Medir la energía

29 de Junio de 2014

El cuerpo humano necesita estar equilibrado en su campo energético para evitar las enfermedades.

En todo el mundo existen personas que tratan de conocer más sobre la medicina energética, que basa su teoría –aún no corroborada científicamente– en que hay campos energéticos que rodean el cuerpo y que penetran en el interior.

El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM), que pertenece al Instituto Nacional de Salud de los EE.UU., indica que dentro de estos campos están el reiki, el chi gong y el toque terapéutico. También incluye a la bioelectromagnética, aquella teoría de que las corrientes eléctricas que hay en el interior de todos los organismos vivos generan campos magnéticos que se extienden más allá del cuerpo.

La doctora Eufemia Guamán, ginecóloga y sanadora pránica del Centro Integral Ollantay de Guayaquil, explica que todos los seres humanos tenemos energía sobre todo porque la recibimos del Universo. Por esa razón, la medicina holística e integrativa, como se la llama también, pone más énfasis en la energía que en la materia física, que se puede tocar, medir o palpar.

La energía sutil o aura, agrega, mantiene al ser humano con vida. De hecho se la puede medir en el laboratorio y ver los colores que tiene. En Rusia, en 1939, el doctor Semyon Kirlian y su esposa descubrieron, mientras investigaban ciertas plantas con una cámara fotográfica especial, cómo alrededor de las hojas se formaba un halo de 3 mm y a ese evento le llamaron efecto Kirlian. Sobre esa base se hicieron estudios del aura y hoy la fotografía Kirlian se ha desarrollado; ya no solo se hacen tomas en las manos, sino en el cuerpo, así se diagnostica según el resultado de la energía cuáles son los trastornos que presenta el organismo.

Para el médico homeópata Fernando Rendín González, también existe la máquina llamada Dermatrón de Voll, que da una idea global de cómo se encuentra la energía de cada persona y de cada órgano. El aparato es de origen alemán y funciona con un voltímetro de alta sensibilidad, capaz de medir la diferencia de potencial que se manifiesta en la membrana celular generado por un intercambio iónico.

“Si el organismo tiene baja energía, funcionará inadecuadamente al no tener la necesaria para mantener en óptimas condiciones las funciones vitales. Por eso existen muchas técnicas para elevarla desde la meditación hasta métodos alternativos naturales, como la megadosis de vitamina C, que es un potente antioxidante y elevador de la fuerza general”, asegura.

Puntos claves

Según Gonzalo Arcos, sanador pránico y experto en yoga, la energía sutil es la que proporciona salud y si esta fuerza se altera por problemas de tipo emocional, mental, espiritual o por un trauma físico, las consecuencias son la enfermedad.

Desde hace miles de años en la India, explica, ya se conocía que el cuerpo energético tiene unos puntos claves llamados chacras que están ubicados a lo largo de toda la columna, pues son como bancos de información donde se graba toda la historia del cuerpo o alma.

“Cada uno tiene su función y desde el momento en que se produce una fuga energética por cualquier índole comienza a perder energía y a provocar un desequilibrio corporal. La persona empieza a sentirse débil, cansada, desanimada, sin fuerza y con dolor muscular, ya que el sistema inmune comienza a fallar”.

La solución, dice, está en volver a equilibrar la energía para que todo vuelva a ponerse en su lugar y no se produzca ninguna alteración.

“Esto pueden hacer los sanadores pránicos, ya que son capaces de captar energía, sentir el campo magnético, saber si una persona está débil o fuerte, limpiar cada chacra y enviar energía de sanación”.

Guamán asegura que existen tantos casos de curaciones, sin el uso de ningún medicamento, que a veces solo con imponer la manos la persona puede curarse, pero para ello se necesita estar en un estado de armonía. La capacidad que el hombre tiene de pensamiento es una energía muy fuerte. Dependiendo de cómo se lo maneja alguien puede autodestruirse, estar sano o muy feliz.

Detectar desequilibrios

También se puede detectar el desequilibrio energético de una persona mediante el uso de un programa de software completamente interactivo incorporado a un equipo de biorresonancia. Según Linda Carrera, coach y consteladora familiar y organizacional, este equipo realiza un escaneo de los niveles de energía en la parte física, emocional y psicológica del ser humano.

“El primer paso es tomar la huella energética, para luego realizar una limpieza total del campo energético del paciente a fin de obtener una información única de este. La conexión entre el individuo y el equipo son los sensores que se colocan en muñecas y tobillos, que nos aportan con la información real de los desequilibrios que se requieren ser trabajados”.

Este proceso es completo, agrega, porque no solo detecta los desequilibrios, sino que emite a nivel de ondas electromagnéticas las fórmulas idóneas para encontrar el equilibrio deseado.

Carrera explica que se puede programar el sistema según como el profesional perciba a la persona. Se puede trabajar la parte física y emocional a la vez o la psicológica y creencias limitantes que son guardadas en el inconsciente. “Este no es un tratamiento médico, sino alternativo que ayuda a potencializar al organismo para que esté más estable y pueda asimilar lo que el médico prescribe”.

“Más que medir la energía es ver qué emerge con el síntoma que trae. Incluso hay muchas personas que no necesitan decir qué es lo que les ocurre, porque el equipo puede detectarlo”. (S.M.)

 

Reinhold Voll

Era un médico y científico alemán que combinó las posibilidades de los fundamentos de la medicina china clásica con la moderna electrónica. Él pensaba que eso de los meridianos de energía en el cuerpo eran cuentos chinos. Pero encontró evidencia y desarrolló el dispositivo conocido como electroacupuntura de Voll.

Magnetómetro SQUID

En 1980, el Dr. John Zimmerman descubrió en la Escuela de Medicina de la U. de Colorado, en EE.UU., que utilizando un superconductor de dispositivo de interferencia cuántica, un enorme campo biomagnético pulsante emanaba de las manos de un practicante de toque terapéutico.

La radiestesia

Es la facultad que posee el ser humano para percibir radiaciones. Antiguamente era conocida como rabdomancia. Ahora, practicada con péndulo, es una técnica de medicina alternativa que sirve para diagnóstico y está muy relacionada con los campos descritos por la acupuntura.

 

  Deja tu comentario