A enfrentar el desempleo en casa

29 de Abril de 2012
Sheyla Mosquera de Calderón

En el mundo existen millones de desempleados. Pero con motivación en el hogar se puede superar el impacto que produce la falta de actividad laboral.

Si cree que es el único que está deprimido o estresado por estar sin empleo, se equivoca. La crisis financiera en muchos países es la responsable de que actualmente existan más de 200 millones de desempleados en el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Ecuador, España, Italia, Estados Unidos... son parte de esta realidad que afecta no solo a quien ha perdido su empleo, sino a su familia que depende de su ingreso económico para poder sobrevivir.

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En este instante, dice el psicoanalista Juan de Althaus Guarderas, algunos desempleados se deprimen, otros protestan u otros discuten soluciones, pero también están los que se inventan alguna forma de seguir adelante con sus vidas. “Globalmente se observa que están tratando de volver a encontrar un lugar en la sociedad a través de relaciones personales con familiares, amigos o conocidos”.

Pero el cambio no es inmediato. Antes, el desempleado pasa por una etapa depresiva que no es conveniente, porque es una perspectiva ética que lo paraliza. Siente vergüenza porque está herido en lo más profundo de su intimidad y de su ser. Para algunos esa pérdida desnuda su debilidad fundamental, su falta; es decir, que no es completo, dejándolo sin defensas subjetivas y no logra explicarse qué pasó.

No solo pierde el estatus, agrega, sino una posibilidad importante de vínculo social con los otros. “La segregación y autosegregación conduce al aislamiento y a lo peor”.

El nivel de estrés que se genera por la situación del desempleo, dice el psicólogo clínico Jorge Luis Escobar, es tan alto que afecta a los vínculos familiares y las relaciones de pareja. Incluso en las instituciones que anuncian la reducción de personal el clima laboral se altera de manera adversa, más aún cuando se intenta estigmatizar o etiquetar negativamente al empleado para poder desenrolarlo.

La psicóloga Toyi de Jácome asegura que la pérdida del empleo afecta la salud mental. Incluso el deterioro se produce a nivel bio-psico-social. Aparece el descuido en hábitos básicos como el sueño, la comida, la higiene, las relaciones sociales y se desarrollan conductas adictivas como fumar o beber. También llegan los sentimientos de inferioridad, pesimismo, fracaso, negación o ira.

El desempleo, dice, desestabiliza las relaciones familiares. Aumenta la tensión en el hogar y el afectado se pone irritable, impaciente, ansioso y hasta agresivo, especialmente con las personas que están más próximas a él como son su esposa e hijos, quienes reciben maltrato psicológico, verbal y en algunos casos hasta físico.

“Estas reacciones son provocadas por la impotencia que siente, al no ser capaz de seguir supliendo las necesidades de su familia. Siente que por esto se va a restar su autoridad en casa y por ende, sus hijos y esposa no lo van a respetar ya más”.

Llega el duelo

Según la psicóloga clínica Paquita Arízaga perder el empleo provoca mucha depresión especialmente en aquellos que tienen tendencia a padecerla. Incluso cuando la frustración es muy grande algunos pueden pensar en el suicidio, ya que se sienten inútiles ante la vida.

También se sienten frustrados, agrega, quienes se han preparado y tienen estudios calificados como maestrías y doctorados y en ciertas empresas los consideran sobrecalificados.

Para alguien que ha estado empleado de manera estable, dice De Althaus, y pierde abruptamente el empleo sin encontrar otro que lo sustituya de inmediato, y quizás tampoco a mediano plazo, le implica una pérdida que no le va a resultar fácil procesar.

Es como un duelo que requiere un tiempo para su elaboración simbólica, para reabsorber la pérdida y lograr otra opción que reemplace el vínculo laboral perdido con todo lo que eso significa. Por eso tiene que reinventarse un poco, con cierta ayuda de otro, por supuesto: puede ser su esposa, un hermano o un amigo.

“El nivel de estrés que se genera por la situación del desempleo es tan alto que afecta a los vínculos familiares y a las relaciones de pareja", Jorge Luis Escobar

 

Ejemplos de lucha

Camila es un ama de casa guayaquileña de 47 años y esposa de Juan, de 50. Cuando él le contó que se había quedado sin empleo se impactó. No sabía si llorar o consolarlo, pero lo único claro que tenía es que llegarían a su hogar momentos difíciles, porque el presupuesto de los gastos dependía exclusivamente de él.

Ella, dice, se convirtió en la fortaleza de Juan, olvidándose de sus temores y tratando de ser lo más positiva posible, aunque en ocasiones se derrumbaba.

“Al principio Juan tomó su desempleo con calma y pensaba que conseguiría otro trabajo en cualquier momento, pero nada. Luego transcurrió el tiempo y pasamos al plan B, que consistía en las ventas”, asegura Camila.

Ella se dedicó a preparar dulces, tortas y comida para tener un ingreso. Mientras que Juan, independientemente de seguir buscando empleo, colaboraba con los quehaceres de la casa y también vendía mercadería que le mandaba un familiar que vive en Estados Unidos.

“Ha pasado un año desde que Juan aún está sin empleo. Pero, cuando la familia está unida y existe comprensión siempre hay una luz para salir de los problemas económicos. Incluso como padres le enseñamos a nuestros hijos a valorar y cuidar lo que tienen, también a ahorrar y no despilfarrar”.

Lo importante, dice Camila, es mantenerse positivo y empezar a cuestionarse para qué más soy bueno. “No hay que sentir vergüenza de empezar un pequeño negocio en casa o una actividad diferente a nuestra profesión. Siempre se puede salir airoso cuando existe la motivación adecuada y qué mejor razón que la familia”.

Otro ejemplo de no dejarse vencer a pesar de la angustia y de llevar dos años buscando empleo, es María Luisa García Fajardo, de 37 años, según el artículo ‘El rostro del desempleo en España’, publicado por la BBMundo a principios de febrero.

Antes ella trabajaba en el sector de la construcción manejando una grúa, en una empresa privada, pero ahora busca trabajo hasta de extra para películas, de limpieza, de teleoperadora, de lo que sea. Le da igual que sea un trabajo muy duro. Incluso envía a la semana entre 70 y 80 currículos.

María Luisa es de Andalucía y es de esas mujeres trabajadoras que no se dan por vencidas. “Durante la época del boom inmobiliario me compré una vivienda en la que ahora no puedo residir. He tenido que volver a vivir a casa de mis padres para alquilar mi piso y con ese dinero pagar la hipoteca que le debo al banco. Esto supone pasar de tener una vida casi solucionada a perder de nuevo toda mi independencia”, comentaba.

Así como Luisa García existen muchos desempleados que regresan a las casas de sus padres o a sus países de origen, especialmente los que han emigrado. Por eso, dice Jácome, la familia tiene un papel muy importante que cumplir. Cada miembro del hogar debe ser paciente con el desempleado, darle seguridad, no cuestionarlo y comprender el problema por el que está pasando. Sobre todo, hay que ayudarlo a buscar soluciones en conjunto, mas no convertirse en el origen de más tensión.

La pregunta que menos desea escuchar el padre o madre de familia desempleado es ¿hasta cuándo seguirás así? Tú sabes que debes alimentar a los hijos o debes conseguir cualquier cosa. Estas afirmaciones son interpretadas como si le estuvieran acusando de disfrutar de su condición de no tener trabajo.

Por lo tanto, agrega, los sentimientos de culpabilidad se intensifican y le causan al desempleado un cuadro depresivo, se aísla, se desalienta y percibe el futuro de manera muy negativa. Por ello la actitud que todos los miembros del hogar deben tener es:

• Dar lugar al diálogo. Dejar que exprese sus sentimientos de frustración, para que la intensidad de sus emociones disminuya y no sean manifestados posteriormente en actos de agresión.

• La esposa(o) e hijos están llamados a asumir un rol de aceptación, tolerancia y apoyo, lo cual es de mucha necesidad para la tranquilidad de él o ella en este proceso de búsqueda de reinserción laboral.

• Algunas mujeres que experimentaron el desempleo de sus esposos dicen que esta etapa es difícil al comienzo, pero que al final se torna en un tiempo de mayor acercamiento e intimidad.

• Esta crisis puede llevar a una relación de interdependencia mutua y a una mayor cercanía entre quienes conforman el hogar. Cuando sucede de esta manera, el padre o madre de familia habrá logrado utilizar esta crisis en su favor y él o ella estarán en mejores condiciones anímicas para salir otro día más en búsqueda del añorado trabajo.

 

Para los desempleados

Toyi de Jácome sugiere a las personas que perdieron el empleo manejar de una mejor manera la situación.

• Si es posible trate de tomarse unos días para resolver cualquier conflicto emocional antes de buscar un nuevo trabajo.

• Si estos sentimientos lo abruman, hable con un amigo de confianza o un profesional en el área psicológica.

• Lleve un diario. A veces ayuda a manejar emociones fuertes.

• Busque información en internet de temas que tengan que ver, de cómo manejar el dolor y seguir adelante, después de una pérdida significativa.

• Busque un grupo de apoyo de contactos de trabajo. Establezca una base de datos entre sus amigos y conocidos que le ayuden a conseguir un nuevo empleo.

• Haga ejercicios, coma bien y descanse lo suficiente. Esto ayudará a rebajar el estrés que está experimentando.

• Mantenga contacto con amigos y familiares cercanos para que la tristeza y la soledad no hagan presa de usted. Pase más tiempo con sus hijos.

• Haga un voluntariado en su comunidad o iglesia. Haga reparaciones en su casa o aprenda alguna habilidad nueva.

• Establezca una reunión con su familia para explicarles que hay que controlar los gastos. Anime a su familia a ahorrar dinero todos juntos. Mencione a sus hijos que la pérdida de trabajo no es culpa de nadie.

• De ser posible hable con el orientador del colegio de sus hijos para que estén al tanto si hubiera alguna manifestación de problema de conducta en ellos.

• Busque en páginas de la web programas que lo ayuden a usted y a su familia durante este proceso.

• Planifique metas y fechas para las diferentes salidas en búsqueda de trabajo nuevo. Por más difícil que sea este momento, deberá hacer unos ajustes en su nuevo estilo de vida y actitud. Al hacerlo esto ya se convirtió en un logro para conseguir un nuevo trabajo.

 

 

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