Intimidad femenina

13 de Mayo de 2012

Toda mujer en edad reproductiva puede presentar problemas en sus órganos sexuales. Una revisión ginecológica cada año es necesario para prevenirlos.

Carmen es una de esas madres que siempre están pendientes del mínimo cambio que sufre su cuerpo para evitar un mal mayor. A sus 45 años dice haber detectado, a través del médico ginecólogo, desde pequeños quistes en sus ovarios hasta infecciones o resequedad vaginales.

Su preocupación, agrega, se debió al buen hábito que le enseñó su madre desde que entró a su etapa reproductiva, es decir, desde su primera menstruación a los 12 años.

“Mi madre era enfermera y siempre insistió en que debía aprender a conocer mi cuerpo. Me enseñó que existían enfermedades que no muestran síntomas y otras que sí. Incluso me explicaba que nosotras, las mujeres, presentábamos secreciones vaginales normales y otras que eran producto de infecciones. Por lo tanto, para mí fue tan natural acudir al ginecólogo desde muy joven”.

Uno de los problemas ginecológicos más frecuentes que  Carmen presentaba cuando empezó a laborar  eran las inflamaciones vaginales, que se manifiestan con picazón, ardor, enrojecimiento y secreción amarillenta. Molestia que se volvía insoportable, especialmente cuando pasaba al menos tres horas sentada frente a un computador.

Según el ginecólogo Guillermo Campuzano Castro, ese inconveniente se denomina vaginitis, es decir, inflamación de la vagina, que puede ser provocado por bacterias, hongos o virus. Pero la más frecuente en nuestro medio es la producida por hongos como la Cándida albicans cuando el ambiente vaginal se ha alterado.

 

El interior de la vagina se puede alterar, agrega, cuando la mujer toma medicamentos corticosteroides que disminuyen su inmunidad y como consecuencia las cándidas proliferan. Lo mismo sucede cuando sufre infecciones virales que la debilitan, como una gripe, o está muy estresada.

Otra causa que propicia las infecciones por hongos es usar jeans o interiores de nailon o seda, que guardan humedad y hacen que el ambiente vaginal se altere. Asimismo, lavarse exageradamente con jabones o las duchas vaginales dañan el equilibrio, entre la acidez y la alcalinidad, de la vagina. El valor normal deberá estar entre un ph 4 y un ph 4,5.

También pueden aparecer infecciones de tipo bacterianas cuando la mujer asea sus genitales de atrás hacia adelante después de orinar o defecar. Así provoca que la materia fecal localizada en la zona del recto se arrastre e introduzca en la vagina.

“Si el equilibrio vaginal está alterado por un trastorno hormonal, además del tratamiento con hormonas se lo puede complementar con compuestos vaginales a base de vitamina C. Estos favorecen el restablecimiento del ph vaginal para que las bacterias buenas cumplan con su función y eviten las infecciones”.

También es importante realizar cultivos de flujo vaginal para poder indicar las medidas terapéuticas, que pueden ser con antibióticos vaginales u orales o antimicóticos vaginales u orales. Incluso, alternativas de tratamiento contra virus.

Condilomas o cáncer

Según la ginecóloga Melba Torres Córdova, especialista en oncología ginecológica, una de las infecciones virales más frecuentes en la mujer es la producida por el Virus del Papiloma Humano (VPH), que se transmite por las relaciones sexuales, especialmente en las adolescentes que han iniciado precozmente su vida sexual y en las que tienen múltiples parejas.

Se ha comprobado que hay más de 100 tipos de virus y que algunos pueden causar verrugas o condilomas vaginales (benignas) y otros, cáncer del cuello uterino (cérvix).

“La vacuna contra algunos  tipos de virus del VPH es de gran ayuda para prevenir que aparezcan verrugas y el cáncer de cuello uterino”. También es importante, agrega, someterse a un papanicolaou una vez cada año. No solo se puede detectar un cáncer uterino, sino otros tipos de problemas vaginales como las infecciones por cándidas u otras bacterias.

Miomas o irregularidades

Si una mujer menstrúa cada mes, entre 21 y 28 días, quiere decir que su ciclo ovárico es normal. Pero si es irregular, dice Campuzano, denota una alteración con un trasfondo hormonal, salvo que haya causas orgánicas como la presencia de masas como pólipos, miomas o fibromas, que provocan sangrados intermenstruales o fuera de la fecha de menstruación.

También, dice Torres, puede suceder que la mujer no esté ovulando a causa de ovarios poliquísticos (varios folículos pequeños que no llegan a un tamaño normal y causan alteración hormonal). Todos estos problemas se pueden prevenir con la exploración ginecológica y tratar con reguladores hormonales (pastillas anticonceptivas), entre otras.

Climaterio y menopausia

Alrededor de los 45 años las mujeres, dice Campuzano, pueden entrar en un cese parcial de la actividad hormonal llamado climaterio. Posteriormente aparece la menopausia (cese de la menstruación durante 18 meses o 2 años). Pero antes la mujer presenta irregularidades menstruales prolongadas, cambios en el ánimo, sequedad vaginal o trastornos urinarios, entre otros. Se los trata con terapia de reemplazo hormonal. (S.M.de.C)

 

Fitoestrógenos naturales

Se los conoce también como isoflavonas, un compuesto natural que se encuentra en alimentos como la soya, entre otros, y que tiene efecto estrogénico. Ayuda a que la mujer no tenga tanta sequedad o sofocos en la etapa del climaterio o menopausia. Las isoflavonas en óvulos hacen que la vagina esté más lubricada.

 

 

Captura de híbridos

 Es un método basado en técnicas de biología molecular que permite detectar en forma directa el material genético (ADN) de los virus del papiloma humano, según la Dra. Melba Torres. La toma de la muestra se parece al papanicolaou.

 

 

III Congreso Adulto Mayor

Es organizado por la marca Tena para mejorar la calidad de vida del paciente. Disertarán sobre los cuidados o enfermedades. Será los días 16 y 17 de mayo en Hotel Sheraton de Quito y Guayaquil, desde las 07:30 y 13:30. Informes: (02) 255-5421, ext 16.

 

 

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