Cómo actuar frente al acoso escolar

15 de Junio de 2014

Entrevista a Azucena Dillon Arias, psicóloga clínica.

1.- ¿Cuál es el perfil de los chicos acosadores o que hacen bullying?

Por lo general se caracterizan por tener:

-Mala relación con los padres: La ausencia de una relación cálida y segura con sus padres y más si sufre algún tipo de maltrato o intimidación en su casa, suele desplazar su enojo hacia otros.

-Educación familiar permisiva: Presenta tendencia al uso de la fuerza y a la violencia, por lo general, vemos que el acosador suele tener dificultad para controlar sus impulsos.

-Distorsiones cognitivas: Tienen una percepción distorsionada de la intencionalidad de los demás, es decir, se maneja a la ofensiva porque piensa que los demás están en contra de él. Esta distorsión de la realidad hace que le cueste asumir la responsabilidad de sus actos.

-Falta de empatía: Presenta dificultad para “ponerse en los zapatos del otro” por ello puede incluso no sentir remordimiento o culpa frente a los hechos.

-Autoestima inflada: Evidencia fuerte necesidad de dominar, le gusta probar su poder, le interesa solo la satisfacción de sus necesidades.

-Umbral de frustración muy bajo: Manifiesta baja tolerancia, le cuesta aceptar un NO y trata de conseguir las cosas a su modo.

2.- El acoso a los considerados diferentes o alejados del perfil de éxito es algo que trasciende las aulas escolares y se da en el trabajo e incluso en las familias... ¿Cómo se puede corregir esto, a qué nivel?

El trabajo más que correctivo debe ser preventivo y debe iniciarse en el seno familiar, principal fuente de amor y educación de los niños. La familia es la que sienta las bases en valores, normas y disciplina. Hay que evitar que el hogar se convierta en un lugar hostil donde todo es conflicto o por el contrario un hogar demasiado permisivo, esto llevará a que los niños no asimilen disciplina y valores, sino a que adquieran conductas demandantes y agresivas. Además, la familia debe buscar orientación a través de lecturas, charlas, talleres, que por lo general, la escuela suele impartir, donde se comparte información para construir una comunicación más efectiva y que les brinda herramientas para detectar cualquier conducta anormal en el niño.

Los padres que detectan o que reciben una derivación por parte de la escuela de que su hijo está presentando conductas agresivas o que necesita fortalecer su área emocional, deben buscar ayuda de un profesional que los oriente adecuadamente en el manejo de estas dificultades. Es decir, los padres deben aprender cómo ayudar a sus hijos a controlar sus emociones y comportamientos hacia los demás para que puedan convivir sanamente y de esta manera evitar que a futuro estas conductas queden fijadas, ya que el pronóstico suele ser nada alentador.

3.- ¿Cómo deben reaccionar los "diferentes" ante el rechazo y el acoso?

Al inicio: Ignorar al agresor, restarle importancia le quitará “poder” a su acción, el agresor se dará por vencido e intentará buscar otro que sea menos “fuerte” que él. No llorar ni mostrar afectación, este signo de “debilidad” los alienta a continuar y perfeccionar la acción.

Si se repite: Responder al agresor con tranquilidad y firmeza, encontrar inteligencia emocional como respuesta los desalienta porque no toleraran la frustración de no conseguir su propósito. Intenta ironizar o tratar con humor lo que dice: por ejemplo si te dice “que maleta tan fea” dile “gracias me alegro que te hayas dado cuenta”. Alejarse o correr si es necesario, si detecta que hay peligro alejarse inmediatamente y buscar la ayuda de un adulto.

Si es reiterado: debe decírselo a un adulto de confianza, si no encuentra respuesta satisfactoria debe seguir diciendo a otras personas, si siente miedo o vergüenza de contar lo que está ocurriendo puede pedirle a un amigo que lo acompañe o escribir una carta. Es importante que busque alguien que pueda mediar, no puede quedarse pasivo o resignado ante este problema. Si bien es cierto que no es “culpable” de lo que está ocurriendo debe ser “responsable” de su propia integridad y de responder con inteligencia emocional frente a los problemas.

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