Presión alta en los niños

02 de Octubre de 2016

La presión arterial alta se ha vuelto común entre niños y adolescentes, en parte por la obesidad, aunque a menudo la causa es un desorden oculto pero tratable.

Los expertos dicen que ni los padres ni los doctores están del todo alertas de este problema de salud y sus potencialmente serias consecuencias, incluyendo daño duradero en órganos. Muy seguido, dicen los expertos, la presión anormalmente alta en niños pasa sin detectarse o es notada pero no se la toma en serio.

Las guías estadounidenses señalan que la presión arterial debería medirse cada año en los niños, empezando a los 3 años. En general, debería ser más baja que en los adultos. En adolescentes, por ejemplo, 120/80 milímetros de mercurio es considerado como prehipertensión, una condición que constituye la entrada a la hipertensión total.

Entre los niños de 3 a 18, sobre todo, el 3,4% tiene prehipertensión y 3,6% tiene hipertensión, han reportado los doctores del Hospital General de Massachusetts. Un estudio reciente de atletas de secundaria en Filadelfia encontró que el 20% tenía sobrepeso y 24% estaban obesos, y casi el 15% de ellos tenía presión alta.

En adolescentes que son obesos, más del 30% de varones y entre el 23 y 30% de chicas tienen prehipertensión o hipertensión, escribieron científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y de los Asociados de la Salud Integrada en Ann Arbor, en la revista Médico Familiar Americano. Y en los menores de 18 años, el diagnóstico de hipertensión nunca se hizo en la mayoría de los casos, reportó el doctor Goutham Rao, jefe de medicina familiar y comunitaria de los Hospitales Universitarios de Cleveland, en la revista Pediatrics.

Una gran barrera para el diagnóstico es, sostuvo, la falta de conocimiento de los médicos de cómo tratar esta complicación en niños. Otro obstáculo es que las cartas de normalidad en la presión en niños se consultan rara vez en una consulta de rutina, dice Rao. La historia clínica electrónica, que ahora se usa en muchos consultorios, podría ayudar a vencer esta barrera, porque se puede calcular en qué lugar del espectro está la presión arterial de un niño tan pronto como se ingrese la lectura, y señalar un problema inmediatamente.

Algo con lo que hay que tener cuidado: si el niño está nervioso en la oficina del doctor, la presión será más alta de lo usual. Deberían poder sentarse tranquilos unos 10 minutos antes de ser medidos, y reintentar dos veces más si el resultado es alto. Si las tres lecturas coinciden, el niño debería regresar a dos consultas más, pues el diagnóstico depende de encontrar una lectura alta en tres ocasiones separadas.

Identificar y corregir la causa de la hipertensión infantil es crítico. Además de la obesidad, que es quizá la razón más desafiante por la dificultad de revertirla, los desórdenes que provocan la hipertensión en niños incluyen una amplia gama de enfermedades renales, pulmonares, defectos del corazón, anormalidades hormonales, apnea obstructiva del sueño, desórdenes genéticos y el uso de ciertos medicamentos, así como fármacos de libre prescripción que se usan para mejorar el desempeño académico y deportivo, y suplementos nutricionales. (I)

Consecuencias tempranas

Entre las consecuencias de presión alta no tratada en niños está la hipertrofia del ventrículo izquierdo, o ensanchamiento de esa cámara por exceso de trabajo. Puede desarrollarse en solo unos pocos años. Con tratamiento esto puede revertirse.
 

A largo plazo

Una consecuencia no inmediata de dejar sin control la hipertensión en niños y adolescentes es la arterioesclerosis. Este desorden conduce a presentar enfermedad cardiaca e infarto en la juventud y en la edad adulta.
 

 

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