Incluso favorecen la transmisión y la incidencia de la enfermedad el invierno, el hacinamiento, las infecciones virales de tracto respiratorio y comorbilidades, según API.

 

 

Estudio de prevalencia

Un análisis del Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP) en el 2009 demuestra una prevalencia del 22,5% de enfermedades causadas por neumococo, con una tasa de letalidad del 4,5%.

 

 

Elevar las defensas

Según el geriatra Aldo Guevara, la vacunación contra el neumococo en los adultos mayores debe acompañarse de una serie de indicaciones que eleven las defensas, además de una buena nutrición, ambientes no contaminados y ejercicio físico.

 

 

Carné de vacunación

Lo creó la Sociedad Ecuatoriana de Geriatría con el MSP para los adultos mayores, hace más de 4 años, para que conste si se habían vacunado o no, pero no se lo ha difundido ni utilizado por falta de continuidad, según el geriatra Patricio Buendía Gómez de la Torre.

 

 

 

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