Invitados a una boda

Por Mariquita Noboa
15 de Septiembre de 2013

Enrique y Sylvia están invitados a un matrimonio. En su nota solicitan orientación para ir vestidos correctamente. Tenemos para ellos algunas preguntas ya que no especifican datos que resultan mandatorios para la elección del traje.

Lo primero que debemos saber es si la boda es en el día o por la noche; no es lo mismo un traje para las siete de la noche que uno de gala, que es lo que se impone cuando la hora es más tarde.

La otra interrogante que surge es en torno al sitio donde se desarrollarán la ceremonia y la recepción; no es lo mismo si se realiza en una hacienda, en la playa, en una sala de recepciones o en un club privado al aire libre. Estas consideraciones hay que tener en cuenta a la hora de decidir el tipo de vestimenta.

El otro punto que debemos conocer es a qué tipo de matrimonio estamos invitados. ¿Es solamente a la boda civil o también a la ceremonia eclesiástica? Básicamente es esto lo que debemos de considerar, la decisión viene fácil si tenemos claros el lugar, hora y tipo de matrimonio. En nuestro medio se tiene la costumbre de realizar la boda civil en una fecha y en otra la ceremonia religiosa, aunque también pueden efectuarse ambas ceremonias en la misma fecha, seguidas de la recepción.

En cualquier caso, si la boda es de día, los caballeros deberán elegir trajes claros; es muy bien aceptado un bléiser, siempre acompañado de camisa mangas largas, mancuernas y corbata. En horario nocturno, el color varía, se aconsejan gris, azul marino o navy; pero si es de gala, el esmoquin es mandatorio. En este último caso se acompaña con zapatos de charol; para el día, zapatos de cuero bien lustrados cumplen con su cometido.

En cuanto a las damas, el largo del traje indica si vamos apropiadamente vestidas. Para el día será corto, lo mismo se puede aplicar para matrimonios en horario nocturno, siempre que no sean de gala, en los que se impone el traje largo.

Independientemente del tipo de ceremonia a la que asistan, en una iglesia, sinagoga o en un templo, hay que cuidar el respeto por el lugar al que se acude, esto es, hombros cubiertos, ya en la recepción social tendrá lugar de lucir el diseño, el bronceado y las curvas.

Pero lo que no se puede hacer al asistir a un matrimonio es vestirse de blanco. Ninguna invitada tiene licencia para vestirse de blanco, este es el color reservado exclusivamente para la reina de la noche, que es la novia.

mtnoboa@hotmail.com

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