Modales en la misa

Por Mariquita Noboa
10 de Noviembre de 2013

Las cifras registran que el 91% de la población ecuatoriana es católica, apostólica y romana. Lo que significa que el mayor número de ciudadanos se acerca, por lo menos una vez a la semana, a una iglesia cristiana para compartir el rito de la santa misa.

Es bueno que recordemos que en el cine, en el teatro y mucho menos en la iglesia no podemos “guardar puesto”. En la iglesia, el sitio se respeta solamente cuando la persona ha ido a la fila del confesionario o a la comunión.

Así como tenemos la precaución de apagar los teléfonos celulares, también debemos recordar que para ingresar a cualquier recinto sagrado debemos hacerlo sin mascar chicle.

Como se sabe, la iglesia es un lugar de oración, por lo tanto, es imperativo guardar silencio. No es el momento para comentar que fulanita se divorció o que menganito se quedó del avión.

En las misas de difuntos no es aconsejable acercarse a los familiares a dar el pésame en el momento que el sacerdote dice “podemos darnos la paz”. Esto es parte del rito, de manera que el pésame queda para después de finalizada la misa y fuera del recinto.

La mejor señal de educación es cederle el asiento a una señora que tiene un niño en brazos, a una señora embarazada o a una persona que aunque no sea de la edad dorada, está obligada a utilizar bastón.

Otra señal de buena educación es ubicarse al final de la línea que conduce al confesionario. Es evidente cuando hay alguien que quiere pasarse de listo.

Si usted está preparado para la comunión, espere con paciencia el turno. Aquí no hay ninguna prisa. Los sacerdotes o sus acólitos siempre están dispuestos respetuosamente a atender este sagrado pedido.

Si estamos en la fila para comulgar, no es el momento de saludar y mucho menos conversar. Ya se sabe que estos son minutos previos para un encuentro muy especial.

En muchas ocasiones nos han dicho que los reclinatorios son para eso, para ponerse de rodillas, no para poner los zapatos.

Si usted está muy enamorado, demuéstrele su amor, cariño y pasión a su amada en cualquier otro momento que no sea en la misa.

Olvídese de las mini-minifaldas stretch. Tampoco es el momento de elegir shorts o blusas transparentes. Una vestimenta recatada la va a ayudar a sentirse mucho mejor.

mtnoboa@hotmail.com

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