Señorita secretaria

Por Mariquita Noboa
27 de Septiembre de 2015

Me permito recordarle que su trabajo es muy importante para la empresa en la que está laborando y para su vida personal. No solamente porque recibe un salario por esta labor, sino porque resulta que todos sus buenos empeños pueden ser medidos a diario por usted y siempre que compruebe que su desempeño es eficiente, va a sentirse mucho mejor consigo misma.

Para que siga construyendo su mejor futuro, es bueno que recuerde que uno de los más importantes valores que debemos de observar en el entorno familiar, de trabajo y social, es el respeto.

Pero ahora que estamos en la oficina, le sugiero lo siguiente:

Vístase adecuadamente. Si la empresa impone el uso de uniforme, respete las prendas que han sido seleccionadas; alterarlas significa que ya no es uniforme. Si no lo hay, seleccione ropa formal, sin escotes pronunciados, sin faldas a media pierna y sin transparencias.

Si sus tacones hacen ruido al caminar, es hora de que los lleve donde el maestro zapatero. Su jefe no le ha dicho nada, pero créame, le molesta; y no solo a él, igual a sus compañeros.

Qué bueno hacerse la manicura cada semana, pero no se pinte de verde, azul o negro. Esto déjelo para la fiesta de Halloween. Si usted se proyecta a futuro, es preferible consolidar sus buenos pasos laborales.

Le recuerdo que sus dedos no son un exhibidor de anillos. Fantasías y bisutería que esperen para el fin de semana. Sobra decir que usted debe sentirse libre para accionar con el teléfono, la máquina y todos los documentos que le llegan.

Su higiene personal, peinado y maquillaje merecen todo cuidado.

Cuando alguien llega a su escritorio, mire a los ojos de su interlocutor, responda con amabilidad. En la empresa no hay lugar para la descortesía. No conteste a secas con monosílabos “sí”, “no”, “okey”, y mucho menos “ajá”, “mjm”. Su educación está en evidencia.

A la hora de comer, no lo haga sobre el escritorio. Vaya a la cafetería, si no la hay, busque un lugar reservado y coma con tranquilidad.

Siéntese correctamente, con los dos pies sobre el piso.

No interfiera su trabajo por el chat de los desocupados, concéntrese en su responsabilidad.

Aléjese de los chismosos, gritones y groseros. Pronto van a comprender que el comportamiento irrespetuoso los lastima primero a ellos.

Y usted recuerde que los buenos modales no cuestan nada. (O)

mtnoboa@hotmail.com

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