Hígado graso: Peso, nutrición y predisposición

26 de Julio de 2015

Sin abusar del alcohol, alguien puede llevar grasa extra en este órgano, que lo hace susceptible a una condición peligrosa.

El 28 de julio es el Día Mundial de la Hepatitis y está enfocado en la prevención de los tipos B y C. Para la Organización Mundial de Gastroenterología (WGO), los virus y el alcohol no son los únicos ni los principales responsables de la carga que representan las enfermedades hepáticas en el mundo.

“En las últimas dos décadas ha quedado cada vez más claro que el hígado graso no alcohólico (HGNA) y la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA) son la causa más frecuente de enfermedad hepática en los países de occidente”, sostiene la Guía 2013 de la WGO.

La prevalencia de HGNA, dice el informe, se ha duplicado en los últimos 20 años, mientras que otras enfermedades hepáticas crónicas se mantienen estables o han disminuido. La situación es la misma en Medio Oriente, Lejano Oriente, África, el Caribe y América Latina.

Una persona puede abstenerse del alcohol y aún así presentar problemas de hígado graso. Incluso si es un niño. Joel Lavine, profesor de la Universidad de Columbia, contó a la revista Science que trató muchos casos de EHNA en los años 90, cuando trabajaba en el Hospital de Niños de Boston. La enfermedad era rampante en la población latina de San Diego. Una docena de pequeños llegaba a su consulta cada semana por este diagnóstico.

Niveles

María Luisa Jara, jefa del servicio de Gastroenterología del Hospital Teodoro Maldonado, explica la diferencia entre HGNA y EHNA. La primera, llamada esteatosis, es “la acumulación excesiva de grasa en forma de triglicéridos”. Se presenta en personas que no beben alcohol o lo hacen en forma moderada. Es una condición simple y muy común, y por sí misma no causa daño significativo en el hígado. La persona, asesorada por su médico, puede tomar medidas para prevenir o detener el daño.

Sin ese cuidado, explica Jara, la HGNA podría pasar a su forma más agresiva, la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). “La infiltración grasa del hígado se acompaña de intensa actividad necroinflamatoria (destrucción de las células) y puede progresar a fibrosis (cicatrización) e incluso empeorar hasta la cirrosis y, eventualmente, a insuficiencia y hepatocarcinoma”.

Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol (OMS)

 

Esteatosis, ¿alcohólica o no?

No se puede distinguir entre EHNA y EHA (esteatohepatitis alcohólica) con imagenología. Se requiere de un cuestionario especializado para la evaluación del consumo de alcohol. La Organización Mundial de Gastroenterología sugiere el test CAGE, que es la sigla nemotécnica de las cuatro preguntas:

1. ¿Alguna vez sintió usted que tuviera que reducir (Cut down) su consumo de bebida?

2. ¿Alguna vez la gente le recriminó enojada (Annoyed) por su manera de beber?

3. ¿Se siente culpable (Guilty) al beber?

4. ¿Siente la necesidad de un trago para comenzar su mañana (Eye-opener)?

CAGE es un método muy popular para la detección de alcoholismo. Si se contesta afirmativamente por lo menos una de las preguntas, y si la puntuación del Test Audit (proporcionado por la OMS) es mayor a 8/10, se confirma un consumo de alcohol clínicamente relevante.

Múltiples y complejas causas

Se considera que el HGNA es resultado de un desbalance entre calorías consumidas y calorías quemadas. La mayoría de pacientes no presentará síntomas durante su vida. Pero un porcentaje avanzará hacia EHNA. ¿Quiénes?

Entre los factores de riesgo mencionados por la WGO están: síndrome metabólico, cirugía bariátrica, tener más de 40 años (se da también en niños menores de 10), etnia (mayor riesgo en hispanos y asiáticos) y antecedentes familiares. En algunas de estas personas, el hígado se vuelve un acumulador de triglicéridos. La WGO señala que la causa no es clara, pero está ligada a los trastornos del síndrome metabólico: diabetes tipo 2, resistencia a la insulina, obesidad abdominal, hiperlipidemia (bajos niveles de colesterol HDL, hipertrigliceridemia) e hipertensión. Con tres de ellos se confirma el síndrome.

Jara menciona otros posibles motivos, como el uso de glucocorticoides, metrotexate, amioradona, tamoxifén y agentes antivirales, la pérdida de peso intensa y rápida e incluso enfermedades inflamatorias intestinales.

Síntomas y detección

En la mayoría de los casos, el HGNA es silencioso. A veces hay fatiga, malestar y molestia abdominal en la región hepática (costado superior derecho del abdomen), señala Jara. Suele descubrirse por accidente, al hacerse exámenes por otra causa. Puede notarse durante pruebas de función hepática o en una ecografía abdominal.

“Existen maneras no invasivas a las que el gastroenterólogo puede recurrir”, señala Jara. “La tomografía abdominal y la imagenología especializada, como Fibroscan y Fibromax, disponibles en nuestro medio, que evalúan el grado de lesión hepática. También está la biopsia hepática (método invasivo), de mayor especificidad, indicada para casos especiales”.

Tratamiento sin fármacos

La WGO reconoce que no hay tratamiento establecido ni guías clínicas que cuenten con la garantía de estudios controlados. En el caso de HGNA, recomienda dieta, ejercicio y pérdida gradual de peso. Para EHNA añade tratamiento médico y (en el caso de índice de masa corporal mayor a 35) la posibilidad de la cirugía bariátrica.

Jara reafirma que la dieta basada en la disminución de carbohidratos (como en la diabetes) es lo más importante para la recuperación.

“Varios fármacos han sido estudiados, ninguno de ellos con eficacia comprobada. Hay uno que ha demostrado ser eficaz en los primeros estudios, sin embargo está por confirmar”. Los responsables del estudio Flint (Universidad de San Luis) anunciaron en 2014 que el ácido obeticólico reduce la fibrosis hepática, sugiriendo que revierte la enfermedad. Pero también aumenta los niveles del colesterol LDL, causante de complicaciones cardiovasculares. (D. V.) (I)

 

Beneficios del café

Un estudio presentado en la DDW 2014 (Semana de las Enfermedades Digestivas) evidenció que el café está asociado con una reducción significativa de la fibrosis hepática entre pacientes de EHNA.
 

Hígado, corazón y cerebro

La mayoría de las personas con HGNA no presentará problemas hepáticos serios. Pero los cambios en el estilo de vida son necesarios, porque ese diagnóstico conlleva un riesgo mayor de ataque cardiaco e infarto cerebral.
 

 

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