Un cafecito

Por Mariquita Noboa
30 de Agosto de 2015

¿Saben ¿Qué le dijo el café al azúcar? “Sin ti tendría una vida muy amarga...”. Lo cierto es que muchas personas no pueden empezar su día laboral si no han bebido esa aromática e incomparable bebida que es el café.

Con leche, en agua, con chocolate, crema o manjar, canela, nuez moscada, jengibre o cardamomo, el café se ha convertido además en una bebida social que disputa los primeros lugares entre el agua natural, mineral y la Coca Cola. No, no es publicidad, es una realidad basada en los porcentajes de consumo mundial. Si usted visita Brasil, Colombia, a los amigos cubanos o de Medio Oriente, seguramente lo primero que le ofrecen es un café.

En cualquier oficina y a cualquier hora del día, se bebe café. Soluble, instantáneo, molido, en esencia, colado o pasado, su sabor nos conquista. Pero veamos qué consideraciones se deben tener en cuenta.

• No diga “nos vamos a tomar un cafecito un día de estos” por salir del paso. Si va a invitar, concrételo de manera formal.

• Si es en un lugar público, recuerde que quien invita, paga.

• Si es en casa no hay necesidad de vestir la mesa con mantel. Puede usar individuales de cualquier material, plástico, mimbre, paja, madera, metálicos o de tela.

• Imprescindible: servilletas y cucharas del tamaño adecuado.

• Presente las diferentes opciones para endulzar: azúcar morena o edulcorantes a base de vegetales.

• ¿Con qué se acompaña el café? Depende de las circunstancias, el lugar y la hora. Pueden ser panes, galletas o rosquitas, bolones o humitas, soufflé, scones, cheesecake o torta de maduro. Su bolsillo, tiempo y creatividad tienen la decisión.

• Puede ofrecer el café como sobremesa. Es una buena manera de dilatar la conversación. Ya dijimos que es una bebida social.

• Si un barista, además de preparar el café, elabora un lindo diseño, es de buen gusto dejar propina.

• Para el café con leche, primero se vierte la leche, luego el café. Evite servir hasta el filo de la taza.

• Nunca se introducen panes o galletas en una taza con café.

• En el trabajo, demuestre su buena educación dejando limpio el mesón y los elementos que utilizó.

Las estadísticas económicas dicen que después del petróleo, el café es la segunda mercancía que genera mayor comercio en el mundo. ¡A disfrutar del buen café ecuatoriano! Que puede ser en helado, bombones o en licor... ¿Y saben qué le dijo el azúcar al café? “Por ti me derrito, negrito...”. (O)

mtnoboa@hotmail.com

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