Temas de conversación

Por Mariquita Noboa
30 de Noviembre de 2014

¿Recuerda cuándo fue la última vez que vivió el embeleso de una buena conversación? A solas y en silencio, analice las razones de ese agradable momento... Sí, sí. Eso es.

Usted ya tiene la clave y por eso, para que se repitan esos buenos encuentros, hay que rodearse de gente positiva, buena onda, o como se dice ahora, de buena vibra.

Esos seres encantadores tienen “pico de oro”, como dice mi amiga Martha. Ellos hablan con tal naturalidad, con una facilidad innata y pueden mantener ese buen momento sin destruir la honra de nadie.

Pero..., ¿quién es un buen conversador? ¿El que habla y habla y habla y habla? Definitivamente, ene o no.

• El buen conversador no monopoliza la conversación. Evite los monólogos, recuerde que no está en el escenario de un teatro. Deje eso para los buenos actores, que además, deben ensayar bastante para lucirse y parecer natural.

• Evite hacer alarde de todos sus logros (amatorios, sociales, familiares o empresariales), a un petulante así nadie quiere volver a escuchar.

• No sea imprudente: a una dama no se le pregunta cuántos años tiene, si se ha inyectado bótox o cuántas cirugías plásticas le han practicado...

• No es conveniente abordar temas delicados como anorexia y bulimia. Aunque tiene estrecha relación con la comida, se lo considera un trastorno de orden emocional que puede conducir a problemas mentales si no es tratado a tiempo.

• Tampoco es recomendable hablar sobre el vegetarianismo. Esta es una decisión individual basada en el respeto a la vida animal, salud, convicción filosófica o posición religiosa. Ese tipo de decisiones no se discute, a los amigos se los acepta como son.

• Eso sí, escuche con atención, mire a los ojos de su interlocutor y muestre verdadero interés por el tema que están tratando, esto es parte de la buena educación.

• Una forma de demostrar consideración y respeto es evitando las interrupciones innecesarias. Nada de “discúlpame, pero...”.

• Es posible que usted tenga temas específicos de conversación; hable de lo que conoce, domina, tiene experiencia o lo apasiona. Puede ser su trabajo o un hobby, pero nunca puede hablar mal de la persona con quien comparte las sábanas.

• Tampoco debe hablar mal de su papá o su mamá. Esto es considerado casi-casi un sacrilegio.

• Para que una conversación resulte agradable no se debe hablar de enfermedades. Tampoco de sexo, política y religión.

mtnoboa@hotmail.com

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