En el ascensor

Por Mariquita Noboa
02 de Febrero de 2014

¿Cuántas veces al día, o a la semana, utiliza el ascensor? Por ser este el transporte vertical de incuestionable ayuda en nuestro diario desempeño, bien podemos detenernos a revisar cuáles son las normas que pueden facilitar esta corta, pero necesaria convivencia, con nuestros congéneres.

En cualquier parte del mundo donde haya un edificio de más de tres pisos habrá un ascensor. Esta pequeña caja sostenida y operada por fuertes cables de acero marcó la diferencia en la arquitectura del siglo XX. Aquí vivimos momentos de interacción con desconocidos, pero en las mismas condiciones humanas. Entonces, vale recordar que:

  • El botón se pulsa una sola vez.
  • Si hay una fila para ingresar al ascensor, ubíquese al final de la misma. No se pase de listo.
  • Al ingresar, un cordial “buenos días” o tardes, o noches, le va a hacer muy bien a su espíritu.
  • Agradecer al ascensorista, si lo hay, contribuirá a una mejor cuota de su bienestar. Es solo un poco de cortesía básica.
  • Si una mamá traslada a su niño en el coche, demuestre su educación, facilítele el ingreso o salida.
  • Igual si se trata de alguien que va en silla de ruedas, que utiliza bastón o que tiene yeso o aparatos ortopédicos. Cédale el paso. Y no se preocupe por el tiempo, usted igual va a llegar a su destino, pero con la satisfacción de haber ayudado oportunamente.
  • Ingresa primero quien está cerca de las puertas, pero recuerde que debe situarse en los laterales para permitir la entrada de otras personas.
  • El último en ingresar es el primero en salir, sin distingo de sexo o condición laboral.
  • Las mamás deben enseñar a los niños que en un ascensor no se salta, ni se brinca, ni se le pisan los zapatos blancos de ese señor impoluto.
  • Si accidentalmente hay un tropiezo, frecuentemente es un ligero contacto entre brazos, es un imperativo decir “disculpe”.
  • Lo más seguro es que suene la alarma si hay sobrepeso. No, no es el momento de pensar en la banda gástrica. Simplemente retírese y no insista. Todos los ascensores están calibrados con un peso tope.
  • En un condominio de departamentos no se “manda” la basura por el ascensor; utilice los ductos de incineración. Si no los hay, busque otra forma de eliminar los desechos.
  • No ingrese con comida, no cante, no estornude, no tosa, no se suene la nariz.
  • Al salir diga “gracias” (…) y vaya con Dios.

mtnoboa@hotmail.com

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