Anatomía del hipersensible

27 de Abril de 2014

Existen seres que se conmueven de manera exagerada afectando su vida. Hay que valorarse y aprender a ser fuertes.

Andreína, de 39 años, es una persona que se desarrolló en un hogar estructurado por su madre y cinco hermanos. Desde su adolescencia presentaba características de una persona altamente sensible. Lloraba por todo, era muy susceptible a lo que se le decía y en la actualidad tiene tendencia a la depresión y a la baja autoestima.

Según la psicóloga Silvia Cordero Encalada, Andreína es parte del 20% de la población hipersensible y pertenece a aquellas personas que están más expuestas por la realidad que se vive en la sociedad, que se conmueven más fácilmente y que pueden quedar muy afectadas si perciben que son rechazados o criticados.

“Quienes padecen de exceso de sensibilidad sienten en lo afectivo o en la capacidad de amar diversas intensidades, presentan una desarrollada capacidad de intuición y creatividad, y además suelen ser empáticos y todo les afecta”.

La hipersensibilidad, agrega, puede ser por varias causas: por una característica de la personalidad del sujeto, de una respuesta química a nivel neurológico o puede ser un síntoma de un trastorno, como por ejemplo, la hipersensibilidad en los trastornos de ansiedad y depresión.

Entre las experiencias o situaciones que más les afectan, menciona Cordero, están el maltrato físico o psicológico y el deceso de un familiar. Incluso se produce por estímulos externos fuertes como una película muy romántica o de alto contenido violento. O por cambios repentinos combinados con situaciones de estrés, que suelen desembocar en un estado de salud insano.

Incluso, explica, una persona altamente sensible puede tener episodios de victimizarse o caer en una respuesta dramática por el mismo estado emotivo o porque se sienten criticadas o aisladas. Además, si no es capaz de manejarse puede colapsar o bloquearse emocionalmente, afectando su salud física y mental, lo que a su vez le puede conllevar a tener un estilo de vida poco productivo y exitoso en el ámbito sentimental, social, familiar o laboral.

Lucía, de 35 años, es una profesional que considera que su problema de hipersensibilidad emocional empezó cuando era niña y que por eso se victimiza. “Estoy segura de que mi mal surgió porque mi padre, quien me amaba mucho, fue muy sobreprotector. No me dejaba salir a la calle, ni a la escuela, ni con mis primos, menos que alguien me gritara. Sinceramente, crecí pensando que todo lo que me rodeaba era puro y saludable y cuando me enfrenté a la realidad del mundo y alguien me alzó la voz por primera vez, lloré inconsolablemente”.

Para Lucía ahí radica el problema de los hipersensibles en la infancia. Por eso considera que no son capaces de ser fuertes y de enfrentarse a quienes por alguna razón les llaman la atención. Y si lo hacen, pueden ponerse muy nerviosos, tanto que terminan llorando porque piensan que todo lo malo que ocurre es por su culpa.

También, dice Cordero, se puede perjudicar a sí mismo, cayendo fácilmente en el consumo de drogas o alcohol para tratar de aliviar falsamente el exceso de hipersensibilidad. Caer en depresión, mostrarse muy irritables o presentar estados de ánimo cambiantes.

Trato con empatía

Para la doctora en psicología Giselle Urquiza, una persona puede darse cuenta de que es hipersensible cuando no puede enfrentarse a situaciones que son comunes y que requieren de un grado de equilibrio o de autorregulación emocional, que facilite una reacción lo más apropiada posible como, por ejemplo, llorar excesivamente ante una noticia triste.

Sin embargo, agrega, es muy importante determinar si realmente se es hipersensible o no, ya que a veces se emiten criterios equivocados. Entonces, si alguien llegara a serlo es necesario que se lo trate con respeto y sinceridad. Hay que hacerle saber que su forma de reaccionar no es la más apropiada, pero que entendemos su situación y deseamos ayudarlo en la medida que nos lo permita.

“Vivimos en un tiempo en el cual sentirse mal no es lo común, cuando frente a tantas dificultades es normal que nos veamos afectados por situaciones como la falta de trabajo, la pérdida de seres queridos, las enfermedades, el alto costo de la vida y demás, por eso las personas hipersensibles pueden llegar a sentirse tan molestas consigo mismo y llegar a ser violentas al no saber cómo controlar sus emociones”.

También es necesario, agrega, usar empatía y evitar palabras como: ¡no exageres!, ¡ya empezaste nuevamente!, ¡la verdad no sé qué hacer contigo! “Debemos tener mucho cuidado en lo que decimos y la manera de hacerlo y obviamente sugerirle que busque ayuda profesional”, asegura Urquiza.

Tratamientos o estrategias

Las personas hipersensibles, dice Urquiza, podrían llegar a presentar otras características propias de un trastorno de personalidad, pero no necesariamente. Lo importante es que conozcan que autorregular las emociones es algo necesario, para llevar una vida tranquila y tomar decisiones de manera acertada.

“Las emociones nos prepararán para nuestro accionar diario y tener el control de ellas. También nos permite ahorrarnos tiempo en momentos importantes, pero en muchas ocasiones lo que sentimos es el resultado de esquemas cognitivos no adecuados, de no neutralizar lo que sentimos con lo que pensamos. Además, visitar a un especialista para buscar el apoyo profesional nunca está demás.

Existen, agrega, muchos tratamientos o estrategias para los hipersensibles. Trabajar la autoestima, por ejemplo, es importante, valorarse a sí mismo, aunque otros no lo hagan, incrementar o aumentar las emociones positivas, hacer ejercicio, alimentarse correctamente, dormir el tiempo necesario, procurar realizar actividades que permitan demostrar nuestra eficacia y ayudar al prójimo porque además de ser un acto noble, llena de satisfacciones.

Por último, hay técnicas de relajación que son de gran ayuda, pero el tiempo varía en función de la persona, de los contextos en los que se desenvuelva, del tipo de estrategia que usará, de la frecuencia con la que la use y, sobre todo, de proponerse a empezar lo antes posible . (S.M.)

La persona altamente sensible puede tener episodios de victimizarse o caer en una respuesta dramática por el mismo estado emotivo o porque se sienten criticadas o aisladas”, Silvia Cordero Encalada

 

Deje el exceso de sensibilidad

La psicóloga Silvia Cordero sugiere que una persona altamente sensible debe realizar las siguientes recomendaciones:

• Identificar si la hipersensibilidad le genera problemas (escríbalos).

• Empezar a enfocarse en cada problema para tratar de buscar solución.

• Desarrollar la habilidad de evitar una sensibilidad irracional, equilibrando lo emocional con lo racional.

• Evitar acumular sentimientos negativos y aprender a exteriorizarlos sin perjudicar a nadie con lo que se dice y hace.

• Evitar las situaciones estresantes.

• Enfocarse en controlar lo que le estresa.

• Disfrutar del tiempo libre.

• Buscar apoyo de un profesional en la rama de la psicología.

Recuerde: las situaciones emocionales inconclusas o no resueltas pueden causar malestares para su salud física y emocional.

 

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