XX y XY

Por Mariquita Noboa
09 de Febrero de 2014

Este próximo viernes 14 hay que vestirse de gala para caminar por la calle del amor.

¿Se puede enviar tarjetas, con motivo de esta fecha, a los clientes? Definitivamente, no. El Día de San Valentín tiene una connotación diferente. ¡Cuidado! Se puede dar una impresión equivocada y eso no es nada profesional.

Pero sí le puede enviar una tarjeta a esa niña linda que le quita el sueño; eso sí es válido.

¿Y cómo puede ser la tarjeta? Es fácil escoger entre la inagotable variedad que se encuentra hoy en el mercado. Las hay con mensajes sutiles, de manera que solamente la debe firmar y, desde luego, poner la fecha.

Las niñas, ¿pueden enviar declaraciones de amor a los chicos? Lo recomendable es que ellos sean los galanes. No hay nada mejor que dejarse enamorar…

Si usted no conoce bien a la persona que lo tiene flechado, acérquese y, con discreción, pregúntele a manera de conversación, ¿qué le parece esto del Día del Amor y la Amistad”. Su respuesta le dará una pauta para saber qué camino tomar.

Sea prudente en el envío de la declaración de sus afectos. Si le va a enviar una tarjeta electrónica a su amor, que no sea al correo de la empresa.

¿Flores, globos, perfume y chocolates? Busque equilibrio, sea razonable, no empalagoso. “Ni tanto que queme al cántaro, ni tan poco que no lo alumbre”.

Si alguien de sus proveedores le hace llegar un regalito, usted no está en la obligación de corresponder de igual manera. Una llamada para agradecer es lo procedente.

Si va a llevar a su “media naranja” a cenar a un restaurante elegante, tome las debidas precauciones y haga la reserva con anticipación. No es nada simpático someterse a una espera interminable en esos momentos. ¡Ah!, y permita que su “costilla” sea quien decida el contenido del menú.

Seleccione bien el lugar a donde van a ir. Algunos sitios no permiten el ingreso si usted está con zapatos de caucho o si ella está en shorts. Las normas en la vestimenta hay que aceptarlas, aquí también se demuestra el respeto.

¿Y entre la familia? ¡No se diga más! Una reunión, un fuerte abrazo, un rico y querido beso van a fortalecer esa unión tan necesaria.

Los cromosomas también cantan: “Quiéreme como te quiero a ti, dame tu amor sin medida, búscame como abeja al panal, liba la miel de mi vida…”.

mtnoboa@hotmail.com

  Deja tu comentario